How many times? (Spanish version) Joo Jaekyung & Kim Dan

Capítulo III

Jaekyung's POV

Pensaba que Dan terminaría arrastrándose hacia mí de nuevo, pero estaba muy equivocado porque ya era de mañana, yo había vuelto de mi corrida matutina y el no se encontraba haciéndome el desayuno, una costumbre que agarro solo.
Suspiré pesadamente y me hice rápidamente unos huevos revueltos con una fruta. No saber dónde estaba Kim Dan me hacía tener un nudo en el estómago, pero no podía saltarme comidas siendo un deportista de élite en plena temporada.
Terminé de desayunar, deje todo en el lavaplatos y subí a darme una ducha rápida para después irme al gimnasio.
Cuando llegue fui directamente a la oficina de mi entrenador y entre sin tocar la puerta.
"¿Dónde mierda está Kim Dan?" quizás no es la manera, pero todo esto me está sacando de mis cabales.
"Buenos días, Jaekyung, siempre es un gusto verte." dijo burlonamente y yo me acerque para apoyar mis manos en su escritorio, mi ceño estaba fruncido y mi mandíbula apretada, señal de que no estaba bromeando.
"No te hagas el imbécil y dime dónde mierda está." gruñí.
"No lo sé, me pidió un par de días para lidiar con algo personal pero no dió detalles." suspiró. "¿Qué le hiciste ahora?" frunció el ceño.
"¿Qué carajos te importa?" me fui del lugar azotando la puerta con tal fuerza que todos voltearon a verme, hoy no estaba de buen humor y con el que haga sparring lo vería.

(...)

Me mandaron a mi casa porque casi mato a dos, literalmente, haciendo sparring y me dijeron que tengo que calmarme porque sino no haré la próxima pelea, la cual es importante que haga. Todos son unos imbéciles que no se aguantan unos simples golpes, tendrían que buscar peleadores más competentes.
Busque mi traje de baño y fui a la piscina, necesitaba nadar para despejarme un rato. Nadar siempre me desconectaba del mundo, no tenía que escuchar absolutamente nada salvo a mi cuerpo moviéndose, no tenía que preocuparme por algo y eso me relajaba, sin embargo, cuando salí, mire hacía el lugar donde teníamos sexo con frecuencia con Dan y un dolor se hizo presente en mi pecho, la ira también creció y provocó que levanté aquel sillón y lo haga volar con fuerza contra la pared, haciéndolo pedazos. Mi respiración estaba agitada.
"¡Joder! Maldito desagradecido." grité a la nada misma.
Necesitaba ir a terapia antes de que realmente mate a alguien y me cague la vida entera antes de cumplir 28 años. Me di una ducha nuevamente y salí del penthouse, subiendo a mi auto para poder ir a terapia, ya había hablado con mi terapeuta y le dije que era una sesión de emergencia, por eso conseguí un turno tan rápido.

(...)

Estaba en la sala de mi terapeuta, con ella en frente mío, con la lapicera lista y el cuaderno que tenía todo lo que hablamos. La sala era cálida, colores otoñales que te hacían sentir cómodo y bueno, ella también lo hacía, no por algo era una de las mejores en su rubro, eso sí, tengo que pagar más caro para obtener más prioridad, pero bueno, lo vale, todo sea por Kim Dan.

"¿Por qué estás aquí, Joo Jaekyung?" finalmente pregunto después de hablarle sobre todo lo que había pasado en mi vida a grandes rasgos y yo suspiré pesadamente, era hora de decir el porqué una sesión tan urgente
"La cagué y demasiado, Kim Dan me contó algo horrible y yo me reí, pero el también paso por lo mismo y yo no lo sabía." 'que no pregunte, que no pregunte.'
"¿Qué le pasó?" maldita sea, a veces la odiaba tanto.
"Pues, el tuvo su primera vez sin decir que era su primera vez y el sexo no fue muy suave." bajé la mirada, no quería verla a los ojos.
"Puedo asumir que la persona que fue la otra protagonista en eso fuiste tú?" cerré mis puños, tensándolos y asentí avergonzado.  "¿Cómo te hace eso sentir?"

"culpable, como un imbécil, un insensible."gruñí. "al principio lo trataba como un juguete sexual y hacia todo por mi conveniencia, pero la idea de pensar en Kim Dan sufriendo y que sea por mi culpa me genera un nudo en el estómago, se me cierra el pecho… solo quiero verlo feliz." agregué jugueteando con mis dedos.
"¿Incluso si eso es estando lejos de ti?" preguntó y yo levanté la cabeza abruptamente, frunciendo el ceño.
"¿De qué mierda está hablando? El no quiere alejarse de mi." Mi voz había subido, estaba a la defensiva
"A veces cuando amas a alguien tienes que dejarlo ir." agregó ella anotando mi reacción.
"¿Amor? ¿Quién mierda dijo algo sobre el amor?" gruñí, me estaba cansando.
"¿Hasta cuándo vas a fingir que no lo amas? Se que tuviste un pasado muy feo con Heesung, pero Kim Dan no es como el y te lo ha demostrado constantemente por lo que me has dicho, has seguido terapia por él, porque quieres ser mejor persona y querer corresponderle, ¿me equivoco?" elevó una ceja.
"No." mi voz salió pequeña. "¿por qué es tan difícil amar a una persona?" estaba cansado de sentir.
"Tu lo haces difícil, evitando querer contarle de tus sentimientos y te diré algo, después de atreverme a sacar números, Kim Dan terminó de pagar su deuda hace tres meses, ¿lo sabías?" murmuró y mi cuerpo se tensó mientras negaba, ya no había nada que lo atase a mi, se podía ir si quería y quizás la última vez que lo haya visto en mi vida haya sido ayer, cosa que me asustaba y hacía que tenga náuseas.
"Le hiciste pasar un infierno, lo sé, pero el es un buen hombre que da segundas oportunidades y es agradecido, pero pudiendo irse, no lo hizo, ¿Por qué crees que lo hizo?" agregó expectante.
"Porque quizás sepa que lo necesito o el sexo es muy bueno, o quizás no quiera perder la vida de lujo que tiene, no sería la primera vez que alguien me utiliza por mi dinero." gruñí lo último y mi terapeuta tenía escrito en su cara '¿estás hablando en serio?' Mientras negaba con su cabeza.
"Habla de tus sentimientos con el, volverá, pero tienes que hacerlo, no te atenderé hasta entonces." cerró su cuaderno.  "Deja de huir de lo que sientes, hazle caso a tu corazón, ten fe en Kim Dan. Eso es todo por hoy Joo Jaekyung, que tenga muy buen día."
"Igualmente." sonreí forzadamente y salí del lugar, como si fuera tan fácil hablar de mis sentimientos, me costó muchísimo darme cuenta, más admitirlo en voz alta y con la única persona que lo hice fue con mi terapeuta. Conté hasta diez mentalmente, maldita sea Kim Dan por ser mi puta debilidad, por hacerme sentir como si tuviera dieciocho años de nuevo y maldita sea yo por dejarme caer de nuevo en las garras del amor.