The strange hater - Fanfic Yechan/Jaehan (de Omega X)

Capítulo 7.

-Yechan... -Ninguna respuesta.- ¿Yechan?

Se acercó tropesandose con algo pero su vista seguía fija en la figura, esperando cualquier movimiento de reacción.

-¡Yechan!- así como su voz sonó más fuerte, también incrementó la fuerza con la que sacudía los brazos del chico sobre la cama- ¡Yechan!

No podía estar simplemente dormido. Un nudo se formó en su garganta y salió de su boca algo similar a un sollozo.

-¿Qué hago? ¿QUÉ HAGO? -Grito tratando de revisar torpemente sus signos. Se acercó a su pecho y pudo escucharlo respirar pero muy debilmente. Además se veía tan pálido.

Sus manos le empezaron a dar comezón como hace tiempo le sucedía. No podía llamar a urgencias simplemente, sería todo un escándalo... pero no podía no hacer nada y arriesgarse a que lo peor pasara.

"¿Su mánager? ¿Cómo hablo con él?"

De pronto pensó en su brazo derecho. Con las manos temblorosas sacó su teléfono y tecleó el número mientras daba vueltas en la habitación que aún  estaba en penumbras. Se le hizo eterno hasta que su llamada fue contestada.

-¿Jaehan-hyung? -habló una confundida voz al otro lado de la línea.

-Kevin, necesito el número del representante de Yechan.

-¿Qué? ¿Yechan? -el otro seguía sin entender y la llamada se tornaba cada vez más inusual.

-Sí, Yechan, el ídolo pop que actuará en nuestro drama. Necesito el contacto de su representante ahora. -Habló demasiado rápido e hizo un énfasis casi a gritos en las últimas palabras.

-Sé quien es, pero...

-¿Lo tienes?

-Sí, lo tengo pero...

-Envíamelo ahora mismo... -a veces era complicado tratar con las manías de su jefe y amigo. Por el momento lo mejor sería hacer lo que decía y preguntar después para no causarle un ataque peor.

-Lo estoy compartiendo en este momento por Kakao. -dijo para tratar de tranquilizarlo.

-Gracias, me acaba de llegar. -cuando vió la notificación, colgó sin escuchar a Kevin preguntarle si estaba bien.

-Yechan, estoy aquí contigo. -quería hacerlo reaccionar, que estuviera consciente. Nuevamente hincado a su lado trataba de poner orden y actuar a la vez pero se sofocaba.

"No me gusta hablar por teléfono, y menos a un extraño. Tengo que hacerlo... tengo que hablar."

Miraba estresado el móvil y tomó la mano de su amigo quién seguía inconsciente para darse ánimos y a la vez para seguir intentando que reaccionara.

Con la mano libre marcó el número. Un par de intentos y por fin la llamada fue respondida.

-¿Hola?

-¿Es el mánager de Yechan? -preguntó tan rápido que las palabras sonaron confusas.

-¿Quién habla? ¿Y por qué pregunta...

-Si es usted necesito que llame ahora mismo a una ambulancia de confianza de su agencia al departamento de Yechan.- habló tan rapido, sin detenerse siquiera a respirar, que la otra persona tuvo que esfrozarse para entender lo que decía.

-¿Qué sucede? ¿Quién es usted? ¿Qué le hizo a Yechan?-lo que pensó que era una llamada de fanáticos locos había tomado un rumbo preocupante.

-¡Déjese de preguntas estúpidas y haga lo que le digo! -Jaehan estaba perdiendo la cabeza, el menor seguía sin moverse.

-Lo haré. Y llamaré a seguridad también si no me dice qué pasó. -amenazó la voz gruesa al otro lado de la línea.

-Él, él... parece que tomó muchas pastillas. Por favor mande a alguien rápido. -al escuchar el llanto del joven en la línea, el manager de pronto lo entendió todo. Habían hablado en la empresa en alguna ocasión del tema, después de la última muerte de celebridad. Se cuestionaron qué harían ante un caso así... jamás pensó que Yechan sería uno de ellos.

-¿Está vivo? -preguntó con miedo.

-Sí, pero se ve muy mal. -el que parecía ser un chico joven sollozaba ahora más sonoramente y parecía que le faltaba el aire.

-Ya he pedido el auxilio, no deben tardar. Yo estoy lejos, por favor, abra la puerta cuando vayan los paramédicos y siga las órdenes. Cualquier cosa no dude en avisarme y yo lo llamaré también si es necesario.

La llamada terminó con esas instrucciones.

-Yechannie... por favor. -no sabía qué era lo que le suplicaba. Por eso sólo dejaba su frase así.

Al mismo tiempo se culpaba por el malestar interno que le hacía preocuparse por las personas con las que tendría que interactuar debido a la situación. Sólo esta vez, ¿no puedes dejar de sentir ansiedad? Se reprochaba así mismo.

Cuando llamaron a la puerta, después de una eternidad, un grupo de cuatro personas uniformadas entraron guiados por él hasta el cuarto del ídolo. Fue impactante ver como poco a poco sus accesorios fueron retirados y como sus ropas fueron entreabiertas para poder colocar los dispositivos necesarios.

Le hicieron preguntas respecto al tiempo y él contestó lo que pudo mientras que con una mano trataba de detener el temblor de la otra y al mismo tiempo se aseguraba de respirar despacio para no hiperventilarse.

Cuando Yechan estuvo asegurado en la camilla, lo arrastraron afuera hasta el elevador. Jaehan dudó en subir.

-¿Nos acompaña? -un paramédico interpuso su mano para evitar que el asensor se cerrara.

Al sentir la presión de las miradas no tuvo otra opción que hacerlo. Estaba casi a punto del desmayo por la opresión en el pecho. Lo único que lo mantenía en pie era la angustia de pensar que eso haría que Yechan fuera solo hasta el hospital.

Cuando salieron se dio cuenta que habían despejado los pasillos hasta el estacionamiento. No se encontraro a nadie. Las empresas sí que tenían contactos en todos lados para cuidar a sus artistas.

Avanzaron rápidamente hasta llegar a la ambulancia. Él se quedó atrás con dos de los paramédicos y dos más fueron en la parte delantera.

-Está empeorando. -oyó a uno de ellos murmurarle al otro después de volver a revisar sus signos.

Miró el bello rostro del chico que hace unas horas le había pedido un abrazo. ¿Estabas despidiéndote de mí?

Un par de lágrimas se escaparon de sus ojos. Se dio cuenta que uno de los hombres lo miró extrañado. No quería incomodarlos así que se limpió las lágrimás rápidamente.

Quería preguntarles si estaría bien pero sabía que ellos no estaban capacitados para saberlo y además no le correspondía recibir esa información. Esa sensación le desagradó.

Cuando llegaron y fueron interceptados por los médicos, quienes preguntaron acerca de los medicamentos, ellos respondieron de acuerdo con las cajas y frascos que habían visto en el cuarto y haciendo estimados de los faltantes. Preguntaron si había vomitado, si habia convulsionado... en un momento Jaehan dejó de escuchar.

-¿Se encuentra bien? -el hombre que lo había visto secarse las lágrimas, estaba a su lado y lo sacudió del hombro.

El aire ya no entraba por sus pulmones por más que se esforzaba y no pudo contestar.

-¡Necesito apoyo de este lado!- Jaehan se dejó caer sobre sus rodillas. Antes de desmayarse vio al grupo de médicos y enfermeras alejarse con Yechan.