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Cocona (15) Maya (16)

-¿Serías mi novia Cocona?- Estaban en el cuarto de la mayor esta vez, sentadas en el suelo frente a su espaciosa cama, tomadas de las manos.

-Deja que lo piense un poco...- Cocona puso su postura habitual para pensar, aunque Maya sabía que la menor aceptaría su temor a ser rechazada estaba ahí -Si, si quiero-

Maya se lanzó al regazo de su menor besando todo su rostro y posando sus brazos sobre los hombros de la misma.

-¿Puedo besarte?-

-Ya lo estás haciendo Maya chan- Sus manos rodeando la cintura de Maya atrayéndola más a si misma.

-Me refiero a un beso real, no en las mejillas Coco- Sus ojos brillando como nunca y una sonrisa gigante era lo que podía ver en con sus ojos la menor.

Asintió lentamente, sintiendo como Maya se acercaba lentamente, sus respiraciones tan cercanas, la menor miro los labios de la más alta con un deseo en aumento, cuantas veces se imaginaba besando a Maya y ahora estaban apunto de hacerlo.

Sus labios se encontraron, un suave roce, duro solo unos segundos, pero fueron los mejores, sus.corazones brincaban de felicidad.

-Otro- Pidió la menor, y Maya se lo dio -Otro- Otra vez -Uno más-

Maya seguía besándola, todas las veces que se lo pedía, unos más largos que otros pero el último fue el que dejó une chispa encendida en Cocona.

Sus labios se encontraron y los movieron un poco, sus caras ladeandose un poco para más libertad y luego su lengua pasó por el labio de Maya.

Un jadeo hizo que Cocona detuviera todo, sentía sus pantalones apretados.

-Espera- Sus respiraciones un poco más agitadas de lo normal y sus labios húmedos.

-¿Que ocurre?-

-Lo siento, enserio- Levanto a Maya de su regazo y rápidamente ella se puso de pie -Perdón, no se controlarlo-

-Está bien, es normal ¿no?- Maya aún estaba sentada así que detuvo a su menor antes de que huyera.

-Si, solo que, perdón estabas encima mío y no quería incomodarte-

-No está bien, no me incomodas, siéntate, podemos detenernos si así quieres-

-Sería lo mejor, aún puede bajar-Se sentó nuevamente mientras sus manos cubrían su semi erección.

-Veamos la tele ¿Bien?- Recibió un asentimiento tímido, sonrió y luego beso suavemente la cabeza de la bajita.

Consentimiento •MACONA• g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora