Introducción

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Lo más probable es que en este exacto momento se estén preguntando ¿Héca... quién?...

¡Hécate!... Sí, esa soy yo. Una diosa que fue casi olvidada por la historia, y de quién sólo existen algunos registros conocidos por un selecto grupo de personas a lo largo de los miles de años de mi existencia.

Soy hija de Asteria, diosa de las estrellas, llegué a este mundo como una reaparición de mi abuela, Febe, la diosa lunar. A mí, me conocen como la madre de todas las brujas, gobernadora suprema de las fronteras entre el mundo de quienes viven y el de los espíritus.

Al menos así era, hasta que al maldito Zeus se le cruzó entre ceja y ceja una sola idea, con la cual yo no estaba de acuerdo. Él es el culpable de todo, aunque por muchos siglos pensé que yo lo era.

Llevamos eones en esta batalla, y yo tan solo quiero recuperar todos los fragmentos del único ser que he amado en esta infinita eternidad.

Todo este movimiento feminista que se ha conocido a nivel mundial comenzó conmigo, aunque debo admitir que también en él hay otros dioses entrometidos que se han aprovechado para intentar desvirtuar el motivo central de mi lucha.

Siempre las he querido proteger, mi línea de trabajo es la protección de las féminas que son abusadas en cualquier sentido.

Y ¿por qué?

Simplemente, porque cuando yo era humana, también yo lo fui...


HécateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora