Seis

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— Y así es cómo lo conozco... a él y sus amigos...

Concluyó soltando un leve suspiro para luego mirar al chico sentado junto a él, se encontraba totalmente atento a la historia, cómo si estuviese fascinado por lo contado. Aquél chico tomó sus manos sonriendole, indicando que estaba agradecido de que le haya contado. Tomó la libreta y escribió para posteriormente entregarsela al rubio.

— "JungKook es alguien dulce y lindo, aunque su apariencia diga lo contrario. Si en algún momento te lo vuelves a cruzar, háblale, si habló tan lindo de tí no es por nada." ¿A que te refieres? ¿JungKook no habla bonito de la gente?

El chico negó con una pequeña sonrisa, haciendo que TaeHyung sonriera, JungKook había sido el primero que hablaba bien de él desde la muerte de su abuela, esos lindos comentarios del chico le habían ayudado con su autoestima.

En cuánto volvió a tierra tenía la libreta en sus manos nuevamente con otra frase; "Quisiera conocerte mejor... ¿Cómo ha sido tu vida?", el rubio simplemente suspiró, se sentía comodo hablando con SeokJin, pero ese no dejaba de ser un tema doloroso para su corazón.

— Mis padres me negaron salir desde que tengo memoria... así que mi único conocimiento fue ésa casa hasta los diez años, nunca conocí lo que es la primaria o secundaria, me eduqué en casa... y eso hizo que tampoco tenga amigos. Cuando cumplí los diez me escapé, fui a la plaza del pueblo y ahí me encontré con unos niños que tenían entre seis o siete años, jugué un rato con ellos y luego mi padre llegó, recuerdo como me jaló de la oreja todo el camino hasta casa. Al día siguiente tenía mis maletas hechas, me despedí de mis abuelos y fuí con mis padres al puerto, no recuerdo como fue exactamente, pero se que me dormí en el barco y cuando desperté estaba en un avión rumbo a Inglaterra.

Frenó unos segundos tragando algo de saliva, sentía como sus ojos se cristalizaban nuevamente y el nudo en su garganta era cada vez mas doloroso.

— Mi vida en Inglaterra fue una tortura, tuve que aprender inglés a la fuerza ya qué mi padre sólo hablaba ese idioma estando allá y si quería no ser golpeado debía aprender. Una día le enseñé a mi padre pinturas que había hecho, simplemente por el hecho de gustarme el arte me tomó como gay y afeminado... lo cual nunca entendí ya que los pintores más conocidos son todos hombres. Desde ese día su trato cambió totalmente, me golpeaba, insultaba, incluso llegó al punto de dejarme varios días sin comer, decía que si no aprendía "cómo debía ser un hombre" debía aprender como me trataría la sociedad, que jamás conseguiría un empleo y que jamás conseguiria un amor tierno porque estoy hecho para un amor lleno de odio y rencor... Cuándo mi padre murió volvimos a Corea, con mis abuelos.

Las lágrimas recorrían su rostro mientras hablaba junto con un dolor en su pecho, uno punzante que llegaba a impedirle el respirar en ocasiones.

— Mi abuela me recibió con tanto amor, veía las manchas moradas en mi piel, las heridas, sicatrices y regañaba a mi madre cada vez que envontraba una que antes no había visto. Ella fue mi todo, me enseñó sobre las plantas, como cuidarlas y cultivarlas, cómo las flores debían ser tratadas con un cariño especial y como los peces Koi tenían un significado hermoso para ella. Solía decirme que yo era tan hermoso como un jazmin, esa era su flore favorita... Cada día que pasaba me hacía sentir seguro de mi mismo y tranquilo, me ayudó a encontrar mi lugar en la naturaleza y que no importaba que me gustase mientras sea yo mismo.

Sonreía mientras hablaba de su abuela, denotando la felicidad que lo hacía sentir, además del cariño que le tenía a todo aquello que le había enseñado.

—Mi abuelo me enseñó a tocar el piano, el violín y varios instrumentos más, también las cosas básicas de la música, cómo formar acordes, que son los compases, tiempos, altura, etcétera. También me enseñó distintas técnicas de pintura, pero principalmente la pintura al óleo... todos los meses se tomaba un fin de semana completo para viajar a la ciudad y traerme pinturas nuevas y luego decoraba la casa con mis pinturas, decía que tenía un don único. Gracias a ellos encontré mi lugar en el arte, el arte de crear, el arte de componer y también descubrí que el arte no es sólo eso, sinó una forma de amar y expresar. Una historia que siempre solían contarme era de como se conocieron, fue en un lindo bar en el cual se tocaba jazz, mi abuelo era el saxofonista y quedó perdidamente enamorado cuando vió a mi abuela bailar, dice que tenía tanta delicadeza, una belleza tan única que quedó flechado. Mi abuela contaba que siempre amó el saxofón, cuando escuchó a mi abuelo tocar sintió su corazón salirse de su pecho... Desde que me contaron la historia, siempre quise un amor así, quedar tan perdidamente enamorado al punto de llegar a sentir mi corazón explotar, un amor como de novela romántica como las de Julia Quinn...

El chico junto a él comenzó a lagrimear, aquella historia de amor lo había conmivido por mas que no le haya contado a detalle, en ese momento recordó como TaeHyung sabía lenguaje de señas. Extendió una mano frente a él sacudiendola para llamar su atención, en cuanto este lo miró hizo algunas señas; "¿Cómo aprendiste lenguajes de señas?"

— Mi abuelo perdió la audición unos años después de mi llegada, apenas notó que comenzaba a oír menos contrató un profesor de lenguaje de señas y tomé las clases junto a él. Luego de que falleció lo tomé como algo en vano, pero ahora que te conozco sé que no fue así.

"¿Que hay de tu madre?"

— Ella pues... Siempre fue sumisa ante lo que mi padre decía, si él lo decía era ley. Nunca llegó a mal tratarme, pero si me hizo cuidar mucho mi apariencia, mis dientes debían estar blancos, mi cabello bien peinado, mi rostro cuidado, si te nombrara cada crema que me hacía poner en mi piel no terminariamos de hablar jamás.

Ambos soltaron una pequeña risa y se miraron, se sentían cómodos uno junto al otro, sentían como sus corazones estaban tranquilos. SeokJin no pudo controlar su impulso y abrazó al rubio frente a él, quién se sorprendió pero aún así replicó la acción.

— Gracias por dejarme hablar contigo, Jin.

El mencionado se separó un poco del abrazo, mientras sonreía y asentía, realmente no era un problema para él, no le molestaba o incomodaba, sólo sentía algo de pena por aquella vida tan dolorosa que había tenido el chico, desde ahora se aseguraría de que las cosas mejoren.

Sintieron algunos pasos detrás de ellos, haciendo que ambos voltearan, logrando ver una figura no muy alta y delgada observandolos, algunos metros más atrás, SeokJin colocó uno de sus brazos frente a TaeHyung en forma de protección, el rubio miró confundido al pelinegro junto a él, notando aquella expresión que denotaba furia y odio.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2023 ⏰

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