🔹𝐴𝑧𝑢𝑙𝑎𝑑𝑜🔹

Una inaceptable conducta

𝐷𝑖𝑐𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒, 𝑀𝑜𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑅𝑒𝑦, 𝑀𝑒𝑥𝑖𝑐𝑜.

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Las vías de todo San Vicente se encuentran aglomeradas de una inmensa multitud de ciudadanos. Algunos circulan por medio de sus automóviles, y otros através del pobre esfuerzo de sus pies. Aún con las claras diferencias, existe un objetivo paralelo entre ambos; comprar los regalos de esta navidad.

Ciertamente, las vísperas de noche buena, producen en el colectivo, un extraño sentimiento de felicidad y goce como ningún otro. El hecho de  pensar en la familia, en la comida, y en lo que significará convivir con ellos es fenomenal.

El ambiente lo deja divisar con las decoraciones en las fachadas de los hogares; con los villancicos; y con la siempre presente canción de Mariah Carey. El sello que termina por enaltecer a las temporadas invernales; llenas de frío y chocolate caliente.

Los adornos navideños rodean cada espacio entre los edificios y los parques. Todo es tan colorido y lleno de felicidad, que sencillamente es impensable un escenario en donde no exista la alegría…¿Cierto?.

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Bueno, mientras que todo San Vicente disfruta de manera dichosa con sus seres queridos esta noche buena, un chico en un hospital, con todo el dolor en su corazón, recibe la peor noticia de su vida;

-Lo sentimos, pero su madre acaba de fallecer -

Aquellas palabras que se adentraron en su cabeza, y que a altas horas de la noche, le obligaron a abandonar el hospital. Sin algún tipo de remordimiento hacia su mejor amiga y los familiares que allí le acompañaban.

El sujeto del cual hablo es Michael; un joven que tuvo una infancia difícil. El cual quedó al mando de su difunta madre al su padre fallecer en un accidente automovilístico a la prematura edad de cinco años. Mismos que desde entonces, le pasaron factura en cuanto al peso emocional y económico del hogar se refiere.

Él en estos momentos, se encuentra caminando sin rumbo aparente; totalmente desolado y triste. Pensando en que quizá alcoholizarse podría ayudarle a deshacerse de todo aquel tormento. Del mismo que le carcome y  lo sumerge en una migraña persistente.

Aunque le cueste admitirlo, la ausencia de su madre le hace demasiado daño. Y no es para menos. El hecho de imaginarse enterrando al último pariente de su familia, es un escenario realmente devastador. Uno que ni siquiera el más cuerdo quisiera vivir.

El sentimiento que significa perder a un ser querido es arrollador; incluso para un testarudo Michael. Quién muy a pesar de los regaños, y las siempre duras advertencias de su mejor amiga; en pleno parque, consume hasta la última gota del tequila a su disposición. En plena vista de los transeúntes; en específico de una sorprendida señorita.

Y es que no muy a la lejanía, una jovencita que estribaba con cansancio su cuerpo, logró percatarse de aquel alma desahuciada a escasos metros de ella. Quien inclinado sobre si mismo, sorbia con imprudencia de una enorme botella de licor.

Esta muchacha es Sofía, una chica que en un acto de rebeldía, escapó de su hogar en plena víspera de noche buena, con el propósito de encontrar algún tipo de empleo en todo San Vicente.