Maktub (Gojo Satoru)

Capítulo 21

Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio: 2000

En las grandes instalaciones del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio se puede ver a un adolescente de complexión alta y delgada que si se mira con detenimiento al joven se puede apreciar de lo atractivo que es. Además, lo que más llama la atención de él son esas oscuras gafas de sol que lleva incluso dentro de las instalaciones, dándole al adolescente un toco juguetón. Mientras el albino seguía su andar, con una egocéntrica sonrisa en el rostro por su gran atractivo que sabía desde el día que nació. Ya que desde que tiene capacidad de recordar, todas las personas le han recordado lo atractivo que es. Pero hay que recordar que no por nada él es Gojo Satoru, la persona que ha desequilibrado la balanza del Mundo, no solamente por haber heredado los Seis Ojos.

En estos momentos el albino tendría que estar en clase o realizando alguna misión, pero por la repentina llegada e incorporación de una nueva alumna a 1 año, se les ha dado a todos los alumnos del Curso el día libre. Por ese hecho ahora mismo Gojo se encuentra deambulando por los pasillos sin ningún rumbo en concreto. Hasta que llega delante del invernadero y sin pensarlo mucho entra dentro del lugar. 

Dentro del lugar se puede apreciar un camino de tierra que se adentra más hacia el interior y alrededor está repleto de plantas exóticas. Que a su alrededor revoleaban diversos insectos, pero lo que más destacaba era esa mariposa roja. Gojo siguió al insecto por unos largos minutos, hasta que el animal se paró delante de la fuente que está situado en el centro del invernadero. 

Con curiosidad rodeo la fuente yendo hacia esa energía maldita que por alguna extraña razón me es familiar. En el momento de llegar al otro lado de la fuente veo una figura no muy lejos del lugar en donde me encuentro. La joven desconocida se encuentra de espadas, dándole una aura misteriosa. Camino hacia la chica a la vez que miro los alrededores de ella, mientras me quito las gafas de sol. En el momento que iba a verla de frente, la susodicha se gira de golpe dejándome verla por completo. Lo primero que veo son esos ojos, esos hermosos ojos como dos rubís, que hacen que no quiera quitar la mirada de ellos.

En eso la miro mejor, dándome cuenta de que ella, además, de esos hermosos ojos tiene una larga cabellera azabache que combina a la perfección junto con su delicado rostro que parece de porcelana. 

Ella no ha cambiado nada desde la primera vez que vieron, no, incluso ahora es más linda que antes.

- Hola...- hablo al ver que aún se encuentra sorprendida por mi repentina aparición en el lugar.

- Hola...- responde dubitativa, pero aun sin quitarme la mirada. 

- Es un placer.- digo delante de ella con una sonrisa juguetona.

- Sí, es un placer soy...

- Susuki Tn, lo sé.- interrumpo, mientras me inclino haciendo que nuestros rostros estén en la misma altura a escasos centímetros de distancia.

- Entonces, es un placer conocerte al final Gojo Satoru.- me responde mientras me sonríe.- Pero es extraño, porque siento que ya nos conocemos de antes.

- Tal vez en tus sueños nos hayamos conocido, Suki.

- No lo creo Gojo-san.- me responde amablemente.

- No seas tan formal Suki, llámame Satoru o si prefieres llamarme futuro novio o mejor aún marido.- le digo juguetonamente.

- Pero no creo que seamos tan cercanos como para llamarnos por nuestros nombres Gojo-san.- contradice.

- Bueno tal vez tengas razón, pero el primer paso para volvernos cercanos es que me llames por mi nombre Suki.- le respondo, para luego reincorporarme.