"Otro poblado fue arrasado durante la madrugada. Nuevamente, las víctimas aparecieron sin una sola gota de sangre. Desgraciadamente, tampoco hay rastro del culpable. Por favor mantengan la calma, y eviten salir por la noche. Seguiremos informando de cualquier novedad."
Hiero bufó con fastidio, tomando el control para apagar la televisión. La situación se complicaba cada día más.
Llevaban meses detrás de ese loco, pero el maldito parecía siempre ir un paso por delante y adivinar todas sus trampas.
Cada día que pasaba, era un día más que ese asesino misterioso estaba suelto, haciendo de las suyas. La gente estaba comenzando a sacar sus propias teorías, algunas más descabelladas que otras. Pero la histeria se estaba empezando a salir de control, temiendo que la ciudad fuera el siguiente blanco. Ya casi todos los pueblos aledaños habían caído, en cualquier momento los citadinos serían los siguientes.
Le dió un sorbo a su taza de té, mientras leía el informe de lo que tenían hasta ahora: Los ataques ocurrían por la madrugada, entre las 12 y las 5 de la mañana. Los cuerpos eran encontrados al amanecer, cuando algún comerciante de otro pueblo llegaba y encontraba los restos de la masacre.
- Un vampiro...- Rió con burla al leer el testimonio del hombre que había reportado la masacre de hace dos semanas.- Sí, claro. Y yo soy el hada de los dientes.
Le dió un último trago a su taza, terminándose todo el contenido, mientras guardaba todos los papeles en un maletín.
Después de limpiar y acomodar las cosas del desayuno, salió de su apartamento, rumbo a la estación. La vida de un detective era de todo menos fácil...
- Teniente Angelucci, el comandante Nakamura los espera para una reunión.- Le informó una de sus compañeras de trabajo.- Hubo otro-
- Escuché las noticias, Helena. Gracias.
Sin perder más tiempo, fue a la sala de juntas. Ese caso estaba acabando con su paciencia.
Su comandante les informó todas las novedades del caso, añadiendo todo al archivo que ya tenían. Así como hablar de todas las hipótesis que tenían..
Hiero miró el informe con fastidio. Otro testigo que declaraba que el responsable era un vampiro...
Ya no sabía qué era peor, el lunático matando a diestra y siniestra o las tonterías de la gente.
- Sé que han sido meses estresantes para todos.- Suspiró el comandante.- Pero gracias a Hiero al menos ahora tenemos un hilo de dónde tirar.
- Todos los poblados atacados tienen algo en común.- Comenzó a explicar el rubio después de ponerse de pie.- En todos, días antes del ataque, había llegado una monja predicando. Pero en todas las ocasiones, se marchó apurada y asustada, sin dar explicaciones.
- ¿Crees que es la responsable?- Interrogó una de sus compañeras.
- No, Flora.- Negó tranquilamente.- Creo que es la carnada perfecta.- Aclaró, colocando la foto de la mujer sobre la mesa.- Ginebra Dimitris. 30 años, nacida en Santorini. Estudió teología y sirvió por siete años en el convento Santa Elena, de Atenas, hasta los 25 años, cuando comenzó a servir de misionera en África. Volvió a Grecia hace apenas un año, estuvo en el Santa Elena unos meses, hasta que decidió abandonarlo para predicar por todo el país... Hace seis meses, justo cuando comenzaron los ataques.
- Vaya que te tomaste tu tiempo para investigarla...- Murmuró uno de sus compañeros.- Pero en cualquier caso, ¿por qué alguien iría detrás de una monja?
- Es lo que tenemos que averiguar, Nicolas.- Respondió Hiero.- Ella puede ser la clave para resolver este misterio de una vez por todas.
- Y vamos a dar con ella...
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Leyendas a la Saint Seiya #Deathween2023
FanfictionPara celebrar la llegada del mes del terror, he aquí un libro dedicado a adaptar leyendas e historias de terror al fandom de Saint Seiya. Participando en el evento #Deathween, organizado por @La lunita china.