Hermanos Vampiro / Murdo x Lector Masculino.

Noche de Emociones: Preparativos.

Raz miró el cielo soleado y eso lo hizo fruncir el ceño.
Agitó su cigarrillo y agachó la cabeza haciendo que su cabello de media longitud escondiera la mitad de su cara.
Una bocanada más y lo apagó por completo.
Su teléfono vibró en su bolsillo, haciendo que Raz se exalte y vea el mensaje de Drakh, su mejor amigo.

Drakh le dijo que habría un concierto esta noche, obvio, todos vampiros.
Krypton Krax estaría ahí, por supuesto, el show principal. Murdo está impaciente por ver al grupo de amigos de Raz.
Raz y sus amigos tenían una fama realmente buena, vampiros admirables según los demás.
Además, los padres del grupo siempre fueron los más vampíricos. Mihai incluido, obviamente.

Los pasos de Raz resonaban al romper las hojas secas que estaban por el bosque.

Maldijo en voz baja al sentir la luz del sol tocar su rostro. Al estar de día y ser tan soleado no podría volar para encontrarse con sus amigos. Aunque sería en la noche, no podía esperar por hacer algo divertido. Resignado, volvió caminando hacia su nuevo hogar.

Sus ropajes oscuros que se desvanecían en un color rojo vino. Sus botas negras con cordones rojos daban un toque especial a su apariencia.

-¿Joven? -se escuchó decir detrás de él, una voz femenina desgastada llamó su atención. Al estar en la plaza, intentó no actuar extraño.
Una mujer mayor pidió su ayuda para cargar enormes bolsas de mandado, que Raz cargó sin ningún problema, e incluso las podría cargar con el dedo meñique.
La mujer, al ver la inhumana fuerza de Raz, se sorprendió, pero no le dio más vueltas, sin saber que alguien los miraba a lo lejos con los ojos bien abiertos.
La mujer le agradeció al más joven por su ayuda, recalcando que era un joven ejemplar, haciendo sonreír a Raz. Casualidad, la mujer vivía enfrente y a una casa de distancia de la suya, su madre lo miraba desde la ventana y sonriente lo recibió en la casa.

-¿Ayudando a los vecinos, Velka? -comentaba su madre con su típica sonrisa en su cara, mientras abría la puerta. Raz entraba con tranquilidad en su rostro.

-Es bueno ganar la confianza de los vecinos, no hay nada malo, lo juro... -dijo mientras continuaba por la cocina que estaba llena de arreglos que su madre vendería en su nueva tienda. Raz pasó sus dedos por algunos de ellos y sonrió, felicitando a su madre por tan espléndido trabajo.

-¿Cómo estaban tus hermanas, eh? Cuéntame. -su madre preguntaba mientras servía un vaso de agua para Razvan.

Raz suspiró, pero contestó con su tono más agradable.

-Ya lo sabes, Daka lo detesta y Silvania salta de dicha... -Raz sentenció antes de dar un sorbo a su vaso lleno de agua fría.

-Me preocupa Daka, tengo miedo de que no se pueda adaptar a la vida humana. Siempre ha sido tan reacia a esta que me preocupa cómo otros la vean, nada parecido a Silvania que siempre ha tenido curiosidad y emoción por ser parte de la comunidad humana. -Confesó Elvira mientras se sentaba al lado de su hijo mayor, que la miraba con ojos de compasión.
-Lo entiendo, pero no puedes esperar que Daka sea parte de algo que, sinceramente, detesta. Ella va a ser parte de nosotros y lo sabes, madre. -Elvira lo miró mientras sentía la mano de su hijo apretar la suya en forma de aliviar su preocupación. Ella sonrió, mirando a Raz con ojos felices. Raz suspiró de nuevo.

-¡Oh, madre, casi lo olvidaba! Hoy saldré por la noche, no me esperen, será una noche larga. -Raz se levantó de su silla y, a supervelocidad, se marchó a su habitación.
Elvira miró los arreglos que permanecieron en la mesa y hizo una mueca de aburrimiento, dando unos pequeños toques al arreglo.

Por otra parte,

Razvan movía sus pies mientras arreglaba su habitación para hacerla aún más suya. Lo hacía tan rápido que solo se veía una ráfaga y las pausas que hacía para revisar sus cosas, la cadena que permanecía en la mitad de la habitación colgada del techo.

Al terminar, Raz puso sus manos en su cintura, satisfecho al ver su habitación terminada.

Por otro lado, un Murdo aturdido se miraba en el gran castillo oscuro en el que se daría el concierto.
Un sentimiento humano lo invadía y no sabía por qué.

Drakh le había comentado:

-Todos vendrán, incluso él, Raz vendrá... No entres en pánico... -no escuchó nada más.

Raz era alguien popular, demasiado, si se podía decir.
Era conocido por, a pesar de ser medio vampiro, superar a muchos que son y eran naturalmente vampiros completos.
Su fuerza hercúlea y su audaz personalidad eran de admirar. El hecho de que, a diferencia de varios medios vampiros, era capaz de migrar y volar grandes y largos caminos. Claro ejemplo de Noruega a Alemania.
Así que Murdo estaba nervioso, demasiado.

Murdo trató de distraerse, colgándose de algún lugar, leyendo, haciendo cualquier cosa que sinceramente no funcionaba.

¿Qué le estaba pasando?

Raz empezaba a desnudarse en su habitación, quitándose su camiseta primero, para luego deshacerse de sus pantalones.

Al abrir la llave.Al abrir la llave de la ducha, el agua fría tocó su piel helada sin causarle ningún efecto que lo molestara. El agua mojó su pelo y pasó sus manos por sus brazos desnudos. Si bien era temprano, ya comenzaba a prepararse para el concierto, que, con rubor en sus mejillas, esperaba con ansias.
Tal vez Raz tenía un pequeño flechazo por el vocalista de Krypton Krax.

Al cerrar la llave y salir de la ducha, sintió el aire fresco tocar su cuerpo mojado.
Rápidamente se vistió de nuevo. Sus ojos verdes brillaban tanto que se veían hasta en la oscuridad.

Definitivamente estaba emocionado.

Soy el fan #1 de Murdo y de Tim Oliver 🥵