Harry Potter y las tierras baldías del tiempo -COMPLETO-

Capítulo 4: Guerra, o algo así

Descargo de responsabilidad: Eres una vez ... dos veces ... tres veces una dama.

N / A: Aquí estamos – antes de lo prometido y todos brillantes y esperando ser leídos. La historia dio un giro de lo que imaginé al principio – pero aún en curso. Este es el capítulo de hacer o deshacer, supongo. ¡Déjame saber lo que piensas!

Ja, y gracias a todos los que han revisado, especialmente Condefender – me hizo reír, amigo, todos somos bastardos perezosos de corazón.

joe

Harry Potter y las tierras baldías del tiempo

Capítulo 4 – Guerra, o algo así

El miedo ... es hacia adelante. Nadie le tiene miedo a ayer.

-Adler

No se podría decir mucho de los duendes –, salvo tal vez que su nación, se extendió por todos los continentes del mundo, tenía más oro acumulado y más oro en circulación que las siguientes diez naciones más grandes, mágicas o no, combinadas. Y eso no contaba la gran cantidad de oro almacenado guardado en las tres docenas de ramas de Gringotts dispersas por todo el mundo.

No, ese oro no pertenecía a los duendes – estaba esgrimiendo el oro –, sin embargo, los duendes obtuvieron un beneficio saludable al administrar el sistema bancario mágico, y quién puede decir eso, en cualquier momento, ¿no solo volverían sus impresionantes sistemas de seguridad contra los humanos que a menudo los trataban con desdén, con crueldad abierta y llevarían a la bancarrota al mundo mago en un movimiento perfectamente vicioso? ¿Qué existía para evitar que devastaran una economía mundial?

Nada.

De hecho, lo había visto suceder más de una vez, ya que la guerra alcanzó su punto de ebullición y quedó bastante claro que el mundo mágico, esa gente mágica, se habían condenado a sí mismos y al resto de la humanidad a un futuro muy oscuro. La nación duende se convertiría, como siempre lo hizo, en rebelión y su propio interés.

¿Y quién podría culparlos realmente? Con el mundo derrumbándose a tu alrededor, tu sociedad desgarrándose y rompiéndose en facciones crueles y en guerra, ¿no te aferrarías a lo que mejor sabías?

Y para los duendes que es oro.

Los estaría privando de mi buena cantidad demasiado pronto, y antes de que la Orden, específicamente el viejo y entrometido Dumbledore, Merlín maldiga sus buenas intenciones, me alcanzara. Tonks, bendiga su hermoso corazón, ya se habría visto obligada a informar a la Orden que me había fugado en la noche invisible, por así decirlo.

Entré en Gringotts sobre los escombros de todo mi plan de vejiga a cara, el brazo de Fleur Delacour atado a través del mío y la presión de sus labios todavía zumbando en mi mejilla. Llegamos al siguiente conjunto de puertas plateadas y fuimos atravesados por un par de duendes con el uniforme escarlata y dorado del banco, y entramos en la gran sala de mármol más allá.

Todavía era temprano en la mañana, apenas las diez y media, sin embargo, el negocio del día estaba en marcha, ya que unos cien duendes más sentados detrás de sus altos mostradores a ambos lados del pasillo servían a sus clientes magos, pesar oro y piedras preciosas en escamas de latón, y llevarlas de un lado a otro a través de las docenas de puertas alrededor del pasillo.

"Debo volver al trabajo", dijo Fleur, intentando desconectar su brazo del mío. "Mi descanso waz hace más de cinco minutos."

"Quédate un momento, ¿no?", Respondí, preguntándome cuál es la mejor manera de hacer lo que necesitaba hacer. Tenía vagos recuerdos de estar aquí antes, a veces – la mayoría de las veces, en realidad – sin Fleur. Esta vez fui mucho más descarada con respecto a mis compañeras. Quizás finalmente aprendí a anticipar el poco tiempo que tenía, considerando todas las cosas.