Capítulo único

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*Notas: Este fic es una especie de continuación del corto "Estofado de conejo", escrito en el libro de "Sus circunstancias". Léanlo para comprender el contexto de los primeros párrafos. Feliz lectura!*


Desperté en mi cama con el sonido de un pitido extraño retumbando en mi cabeza. Cuando caí en cuenta de que Cas ya no estaba conmigo en la cama, puse muy mala cara. El muy descarado se había ido de la habitación después de haberse probado delante mío toda la ropa que le había comprado.

Sí, Castiel se había sacado la ropa delante mío muchas veces y pese a que me controlaba a mí mismo para no tener que tirármele encima luego de ver su estúpido (y adorable) sonrojo, comprobé que todas las prendas le quedaban maravillosamente. Con la excusa barata de que ambos teníamos lo que tenían todos los hombres y que no había lugar para la pena, convencí al inocente ángel para que se probara todo delante mío.

Dale Dios, sé que he pecado, pero es que has mandado tremendo ángel a sacarme del hoyo. ¿Qué quieres que haga? Verlo desnudo fue tremendo espectáculo, carajo. No recordaba que Jimmy fuera tan atlético y con muslos de infarto...¡Muslos! menuda mierda me pasó ayer por la cabeza cuando los vi...Había tanta carne, maldita sea...y yo me estaba muriendo de hambre. Si en ese momento él se me tiraba encima y me rodeaba con esas apetecibles piernas, no importaba cuanto daño me hubiera hecho, yo le habría rezado el Credo y el Santo Rosario.

No hicimos nada anoche, pero yo siento que en mi cabeza me lo había follado hasta el amanecer.

Me levanto y siento nuevamente dolor...pero ahora en un sitio totalmente diferente...Mini Dean se activó demasiado pronto, y bueno, no lo culpo luego de tremendos pensamientos impuros de mi mente. Puesto que el dolor de cabeza se había calmado, salí rumbo a la ducha sin hallar en ningún lugar a Sam ni al enano, hijo de Lucifer, que por cierto debo castigar por distraer la atención de Cas de mis regalos.

No había nadie en el búnker. Revisé el celular y tenía cinco llamadas perdidas de Sam y dos mensajes. Uno de ellos era de Sam.


Dean, salí temprano a hacer unas compras con Jack y Gabriel.

Te timbré muchas veces y no te levantaste, así que te dejamos.

No nos esperes, idiota.

PS: Cas se fue temprano, dijo que dejaría al otro Dean con Jody y que volvería luego. No le llores, que seguro y vuelve a verte.


-Perra...

El otro mensaje era de Cas, el ángel fugitivo.


Dean...

Fui temprano a dejar a Dean conejo con la sheriff. Me fui silenciosamente porque no quería despertarte.

Volveré luego. Por favor, no salgas de casa hoy.

Cas.


-¿No quieres que salga? ¿Acaso eres mi mamá? -bufó.

Sonreí como idiota, pero decidí hacerle caso. Guardé el teléfono y me fui a dar un duchazo. Bueno, Mini Dean se calmó luego de tantas atenciones en la ducha. Nunca le diría a Castiel que lo usé de material porno para hacer estas cosas, aunque sería divertido mencionárselo para luego ver su cara de confusión y desconcierto, porque estaba seguro de que no entendería absolutamente nada el muy santurrón.

Salí de la ducha ya más calmado, cuando un ruido que venía de fuera del búnker me sacó de ese repentino estado de paz. Me asomé por la entrada...y sentí que estaba dentro de una visión imposible de creer...como si fuera algo sumamente hermoso y bendito.

Cuando abracé tu alma...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora