regret

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Instead of sending flowers

Adoraba como Noah se unía con el ramo en la parte superior de su torso, cerrando sus párpados que con frecuencia alucinaban con estar sumido en un lindo sueño eterno dónde siempre se brindara mimos con el contrario y que forjaran una relación en base a respeto y cariño mutuo. Absorto en sus pensamientos, se hacía denotar con su pequeña mueca mientras se sacudía, dando vueltas en su lugar con emoción al imaginar el futuro cercano.

Come back to me.

Él se mantenía en su posición pero con su sonrisa de dentadura faltante al contemplar la felicidad ajena en esa zona que se asemejaba a una fantasía por la cantidad de flores interminables que estaban pegadas al suelo, mientras su extremidad usaba su disponible movilidad hasta poner su mano atrás de su cabeza. Sus ojos eran la barrera ante los rayos solares que amenazaban con dañarle la vista.

And hold me in your arms

Se tapaba la cara con sus palmas y de sus cuencas caían lágrimas que viajaban por sus pómulos sin piedad, cayendo y alimentando a las plantas que yacían bajo ellos. Odiaba verse vulnerable ante el moreno mientras él lo admiraba preocupado... repudiaba que la gente deje de lado su humor solo por sus estupideces.

Sintió un manto envolverse alrededor de su cuerpo, dándole un lugar en dónde llorar al encajar perfectamente entre sus brazos. Lo reconfortaba de manera increíble sin siquiera intentarlo, por eso es que abrió sus iris, dejando ver el color de estos mientras el joven continuaba con su trabajo. Un rubor lo recorría al sentir sus dedos siendo apartados de su tez, con cualquiera siendo capaz de observar el líquido que se acumulaba.

Again. Again.

Él se acercaba mucho al castaño, con la lejanía siendo escasa al aferrarse con cuidado mientras lo arropaba sujetándolo sin fuerza por el pecho. Esto provocaba que su balance se vea afectado por el agarre con su expresión confundida, acompañada de una mueca minúscula pero después correspondiendo el gesto, poseedor de una alegría tangible y sus orbes siendo interrumpidos por una capa de piel que los cubría. Sus movimientos se estremecían y hasta juraba que estaba al borde de paralizarse, pero pudo moverse al dirigir sus dedos hacia su boca, conteniendo una risita dulce y haciendo que Noah lo tomara justo donde se situaban sus hilos azulados atrás de las prendas de vestir, entrelazando sus yemas.

Again.

Lo sostenía entre sus temblorosos nudillos con pesar y con las gotas almacenadas emprendiendo sus rumbos hacia el lago con la que sus fluidos se mezclaron, un llanto desconsolado se expulsaba mientras ahora a él le tocaba cargarlo.

Pero él no era su soporte para animarlo cómo su adverso siempre hacía, él solo lo era para soportar cómo su inerte cuerpo dejaba salir el agua que se había juntado en sus pulmones, arrebatándole su aire y privando a Noah de su vida.

Lo abrazó con mucho vigor, acurrucando al cadáver una y otra vez mientras su equilibrio se conformaba con ir de adelante hacia atrás nuevamente. Le agobiaba el pensar que nunca más tendría la compañía del sabelotodo a su lado en aquel prado, el paraíso de ambos. Sus caricias, sus flores, todo de él.

Lo había encontrado flotando en el río que fluía por sus venas sin otra localización a la cual ir, con un cuchillo atravesando su piel mientras sus obsidianas estaban drenadas justo cómo su sangre que infiltraba al mar profundo en el cual se ahogó, demostrado en su cabello mojado que solía acariciar.

O esa fue la historia que se obligó a creer, porque había salido en su búsqueda trás el raro suceso dónde Duncan declaraba que estaba arrepentido de haberlo abandonado a su suerte, solo y con un asesino al acecho.

Hubiera deseado haberlo despedido o al menos haber muerto con él, eso sería mejor.

No tenía consuelo alguno que lo pudiera alegrar después de la pérdida de su primer y único amor.

Porque él vivía en una sociedad de hipócritas cómo Duncan.

Y ahora jamás saldría de ella.

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