Aroma y Destino

❊Capítulo 1❊

Él no sabe el tipo de familia que tiene, sólo era un niño solitario rodeado de alfas y guardias niñeros. Igual no prestaba mucho atención a eso, así creció en esa gran mansión. Cuando se aburría de la casa salía a su gran jardín a jugar y conforme fue creciendo lo instruyeron y entrenaron para convertirse en el segundo al mando, en el futuro líder del grupo Wang.

—Yibo, hoy no puedes salir —

—He dicho que iré a la plaza por mi videojuego —

—Puedes pedir que lo envíen o Wenhan puede ir por él —

—¿Yo por qué? —

Yixuan rodó los ojos a su compañero

—Como sea, hoy no está permitido salir —

El adolescente de 16 años se cruzó de brazos tirándose sobre el gran sofá

—Soy el futuro jefe y no me dejan hacer nada —

—Siempre haces lo que quieres —

—¡Solo quiero salir Yixuan! —

—Hoy no —

—Puedo llevar más guardias —

—No —

—Entonces solo a Wenhan —

—Wenhan, no dejes que salga —

Fue todo lo que dijo Yixuan antes de salir de la habitación del adolescente. Yixuan es el alfa encargado de la protección y cuidado de Yibo desde niño.

Yibo tomó su celular y salió de la habitación seguido por un afligido beta

—Yibo, por una vez en tu vida haz lo que te dicen —

Yibo bajó rápidamente hasta el estacionamiento, tomó su moto diciendo a su guardián y amigo Wenhan

—Avísame en cuanto pueda —

Yibo partió en su moto para dar vueltas en su pista personal. Su gran mansión y hectáreas de tierra le permiten eso y más. Después de sacar su molestia con la adrenalina por varias horas, su celular sonó

—Yibo, andando —

—Bien —

Colgó la llamada y rápidamente regresó a la mansión

—Andando Wenhan —

—Iremos en el auto —

—Es más rápido en la moto —

—¿Quieres salir o no? —

El temperamento de Wenhan se asemeja al de un alfa aún siendo un Beta; es el único, fuera de los padres hasta el momento, capaz de controlar al desesperante adolescente Yibo. Wang Yibo, hijo único de la familia Wang, dueños de una organización secreta de "limpieza". Yibo, un joven castaño de designación incierta que no posee aroma alguno ni tampoco puede percibir el de los demás, aún a sus 16 años su lobo no ha despertado. Aunque su familia proviene de alfas y omegas dominantes él parece ser un chico "normal", tal vez un beta aunque los betas sí pueden percibir los aromas.

—Como sea, el chiste es que quiero salir de aquí ahora —

Suben al automóvil, toman dirección al centro comercial. El recorrido parece tranquilo, normal, pero Wenhan percibe un acto sospechoso. Al salir de la tienda de videojuegos ordena en susurro a Yibo

—En el siguiente pasillo plan Z, Yibo —

—¿Tan pronto? ¿Qué no puedes dejarme disfrutar de un recorrido normal? —

—Están siguiéndonos —

Yibo bufa

—Hazlo —

Justo antes de girar al pasillo, Wenhan activa una mini bomba haciendo explotar uno de los locales, aprovechando el impacto Yibo corre en dirección contraria a las detonaciones, porque sí, no fue la única, tres más surgieron en el lugar

—Ese estúpido de Wenhan activó 4, esto está mal —

Corre a toda prisa mientras el sonido de alarmas comienzan a sonar seguido de detonaciones de balas y gritos en todas direcciones

—¡Mierda! —

Están disparándole, lo están siguiendo, una bala rosa su brazo

—¡Ah! —

Cambia de dirección

—Plan Z, plan Z —

Saca una pequeña cápsula, hace clic arrojándola hacia atrás explotando en 3 segundos, salta para rodar y huir por la parte trasera de la plaza, no detiene sus pasos aunque salió algo herido por la detonación, corre lo más que puede hasta dejarse caer al lado de un contenedor de basura para respirar y descansar. A lo lejos las sirenas de la policía y ambulancias suenan, Yibo solo está ahí agotado y herido, la sangre en su brazo sigue brotando. Unos pasos se acercan, su cuerpo se tensa, alguien tarareando una curiosa canción viene acercándose, escucha el sonido de bolsas de plástico y una lata rodar frente a él. Un joven pelinegro toma aquella lata de refresco vacía, sus miradas se cruzan en cuanto el joven mira a su dirección, su expresión cambia a sorpresa, para el pelinegro el castaño recargado en la pared tiene aspecto terrible, parece que le han dado una paliza

—¿Estás bien? —

Mencionó sorprendido pero sus ojos se abrieron más en cuanto vio la herida sangrante en su brazo. Corrió a él

—¡Oh por los cielos, estás herido! —

Mira la herida, busca entre sus ropas algo qué usar para ayudar al castaño, Yibo solo lo mira sorprendido, el joven pelinegro es hermoso, jamás había visto a alguien así de hermoso, quedó paralizado ante el chico. El pelinegro menciona palabras de aliento mientras rasga su playera para improvisar una venda y usarla en el brazo del castaño. Así de cerca como estaban el castaño tuvo una reacción, de repente su cuerpo vibró, su pecho comenzó a palpitar

—¿Qué es esto? —

Menciona en su mente mientras con su mano libre toca su pecho por las palpitaciones que cada vez se hacen más fuertes. El pelinegro termina de vendarlo y observa su reacción alarmándose más

—¡¿Estás bien?! —

No sabe qué hacer, solo ve al castaño sujetar su pecho mientras transpira y respira agitadamente, en eso un aroma que jamás había olido llegó a él, el pelinegro quedó paralizado, el aroma fresco se coló por su nariz. Yibo miró el rostro paralizado del pelinegro, en sus ojos un destello diferente cruzó y en un abrir y cerrar de ojos lo atrajo hacia sí enterrando su rostro en la curvatura de su cuello. La vibración contagió al contrario, el pelinegro sintió su pecho retumbar mientras sus ojos comenzaron a pesar. Entonces un aroma dulce brotó de él, Yibo lo absorbió con desesperación liberando más aroma sin control para envolver al joven en sus brazos y de repente no saben qué más pasó, todo se volvió oscuro.