❊Capítulo 8❊

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Los rayos del sol se filtran por la ventana en la habitación del ala este, sus ojos pesados se abren lentamente, no reacciona en el momento hasta que trata de moverse y no puede, siente un aire tibio rozar sus cabellos y unos brazos sujetarlo al rededor de la cintura. Zhan se asustó, se enderezó rápidamente despertando en el acto a Yibo quien aún adormilado frota sus ojos. Zhan retrocedió lo más que pudo en la cama tapando su cuerpo con las sábanas, Yibo al notar la situación se tensó al verse desnudo, volteó a Zhan topándose con una imagen del pelinegro sorprendido pero tremendamente sexi con esos hombros descubiertos al no ser cubiertos del todo por las sábanas que sujeta. Yibo se sienta, después de unos segundos en silencio tratan de enter la situación

—...Eres tú —

Zhan no entiende las palabras

—Eres aquel chico de hace diez años, el que vendó mi brazo y trató de ayudarme —

Zhan por la sorpresa no recordó el momento hasta que fue consciente del aroma de Yibo. El aroma entró en él y recordó aquella imagen de hace años

—Eres... —

Cruzaron miradas por un largo rato

—...Hablaremos más tarde —

Es todo lo que dice Yibo, la situación es extraña, tal vez mucha información para su inexistente vida sentimental. Al salir con una sábana envuelta no presta atención a su alrededor, llega hasta su habitación encerrándose en el baño. El agua fría cae sobre su cuerpo, Yibo no recuerda qué pasó igual como hace diez años. Zhan se encuentra en el mismo estado que Yibo, todo es repentino, las sensaciones en su ser no son fáciles de digerir, jamás las había tenido. Zhan hace diez años despertó en una habitación extraña con aparatos en su cuerpo. La señora Wang se hizo cargo de él y fue entrenado para servir a la familia alejándolo del entorno donde vivía, incluso la situación con aquel joven castaño herido había quedado en él como un sueño. Cuando recién se despertó aquella vez y preguntó por el joven herido la única respuesta que recibió fue un "¿cuál chico?" Haciéndole pensar que todo fue un producto de su imaginación, pero ahora al recibir el aroma de Wang Yibo la realidad es otra

—¿Qué está pasando aquí?... —

Zhan nunca ha sentido lo que es un calor o celo, los aromas a su alrededor jamás lo alteraron, incluso con otros alfas no tuvo ninguna reacción, pero ahora prácticamente en resumen debe admitir que sintió todo lo que pensó que no sentiría con el aroma del líder Wang. Los pensamientos de Zhan están revueltos, pero aunque quisiera entender sus crecientes emociones a final de cuentas llega a la misma conclusión. Nada ha cambiado, su misión es solo portar y ofrecer al descendiente de los Wang y ser útil a la organización desde su posición lejos de esta mansión, lejos de Wang Yibo, su esposo de nombre, su...alfa destinado...

—Mi alfa...eso... eso no existe para mí —

Fueron las palabras que salieron de su boca. Zhan retomó su semblante serio haciendo a un lado lo que sea que signifique encontrarse con su destino.









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