¡Deja de seguirme!

Prefiero que seas tú a ser yo.

Abrió los ojos repentinamente, su respiración era constante y rápida, al igual que sus ojos se movían de izquierda a derecha y viceversa, en busca de indicios de algo sospechoso, esto a la vez que se acomodaba en su extensa y casi vacía cama, al menos las almohadas le hacían algo de compañía.

Pasaron varios minutos en los que estuvo mirando a un rincón de la habitación sin siquiera gesticular, pero no pudo mantenerse en su mente por mucho más, ya que la alarma de su teléfono no tardó en sonar, dando este un sobresalto debido al susto y con esto apresurándose para entrar al baño, no obstante se detuvo en el momento de ver su reflejo en el espejo, comenzando a temblar y volviendo a la respiración agitada de un inicio, pero esta vez no se quedó quieto, no demasiado, debía ir a hacer algunas compras para la cena, por lo que decidió ocultar el espejo con la manta de su propia cama, suspirando y relajándose cuando ya no había ni una sola superficie que reflejase su rostro, dirigiendo su mirada a la bañera y aproximándose a esta.
Sentir el agua deslizar por todo su cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, mientras cerraba los ojos y mantenía la mente lo más despejada posible era uno de los momentos amenos y simples que lo alejaban de los pensamientos negativos, los que más disfrutaba en su día a día, añadiendo el poder realizar él mismo un desayuno, comida o cena que fueran caseros, a su vez iba revisando las tareas hechas en la noche anterior, en la cual también preparó la ropa que se puso ese día, quería ir simple, siquiera iba a salir de casa, así que solo se puso una camisa blanca de botones, acompañándola con un abrigo de punto verde, unos pantalones cortos blancos, zapatillas blancas con calcetines verdes que tenían un diseño de aguacates.

Aquel día parecía ir como cualquier otro, no podía quejarse, odiaba los cambios repentinos en la rutina.. y justo se aproximaba uno.

《 CONRAD. HAY QUE IR A LA NUEVA CAFETERÍA, ES DEMASIADO LINDA (no te estoy preguntando) voy camino a tu casa, te espero abajo <3 》

Este vió el mensaje gracias a la notificación, suerte que se había puesto las gafas antes de iniciar su desayuno ligero y saludable, dedicando un tiempo a pensar en aquella “invitación” de Claire, aunque siendo sincero, más bien era un aviso.

《 Buenos días Claire ¿Has descansado bien hoy? No esperaba tu propuesta, y ya he desayunado, pero no tengo problema en acompañarte, cuando estés abajo escríbeme》

Tiró lo que sobró del plato que se estaba comiendo, lavándolo junto a los otros que había usado a la hora de cocinar, y claro qur manteniendo el móvil a la vista por si algún otro mensaje de claire llegaba, aunque como esto no ocurrió hasta pasado un rato suspuso que esta se había concentrado en llegar cuanto antes, y no se equivocaba.

—¡CONRAD! ¡Ya estoy abajo! ¿Bajas? ¡Si no lo haces subo yo eh! ¡Aún llevo la llave en mi llavero de rana!

Esta se encontraba gritando en dirección al balcón exterior de la actual vivienda de conrad, el cual se arrepentía de haberle dejado una llave de emergencias a Claire ¿por qué tuvo esa idea tan nefasta? Cuando esta estuviera despistada se la quitaría.

—¡Ya voy, ya voy! No grites tanto, hay vecinos.

Bajó con cuidado las escaleras, no sin antes mirar a los alrededores en busca de alguna anomalía, siempre hacía lo mismo, para asegurarse de que estaba completamente seguro. Y muy seguro no estaba.. nada más abrir la puerta Claire saltó a sus brazos ¿o más bien lo atrajo a los impropios? No pudo tener tiempo de asmiliarlo, estaba siendo apachurrado cariñosamente por su mejor amiga, lo que visto desde fuera era bastante extraño, sobre todo por la diferencia de altura que había entre; conrad de 1,74 y Claire de 1,56 siendo esta última la que recibía todo el peso del abrazo, incluso separando los pies de conrad del suelo.