Vivimos en un mundo donde personas que no tienen que ver en nuestras vidas, toman control de esta. Algo muy absurdo, completamente egoísta.
Eso lo que sintió Hana, bueno antes de que Luffy le ofreciera ser parte de su tripulación, pero no todo es color de rosas y los cerdos vuelan, después de darle la respuesta al castaño, todo fue un buen momento hasta ahora.
La peliazul escucho un estruendo proveniente de la puerta de hierro, donde se dejó ver a un enfado, Capitán Morgan.
— La impostora, el cazador de piratas, el prisionero y... — Paró el boca de lata, al notar a Hana, viéndola confundida sin saber quién era.
—Hana, se llama Hana — La presento el castaño ante el rubio.
— Como sea, creo que tienen algo que me pertenece — Volvió a hablar el Capitán Morgan, acercándose a los chicos, lentamente. Llenando el miedo a la peliazul.
¿Que se supone que haría?. Solo tenía los dos pedazos del tubo ante destrozado, sabiendo perfectamente que eso no haría mucha ayuda.
Pues, todo fue como un pestañeo, el castaño, el peliverde y la pelinaranja, no esperaron más y corrieron hacia su oponente. Dejando sola a la pobre Hana.
Era su día de muerte.
"¿No que no te arrepentirias?"
"Vienes cuando menos te necesito"
La peliazul, quiso solo olvidar todo esto y salir corriendo, pero esta era su realidad. Estaba parada en medio del palacio, donde en vez de aire, había arena que hacía su vista más borrosa. Tenía que hacer algo rápido.
Su única opción, es pelear hasta matarse entré si, y si tiene suerte, viviría.
Salió corriendo hacia el Capitán Morgan, tomándolo de sorpresa, haciéndolo caer gracias a los dos tubos. Ganando ventaja para los chicos.
Hana no pudo estar más sorprendida.
La pelea transcurrió como una típica pelea, solo que esta fue la más cansada.
La peliazul jadeaba al ver cómo el Capitán Morgan estaba en el suelo, retorciéndose del dolor.
— Tenemos que irnos — Habló Luffy, dándose la vuelta para dirigirse hacia la salida. Zoro y la chica de pelo naranja lo siguieron, al igual que Hana.
Llegaron a las vereda donde se encontraban los barcos que estaban apunto de zarpar, y logró visualizar lo que era el de Luffy.
El borde lo sintio muy alto para su pequeña altura tristemente. Vio como todos subían sin problema menos ella, que se quería morir por dentro por la vergüenza.
"Normal, haz hecho peores cosas"
Intento agarrarse de la barandilla del barco, con cuidado a no resbalarse y caer al agua fría. Sus piernas eran fuertes pero cortas, una debilidad para ella, algo que destestaba.
Sintió el barco moverse un poco, parando su movimiento de traspasar el borde y entrar completamente.
La suerte no estaba de su lado, al menos no hoy. Sintió todas las miradas sobre ella, pero no quiso levantar su cabeza para confirmar, solo estaba analizando como entrarár sin caer al mismo tiempo.
Una mano apareció en su campo de visión, subiéndo su mirada para divisar de quién pertenecía, para encontrarse con el rostro neutro de Zoro, que aún extendía su mano hacia la peliazul.
Esta sintió sus mejillas ruborizarse, solo por qué la ayudó. Algo extraño, tomo su mano, está la sostuvo bien, levantándola por completo.
Ya cuando toco la madera del barco, observó al peliverde, que soltaba su mano delicadamente. La peliazul sonrió. Lo vio irse de su lado, llendo a una esquina del barco.
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Mi Media Luna ||. Roronoa Zoro
Fantasy"𝘕𝘢𝘥𝘪𝘦 𝘭𝘦 𝘢𝘥𝘷𝘪𝘳𝘵𝘪ó 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘳𝘯𝘢𝘳í𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘪𝘯𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘥𝘰, 𝘺 𝘦𝘭 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢 𝘢𝘵𝘳á𝘴.."