Untouchable

Capitulo 2

―Espera ―le digo, agarrando su mano, tratando de detener esto
antes de que pueda ir más lejos―. Escucha, no me retractaré de lo que dije, pero hablaré con el entrenador y le pediré que reduzca tu
suspensión a la mitad. ¿De acuerdo? Así aún podrás jugar este año

―La mitad de la maldita temporada ―dice JaeHwan, negando con la
cabeza―. Nuh, uh. Te retractarás y les dirás que estabas confundida, molesta, que cometiste un error. Diles que estabas en tu pre celo y que el síndrome se apoderó de ti. Me importa una mierda lo que les digas, pero diles algo para que esto se detenga.

― No dejaré que me intimides para que mienta ―le digo,
levantando la barbilla―. La cagaste. No ibas a detenerte, ni a
disculparte, y ahora estás pagando por tu error. Así es como funciona
la vida cuando no eres intocable, JaeHwan. Así viven los simples mortales.

―¿Ah, sí? ―me pregunta, jalándome hacia adelante por la camisa,
y luego empujándome contra la pared con tanta fuerza que me
castañean los dientes y hace que mi estómago se apriete de miedo.
Los otros dos chicos se acercan ahora, con sus ojos entrecerrados
hacia mí con desprecio.

Volviendo a mirar al atleta imbécil delante de mí, me trago mi
miedo.

―¿De verdad quieres empeorar esto, JaeHwan? Se supone que debes
mantenerte alejado de mí. Esto definitivamente no es mantenerse
alejado de mí.

―Ya arruinaste mi jodida vida, Jinnie. ¿Qué me va a pasar ahora?

La forma hosca en que lo dice me irrita, como si esto realmente fuera mi culpa en lugar de la suya.

―Yo no arruiné tu vida. No te dejarán jugar fútbol, eso es todo. Un
juego.

Él niega con la cabeza.

―No lo entiendes, ¿verdad? Todo mi futuro dependía de jugar este
año, SeokJin. No es solo un juego para mí, es un boleto de salida que no puedo pagar de otra manera.

La honesta vulnerabilidad en sus palabras me engancha como nada
más que haya dicho o hecho. Querer salir de esta ciudad es algo con
lo que me identifico, y si tuviera una oportunidad y la perdiera,
también me arrepentiría. Bajando la mirada, sintiéndome
momentáneamente mal por este imbécil, repito mi oferta anterior.

―Ya te dije que estoy dispuesta a hablar con el entrenador y tratar
de reducir tu suspensión para que puedas seguir jugando este año. Si te detienes ahora, aún lo haré.

YoonGi se ríe por lo bajo.

―¿Escuchas a esta pequeña perra? Si te detienes ahora.

―Estoy siendo más que justa ―le digo a JaeHwan, ignorando a YoonGi―. Tu comportamiento estuvo fuera de lugar, y alguien tenía
que mostrarte que tus acciones tienen consecuencias. Te hice un favor a la larga; no vivirás en la burbuja del fútbol para siempre. Haz esa mierda después de la escuela e irás a la cárcel.

JaeHwa niega con la cabeza, como si no pudiera entender quién
demonios me creo.

―Y yo te dije que eso no era lo suficientemente bueno. No quiero
una sentencia reducida, quiero que te retractes de la acusación.
Quiero esta mierda fuera de mi registro.

―Y yo quería que dejaras de tocarme. Parece que ninguno de
nosotros obtendrá todo lo que quería de este intercambio. ¿Por qué
no dejamos de empeorarlo y nos vamos mientras podemos con la
menor cantidad de daño posible? ―le sugiero.

―Creo que es hora de mostrarte las consecuencias de tus acciones,
nerd. ¿Qué piensas de eso? ―Me mira en busca de una reacción mientras presiona su cuerpo firmemente contra el mío, en un
movimiento destinado a recordarme mi lugar.