Parte de ser un piloto de la Formula 1 era el sentirse terriblemente presionado, agotado y decepcionado. Estos sentimientos tenían envuelto a Charles Leclerc, no le estaba llendo tan bien esta temporada y sentía que algo no estaba bien con él. No podía evitar sentise de esta forma aunque mostrara lo contrario. Ante sus compañeros e ingenieros él exteriorizaba calma, pero en su cabeza todo era un desastre.
En Singapur, durante el festejo de Carlos, trataba de mostrarse tranquilo y feliz por él, obvio que estaba feliz, pero no podía evitar la aflicción por no haber hecho suficiente en dicho Gran Premio. Ahí se encontraban varios de sus amigos pilotos, todos charlaban, bailaban y bebian, mientras que él intentaba imitarlos pero no parecía funcionar. Decidió salir a tomar algo de aire aprovechando que todos se encontraban distraidos, ya que no quería arruinar la noche de ninguno con su negatividad.
Estando afuera sólo miraba su bebida, sinceramente él esperaba irse al hotel donde se hospedaba de manera inmediata, estaba agotado y quería dormir, porque durmiendo no sueles sentir nada más que calma.
—Hace calor adentro, ¿no crees?
Charles reconoció inmediatamente la voz de la persona que le hablaba, era Sergio. Este estaba parado junto al marco de la puerta con una expresión sonriente, esto sin duda hizo que Charles sonriera al verlo. Para Charles, Sergio era una buena persona, graciosa y a la vez calmada. Capaz de gestionar sus emociones de manera apropiada y eso lo hacía admirarlo mucho.
—Sí, es por eso que estoy aquí afuera —respondió Charles.
—¿Seguro? — dijo Checo mientras caminaba hacia él.
Charles al ver que Checo se acercaba se tensó un poco, sabía que Sergio intuía que algo no andaba bien con él. Al colorcarse de frente, Charles alzó la mirada y notó que Checo tenía las manos dentro de los bolsillos de su pantalón negro corte sastre, ademas de que la camisa, también de color negro, tenía varios botones desabrochados por lo que podía ver claramente su pecho trabajado. Mientras lo miraba, Checo también lo observaba y podía notar como Charles lo escaneaba, le parecía algo gracioso ya que Charles podía ser algo curioso. Cuando tenían la fortuna de encontrarse en el cooldown room despues de las carreras, Checo solía empaparse de agua porque terminaba muy acalorado, justo cuando hacía eso, Charles no paraba de mirarlo.
Después de que Charles despertó del trace en el que se encontraba, sus mejillas se tornaron rosadas ya que notó que Sergio lo miraba también.
—Ammm, sí, bueno... — Charles dio un gran suspiro —. no lo sé.
El mexicano ya había notado que Charles no se encontraba bien desde que termino la carrera y eso le preocupaba.
—Sabes que puedes hablar conmigo cuando lo necesites y por eso estoy aquí.
Charles sabía que las palabras de Checo eran reales, pero sentía algo de vergüenza, no quería que el mayor pensara que era un egoísta por no mostrarse contento por el triunfo de Ferrari y de Carlos.
—Creo que no es el momento para hablar de eso mate.
Charles insistió queríendo regresa adento cuando de repente Sergio lo tomo del brazo, en ese momento el monaguesco no pudo ocultar la tristeza en su mirada. Al ver esto, Checo tiró de él y sin más lo abrazó.
—Si no quieres decirme está bien, sé que crees que no es un momento para hablar de temas personales, sin embargo me mata verte así.
Charles abrió los ojos en sorpresa al escuchar eso, nunca se esperaría que Sergió lo estimara tanto para sentirse de esa forma por él. Además, aún no asimilaba que Checo lo estuviera abrazando, por lo que no le estaba correspondiendo. Parecía un tanto en shock y cuando iba a regresarle el abrazo, el mayor decidió separarse.
«¡Maldita sea! no le he abrazado a tiempo, tan bien que se sintió», pensó.
Cuando Charles iba a responder, Max salió hacia donde ambos estaban.
—¿Qué hacen aquí afuera? — preguntó Max entrecerrando los ojos, como si la situación le pareciera sospechosa.
—Solo estabamos hablando de la carrera de hoy — dijo Charles volteando a ver a Checo.
—Sí, eso es —expresó Checo aunque no parecía convencido.
—Ya dejen de hablar de trabajo, estamos en una fiestaaaa.
Max arrastraba las palabras ya que ya se encontraba ebrio y a los chicos les parecía gracioso. Sergio sabiendo que tenía que cuidar a su compañero de escudería comprendía que debía entrar. Cuando Charles notó eso le tomó de la mano con fuerza.
—Gracias Checo, me gustaría hablar contigo en otro momento, si te parece bien. —Manifestó Charles un poco sonrojado.
Sergió apretó su mano y sonriendo dijo:
—Claro que sí, sabes que sería un placer escucharte.
En ese momento Sergio fue adentro, él no notó que con ese pequeño gesto de preocupación que le había expresado a Charles sobre sus sentimientos, éste hizo que el monaguesco se sintiera mejor y su corazón estuviera menos angustiado.
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Espero les haya gustado este primer capítulo. He notado que no hay muchas historias Checlerc así que decidí escribir una.
A esto me referia con lo del Cooldown room: jajaja https://x.com/onlycheclerc/status/1658705866940350465?s=20
Y acuerdense que todo es ficción.
Nos vemos en el proximo capítulo.
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