Prólogo

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Luego de una larga y dura misión en donde había salido muy herido, recién le estaban dando el alta a Tanjiro.

A decir verdad el pensó que no era algo tan grave, antes de saber que estuvo inconsiente por 1 semana por una especie de veneno que entro por sus heridas, lo bueno es que su cuerpo recibió muy bien el tratamiento dado y no demoró mucho en recuperarse. Durante su estadía en la finca mariposa sus amigos habían ido a visitarlos, regalandole dulces que compraban luego de sus misiones o simplemente para pasar el rato.

El agradecía mucho eso, ya que se aburría bastante en la camilla, ya que estaba en reposo absoluto y tenía estrictamente prohibido levantarse, cosa que no le agrado mucho.

Las niñas de la finca también le hacian compañía de ves en cuando, Aoi iba solo a verificar su estado de salud y muy rara vez se quedaba hablando con él, no porque no quisiera, era debido a la cantidad de heridos que tenía que cuidar en la ausencia de la pilar.

Kanao le sacaba plática cuando le servía la comida, sus amigos lo habían molestado bastante con la femina, diciendo que tal vez ella estaba interesada en él. Y aunque esto fuera verdad, él lamentablemente no podría corresponderle, ya que su corazón ya le pertenecía a otra persona.

A pesar de no entender mucho el tema del amor, él sabía perfectamente que cada vez que miraba o escuchaba al pilar su pulso se disparaba por los nervios, además de sentir las típicas mariposas en su estómago.

Un sonrojo apareció por todo su rostro al recordar a dicho azabache. No demoró mucho en llegar a su destino, la habitación donde dormía Nezuko y él. Le daba ternura lo mucho que podía dormir su pequeña hermana, aunque a veces se sentía un poco solo sin su compañía.

Observó como la caja seguía en la esquina de siempre con una manta encima, sonrió al verla. Suspiró un poco al sentirse muy cansado, a pesar de que ya le habían dado el alta seguía sintiendose muy fatigado, él intuía que era porque no se había recuperado del todo bien, por lo que ignoró este hecho.

Con el pasar de los días dicha fatiga aún no tenía indicios de querer irse, incluso empeoró. También aparecieron otros síntomas como dolor de cabeza, fuerte dolor en su vientre y mucho calor.

Acababa de terminar una misión, todo su cuerpo pesaba, su cabeza dolía a horrores, además de estar jadeando mucho. Nezuko, quien estaba caminando al lado de su hermano mostraba su preocupación por el chico, ya iba a cumplir 1 semana mal y era tan terco que no iba a revisarse a la finca mariposa.

Mientras caminaban al chico le dió un fuerte dolor en su vientre, obligandolo a encogerse sosteniendose la zona afectada y usando un arból para no perder estabilidad, gimiendo de dolor por aquellas dolorosas palpitaciones.

— Tranquila Nezuko — miró a su hermana quien tenía el ceño fruncido y mostro una sonrisa despreocupado— Estoy bien, no tienes que preocuparte.

La femina no le creía nada a su hermano, pero decidió dejar de indagar en el problema, pero eso no significaba que no se preocupara. A veces odiaba que su hermano fuera tan terco y no se preocupara por el.

Luego de 15 minutos Nezuko quiso entrar a la caja para dormir, dejando que Kamado la cargara a muy duras penas, haciendo mucho ruido al llegar a la finca mariposa.

— ¿Tanjiro? — preguntó una voz detrás de él — Por el amor de dios, ¿Qué haces a esta hora despierto?

Aquella voz no era de nadie más que de la pilar del insecto, cuando se dió vuelta observó que ella tenía el ceño fruncido y que estaba cruzada de brazos molesta esperando una respuesta.

— Lo lamento mucho Shinobu-San, acabo de regresar de una misión — se disculpó haciendo una reverencia, al agachar la cabeza gimió de dolor antes el brusco movimiento.

Doncel || Giyuutan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora