Naranja: 2

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Daniele se encontraba en su habitación, observando fijamente la pantalla de su teléfono móvil. La notificación que había aparecido en la pantalla era inconfundible: un mensaje de Andrea. Habían pasado horas desde que lo había enviado, pero Daniele aún no se sentía preparado para enfrentar las palabras que había leído. La habitación estaba en penumbras, solo iluminada por el débil resplandor de la luz de la luna que se colaba por la ventana.

Sus pensamientos se arremolinaban en su mente, y sentía que todo se desmoronaba a su alrededor. Había esperado tanto tiempo para conocer a la chica detrás del perfil "NO_ONE_KNOWS_ME_LIKE" que había ocupado sus pensamientos durante meses. Pero ahora que sabía que era Andrea, se encontraba en un torbellino de emociones difíciles de manejar.

Daniele decidió posponer la respuesta, al menos por el momento. Puso el teléfono a un lado y se levantó de la cama. Caminó por su habitación, incapaz de encontrar una posición cómoda para su mente inquieta. Se detuvo frente al espejo, mirando su propio reflejo como si esperara encontrar respuestas en sus ojos.

El autobús, el encuentro con Andrea y su posterior huida de la situación lo habían dejado con una sensación de confusión abrumadora.

Daniele sabía que tenía que enfrentar la situación en algún momento, pero no se sentía preparado para hacerlo. Se sentía atrapado entre su deseo de conocer a esa persona y su temor a lo desconocido. Era como si el mundo que había construido a su alrededor se estuviera desmoronando, y no sabía cómo reconstruirlo.

Se acercó a la azotea para fumar y miró fijamente hacia la oscuridad de la noche. Las estrellas brillaban en el cielo, pero Daniele apenas las veía. Su mente estaba llena de pensamientos caóticos y emociones encontradas.

Finalmente, Daniele sacó el móvil de su bolsillo y miró el mensaje de Andrea una vez más.

"Daniele, estoy bastante decepcionado. Esas son tus palabras de antes, en las que decías que no te importaba quién estaba detrás del perfil, pero después de lo que pasó en el autobús me has demostrado lo contrario. Parece que aquello era solo una fachada. Realmente pensé que podríamos haber tenido esa conversación cara a cara, tal como habíamos hablado.

No sé si alguna vez entenderás lo importante que eras para mí...

Para: SUE.ALTEZZE"

Y entonces comenzó a escribir una respuesta. Daniele sintió un nudo en la garganta. Quería responder, quería explicarse, quería entender lo que estaba sucediendo. Pero las palabras se negaban a salir de su mente y formarse en la pantalla. En su lugar, su mano temblorosa se movió hacia el botón de borrar y comenzó a borrar cada palabra, cada letra, hasta que el mensaje desapareció por completo.

Al final solo decidió tirar el cigarro y regresar a su cama, lleno de mil preguntas y mil problemas más.

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Andrea se despertó en su cama con una ligera resaca. La habitación estaba bañada en luz solar, lo que le hizo entrecerrar los ojos y gruñir por la luz intrusiva. La noche anterior había sido un torbellino de emociones y alcohol, y ahora se sentía agotado.

Se frotó los ojos y bostezó, tratando de alejar la niebla de la resaca de su mente. Sus recuerdos de la fiesta en la playa eran borrosos y fragmentados. Recordaba la música, las luces y la sensación de liberación al principio de la noche.

Andrea se sentó en el borde de la cama y se pasó una mano por el cabello, sintiendo los rizos revueltos. Su teléfono móvil estaba sobre la mesita de noche, y al verlo lo recogió y desbloqueó la pantalla.

Su corazón dio un vuelco cuando vio el mensaje que envió a Daniele. No recordaba haberlo enviado, pero las palabras escritas allí le devolvieron la memoria de la noche anterior. Leía el mensaje con incredulidad y confusión, a la vez que vergüenza por la última frase.

Andrea e Daniele (Serie Prisma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora