El gimnasio estaba a reventar.Las gradas, abarrotadas.
El sonido de los tambores de la banda retumbaba en las paredes, junto con el bullicio de los estudiantes emocionados. Apenas quedaba espacio para moverse entre la multitud.
En la cancha, el equipo de baloncesto calentaba.
En la banda lateral, el equipo de porristas se preparaba.
Hanni ajustaba su uniforme mientras Danielle, a su lado, retocaba su maquillaje con precisión.
—¿Estás nerviosa? —preguntó Danielle, dándole una última pasada a su labial.
Hanni tomó aire.
—No. ¿Por qué lo estaría?
Danielle suspiró, dejando el espejo en su bolso y tomando sus pompones.
—No lo sé, yo sí lo estoy. Imagina que me caiga cuando hagamos la torre. ¡Qué vergüenza!
Hanni puso los ojos en blanco y le entregó sus pompones.
—No digas estupideces, no te caerás.
—No puedes estar segura de eso...
—Nunca te has caído. Eres la mejor de todas aquí, incluso mejor que yo. Así que deja de pensar en eso, porque no va a pasar.
Danielle asintió, respirando hondo.
—Bien... hagamos esto.
——
El partido comenzó con una explosión de energía.
Minji, capitana del equipo de baloncesto, dirigía a sus jugadoras con precisión. Haerin, su mano derecha, la seguía sin perder el ritmo.
Desde el primer periodo, su equipo tomó la delantera, haciendo varias jugadas clave. La pelota se movía rápidamente entre ellas, encestando punto tras punto.
El marcador: 26-20 a su favor.
Pero el otro equipo no se quedó atrás.
Para el segundo periodo, la defensa contraria endureció su juego, interceptando pases y encestando triples.
El marcador cambió. 26-27.
Minji apretó la mandíbula, sintiendo el sudor resbalar por su sien. No pensaba perder.
Cuando el silbato del árbitro anunció el descanso de la mitad del juego, ambas jugadoras regresaron a la banca para tomar agua y recuperar el aliento.
Pero no por mucho tiempo.
Era el momento del espectáculo
Las luces del gimnasio bajaron ligeramente.
El sonido del bajo retumbó por los altavoces.
"Fergalicious" comenzó a sonar y, de inmediato, la multitud estalló en gritos y aplausos.
El equipo de porristas entró al centro de la cancha, haciendo giros y acrobacias perfectamente sincronizadas.
Cada movimiento estaba calculado al milímetro, cada sonrisa practicada para impactar.
Minji se pasó la toalla por el cuello, observando con detenimiento.
A su lado, Haerin sonreía mientras miraba a Danielle moverse con gracia entre las porristas.
Pero los ojos de Minji no estaban en la coreografía.
Solo estaban en una persona.
Hanni.

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Hurt - bbangsaz EDITADA
FanfictionKim Minji es trasladada a otro colegio después de haberse metido en varios problemas en el anterior. En su nuevo colegio conoce a Pham Hanni, una chica que es todo lo contrario a ella y vuelve su vida todo un caos. Al inicio la mayor tiene un gran o...