Sonreía cautivado por la belleza deslumbrante de aquellas flores, acariciando suavemente sus pétalos y hojas. Adoraba contemplar su hermosura, por lo que gustaba de hacerlo el mayor tiempo posible, admirando a su vez sus lindos colores, algunos fríos y dulces, como también otros cálidos y acogedores.
Pero había una pequeña flor en especial que el adoraba ya que era única y hermosa, aquella conocida cómo "flor Smeraldo" por la gente del pueblo, debido a una antigua leyenda pasada de generación en generación. Esta leyenda le otorgaba miles de significados a un simple pétalo o aroma al ser tan diferente e importante en sus historias, por lo que era normal que jóvenes se metieran en casa de este dulce chico con el propósito de destrozarla o robarla. El problema es que esta flor no puede ser sembrada por cualquiera, según una vieja historia que su abuela solía contar, sólo podría ser cuidada por la persona con las manos mas suaves, con un toque tan delicado y dulce que hasta una gota de agua pudiera permanecer intacta, y sobre todo, un corazón tan puro y tierno como el de un niño pequeño.
Por esa razón esta pequeña flor era tan especial para él, había sido capaz de cuidarla y mantenerla con vida por mucho más tiempo del esperado por cualquiera. Se sentía tranquilo con el mismo, en armonía, era felíz. Pero todo ese sentimiento acabaría al ver a aquel chico tocar aquellos delicados pétalos como si fuesen una simple rosa o lirio.
Había logrado entrar a su invernadero, aquel lugar que el consideraba seguro y tranquilo había sido corrompido por ese hombre. Lágrimas corrieron por su rostro, haciendo que un impulso violento recorriera su cuerpo por primera vez en años, jalando a aquel chico de cabello largo y tes blanca por su ropa para así sacarlo del lugar.
Una vez fuera lo empujo, logrando que quedara sentado en el suelo. Ambos se analizaron con la mirada sin comprender con claridad que era lo que sucedía. Quien sea que se había metido en su casa se vestía como un indigente; su camisa era cinco talles más grande que el y sus pantalones agujereados y añejos solo demostraban la pobreza y suciedad en la que vivía día tras día. Luego de esta impresión sólo suspiró para lograr obtener un poco más de paciencia y contener aquellas lagrimas que intentaban salir.
- ¿Que crees que haces aquí, niño?
Preguntó el rubio mientras cruzaba sus brazos, el chico frente a el parecía ser mucho mas pequeño solo con ver su rostro, ya que su cuerpo se veía tonificado y fuerte.
- Escuché en el pueblo que usted tenía la flor... Sólo quería verla...
- ¿Acaso miras con las manos? ¿O sólo es que en casa no te han enseñado que no debes entrar en propiedad privada? Eres un irrespetuoso.
Levantó una de sus manos para golpearlo pero se detuvo al escuchar la voz contraria.
- Otros dos venían conmigo... le diré quienes eran solo no me golpee... por favor.
Luego de aquella propuesta pensó unos segundos, estos tres chicos habían estado entrando y saliendo de la casa como si de un parque de diversiones se tratara, por lo que miró al chico de cabellos largos frente a él y asintió.
- El hijo menor de la viuda Min, Yoongi y el hijo del doctor Jung, Hoseok... Por favor no le diga que yo se lo dije, me matarán si se enteran.
- Buscalos y lárguense, no quiero volver a verlos, ni dentro ni fuera de mi hogar, solo marchitan las plantas con su presencia.
El joven chico se levantó avergonzado por la respuesta dada por el mayor, haciendo que se disculpara varias veces para luego marcharse en busca de sus amigos, quienes se encontraban observando el pequeño estanque a lo lejos.
Aquel chico rubio amante de las flores únicamente los observó correr y saltar la valla mientras reían. En ese momento, ese preciso momento, volvió aquella imagen a su mente, aquella dónde se encuentra solo en medio del patio de la escuela, rodeado de niños que se burlaban de el debido a su apariencia, de como todo aquello le había afectado a tal punto que no le permitía hacer amigos actualmente, como era incapaz de ser alguien social y amigable para la gente de su edad.
¿Algún día lograré ser amado?
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OUR TRUTH «Taekook»
FanfictionUn chico que vivió gran parte de su vida encerrado en su casa desarrollo un gran cariño por la naturaleza y las flores, logrando cultivar la más bella de todas "La flor Smeraldo". Es el único en todo el pueblo en tenerla, haciendo así su casa un lug...