𝗢𝗻𝗲-𝗦𝗵𝗼𝘁: "𝗣𝗲𝘀𝗮𝗱𝗶𝗹𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗿𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲" (1/2)

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—Bien, John...

La mujer rubia destapó el bolígrafo, abrió su cuaderno y escribió, en la parte superior de una nueva hoja, "3 de noviembre"

—¿Qué tal has estado durmiendo esta semana? —preguntó con su habitual tono monótono, aunque con una ligera nota de preocupación— ¿Mejor?

—No

Respondió el hombre con sequedad, tumbado en una camilla, su vista fija en el techo con humedades de la oficina.

—Vaya

La mujer bajó un poco la vista tras la respuesta — la cual ya se imaginaba — por parte de John. Después lo miró. Este solo se llevó las manos a la cabeza.

—Estoy harto de esto, Patty, estoy muy harto —dijo, subiendo el tono de voz poco a poco, mientras se incorporaba de la camilla— Ya está, déjame mi-

—No se fuma en mi consulta —lo interrumpió Patty en tono firme

El castaño la miró con seriedad, y tras un silencio, volvió a tumbarse.

—Bien, ahora que estamos más tranquilos, me gustaría que me contases más acerca de tus pesadillas —pidió ella en un tono algo más agradable

—Ya te lo he dicho muchas veces, siempre son iguales —respondió él, algo cortante, como si quisiese que eso terminase lo antes posible

—Ya he escrito la fecha en la hoja, no me hagas tirarla. Cuéntame algo nuevo 

—Agh, bueno

El hombre gruñó, e hizo otra pausa antes de seguir.

—La pesadilla repite algo que realmente me sucedió hace sobre un año. Comienza normalmente en mi antigua casa, solo aparezco ahí, no recuerdo nada de antes. M solo está mi hija ahí, ya lo sabes  

El hombre empezó a relatar, como ya había hecho una y mil veces.

—Siempre que el sueño comenzaba, yo... ya sabía cómo iba a terminar. No era consciente de que era un sueño, solo era como... que lo sabía y ya

—Y entonces intentas evitar que el sueño termine de esa manera —Patty terminó la frase del hombre, pues ya la había oído antes

—Si, eso es

Patty apuntó algo rápidamente en la libreta, mientras seguía escuchando.

—El día en el que eso sucedió, yo recibí una llamada urgente del trabajo, acudí a esta. Y cuando volví... mi casa ardía... y mi hija... ella estaba...

A medida que el relato seguía, John iba haciendo más y más pausas, dudando, su voz se oía menos potente y más... rota.

—Si, lo entiendo —dijo la mujer, indicándole que no hacía falta que contase más— Eso sucedió en la realidad, pero en el sueño, ¿que hacías?

𝗦𝗰𝗮𝗿𝘆 𝗦𝘄𝗶𝗻𝗴𝘀! - 𝗔 𝗦𝗽𝗼𝗼𝗸𝘆 𝗠𝗼𝗻𝘁𝗵 𝗕𝗼𝗼𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora