C4: Visitas

722 97 14
                                    

27 de septiembre del 2010

Kirishima no podía sacarse eso de la cabeza, le costó mucho bañarse e ignorar la sangre, nadie supo que pasó ni como paso.

Los guardias del hospital dieron vuelta por todo perímetro pero no encontraron a ningún sospechoso, además de que creían que tenía mucha suerte el pelinegro y a la vez había algo raro, si hubiera sido un francotirador, la bala hubiera atravesado el cráneo de la chica y luego herir a Sero pero no fue así.

Además de que si hubiera sido una bala, no habría necesidad de explotar el cráneo por completo.

Eso quedó en una duda hasta ver qué dirá la autopsia pero Kirishima no tiene derecho a esa información.

Al llegar, caminando, hacia la casa de su amigo toco timbre y el mismo chico de cabellos bicolor de la otra vez fue el que abrió la puerta.

—¿Que se te ofrece?

—Am... ¿Bakugo está en casa?

—No, aquí no vive ningún Bakugo.

—¡Ven aquí conejito!

—M-Me parece que ese es Bakugo.--- Dijo nervioso ante la mirada sería del contrario.

—No, estas sordo, ese no es Bakugo.

Kirishima vio como un pequeño niño corría desnudo y se escondía detrás de él, casi se le cae la cara al ver el gran parecido que tiene con su amigo, aunque sus ojos eran de otro color.

Katsuki llegó detrás del bicolor y miro a su amigo y luego al niño que se escondía con lágrimas en sus ojos.

—Conejito, ven aquí.

—¡No!

—Conejito.--- Dijo con voz dura.

—¡No papá!

Katsuki se acercó y logro agarrarlo antes de que se escapara.

—Debemos bañarte, yo ya estoy limpio y el tío Shoto también, debemos ir a ver a mami.--- Katsuki cargo al bebé que aún pataleaba y miro a kirishima.— ¿Se te perdió algo o que?

—¿Podemos hablar?

—No.

—Porfavor bro, es importante.

—Tch, bien.--- Volteo a ver a shoto y le entrego al niño.--- Bañalo y dale su leche para que se duerma, acuestalo en mi cama y no te olvides del conejo blanco, si no lo tiene no dormirá

Shoto asintio y cargo al niño que no parará de gritar "papá" y llorar.

Ambos entraron y fueron hacia la sala.

—No sabía que tenías un hijo.

—Tampoco tienes porqué saberlo.

—¿Te agarre en un mal momento?

—¿Porque lo dices?

—Saldras a ver a la madre del niño.

—Es solo una excusa para que se bañé, ella está muerta.--- Dijo indiferente el rubio, como si le importara poco la progenitora del niño.

—¿Cuántos años tiene el niño?

—Dos años y se llama Kenji pero no viniste hasta aquí para saber de mi hijo, así que habla ¿Que quieres?

—Yo quería disculparme por lo de ayer, aunque no fue tan en vano ya que si ocurrió algo entre ustedes pero ya sabes, no sabía que tenían ese tipo de planes ellos.

Secretos Oscuros [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora