Capítulo 2

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Ana

Estaba caminando felizmente por la calle, osea, quién no estaría feliz de acabar de conseguir un trabajo? Yo sí lo estaba, y estaba más emocionada por contárselo a mis padres, estaba segurísima de que ellos también se alegrarán por mi.

Estaba a unas cuantas cuadras de mi casa, estaba pensando en aquellos 4 chicos. Tenían un estilo muy peculiar, especialmente los gemelos [dos estilos totalmente opuestos para aclarar], debía admitir que los cuatro eran un tanto atractivos, especialmente Tom... no debería pensar tanto en esto, ¿Qué me sucede? Parezco una acosadora.

Cuando por fin llegué a la puerta de mi hogar, saqué las llaves y abrí ansiosamente la puerta. Al pasar mis dos padres se encontraban tomando cafés en la sala de estar y se dieron vuelta para verme con curiosidad, sus rostros gritaban que les diga si conseguí el trabajo o no.

―Mamá, papá... les quería decir que...― Ellos se veían más intrigados y esperaban ansiosamente mi respuesta, más aún porque quise jugar con ellos y había puesto un rostro decepcionado para que piensen que era una mala noticia ―¡Conseguí el puesto! ¡Ya tengo un trabajo! ―

No pude contener la felicidad y lo largue mientras estaba saltando de felicidad. Ellos al escucharme se levantaron del sillón y empezaron a abrazarme fuertemente mientras gritaban de emoción. ―Mi querida hija ya se está convirtiendo en una mujercita! Ay Walter agarrame que me desmayo― Mi madre fingió desmayarse dramáticamente y mi padre la sostuvo entre risas, los dos rieron y nuevamente me abrazaron

―Felicidades mi pequeña, yo y tu madre estamos enormemente orgullosos de tí. Ahora cuentanos todo!― mi padre habló con entusiasmo mientras me guiaba hacia el sillón para contarles todo sobre la entrevista.

Hablé por un buen rato y ellos me escucharon atentamente, les conté de la chica delirante que la tuvieron que sacar a la fuerza y ellos hicieron muecas de disgusto. Les conté de la entrevista y del chico con rastas que me sonrió con picardía y mi madre se rió ante la cara de celos que puso mi papá. Después de contarles todo me felicitaron nuevamente y fueron a preparar la cena, mientras tanto yo fuí a mi habitación a bañarme.

Había entrado a la habitación y me tiré cansada en mi cama, me di vuelta para ver a mi gata mirándome con curiosidad y le hablé ―Huff, qué día tan movido, mañana temprano tendré que ir a su estudio a conocerlo y enseñarme todo sobre lo que tengo que hacer en mi puesto―

Mi gata me miró por unos segundos antes de soltar un adorable maullido, me encantaba lo delicada y tierna que sonaba. Le sonreí y acaricié un poco su cabecita antes de levantarme y dirigirme hacia el baño, necesitaba relajarme un poco, sin más decir abrí el agua y dejé la tina con agua tibia antes de quitar mi ropa y hundirme en el agua relajante.

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Bill

Estaba tirado en el sillón con mis pies estirados encima de las piernas de mi hermano quien se encontraba en la otra punta del sillón. Estábamos viendo TV y yo me quedé pensando en Ana, realmente había perdido esperanzas de encontrar alguien decente para el puesto hasta que llegó ella a sobrepasar mis expectativas, estaba emocionado por conocerla más.

―¿En qué piensas Bill?― habló Tom en un tono bajo, lo suficiente para que pueda escucharlo. ―Nada, estaba pensando en la chica nueva. ¿Tu crees que será buena en la banda?― Miré a Tom y él pensó por unos segundos antes de contestar.

―Tranquilo Bill, esa niña se ve que quiere ser profesional y que no tiene malas intenciones, yo sé que todo saldrá bien― Me dió una sonrisa tranquilizante y yo se la devolví, estaba ansioso por saber que nos esperaba el futuro cercano, ¿Realmente podremos hacernos famosos como siempre quisimos? Era cuestión de tiempo.

𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒐 ||ᵀᵒᵐ ᴷᵃᵘˡⁱᵗᶻ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora