Mx o T o NE

Cuéntame más

Francia buscaba respuestas, por una historia que quedó a medias entre ellos dos, así que con miedo pero decidido fue a las cárceles que ONU tenía, a buscar respuestas, a tratar de escuchar por fin aquella historia que se quedó a medias de contar.

Buscando entre tantas celdas por fin encontró un sollozo, una persona que lloraba, aquel que le contaría la historia que él siempre deseaba escuchar por fin completa.

Francia- Ha pasado tanto tiempo Mex o tal vez debería de llamarte mejor, Mexica.

México al escuchar su voz se levanta y corre a abrazarlo, puesto que no tenía nadie más a quien contarle, y que de verdad entendiera la historia que jamás terminó de contar pero que ya no valía la pena seguir teniendo en secreto.

Mexica - No importa cómo me llames pero... Te agradezco que hayas venido a verme, no pude imaginar a nadie mejor para pasar los últimos días de mi vida.

Francia- Pues si estos serán los últimos días de tu vida, quiero pedirte un favor cuéntame toda la historia... Me acabo de enterar de la razón por la que eres tú pero no... No todo lo demás.

Mexica - pues si eso es lo que deseas está bien te contaré todo así que... Toma asiento porque esta será una historia muy larga.

Te explicaré un poco de cómo pasó todo. Al inicio Maya y Olmeca nos crearon a mí y a mi hermana para ser las siguientes caras de lo que sería el territorio que ahora represento, sabíamos que al final todos morirían para que nosotros quedáramos como el rostro del territorio pero en ese momento los humanos fueron invadidos por la corona española.
Así que Imperio Español también tenía derecho de proponer a alguien para hacer un representante. Con muy poco tiempo creo a Nueva España, tenía demasiados defectos... Su magia era débil, su cuerpo era frágil y su mente era tan fácil de manipular pero, aún así Azteca y yo nos propusimos entrenarlo bien porque sabíamos en el fondo... Muy en el fondo que nosotros terminaríamos perdiendo contra ellos, y él se quedaría como la cabecilla de aquí... Y conforme pasaba el tiempo más nos confirmaban ése miedo que teníamos.
Aún recuerdo el día que llegaron, Imperio Español se disculpó con nosotros porque él no deseaba que las cosas fueran así, y detrás de él se asomó una pequeña cabecita era Nueva España, y muy a lo lejos tratando de ignorarnos, el sucesor de Imperio Español... Le decíamos España sin saber que en un futuro así se llamaría, él desde el principio estaba muy reacio en acercarse a nosotros, podría decirse que hasta nos tenía asco pero pasaron muchas cosas y él y yo terminamos hablando por primera vez, un día en que de repente Imperio Español se desapareció durante una semana, y él tenía que estar acompañando a Nueva España a todos lados y justamente esa semana me tocaba a mí cuidarlo.

Pasamos los primeros días prácticamente sin hablar, y poco a poco ya sea entre regaños y burlas empezamos a entablar conversaciones más largas, incluso después de que Nueva España tenía que irse, él se regresaba y platicaba un rato más conmigo. Cuando Imperio Español regresó las pláticas seguían, sus conversaciones eran tan elocuentes, tan serias... Pero verlo hablar, cuando salíamos por las noches a caminar y hablar durante horas, verlo sonreír al contarme las cosas que le gustaban o salir durante el día y verlo pintar cada flor hermosa que encontraba era un deleite para mí... Y sin darme cuenta él también fue un deleite, su piel blanca, sus ojos brillantes, su cabello castaño, su voz hipnotizante y tranquila, todo en él hacía que no pudiera dejar de verlo y de vez en cuando notaba que él tampoco dejaba de verme, pero aún así ninguno se decía lo que sentía por el otro.

En una de las ocasiones en las que salíamos a caminar para ver flores y dejarlo pintarlas, la lluvia nos alcanzó y nos escondimos debajo de unas ramas, nos reímos durante mucho rato tratando de ver de quién era la culpa por tardarse más, y en lo que esperábamos, nuestras miradas se encontraron hubo un momento de silencio, sin pensarlo nos besamos... Fue tan corto pero tan suave que pensé que estaba soñando, él se avergonzó inmediatamente, pero yo lo atraje y lo volví a besar porque siendo un sueño o no, no perdería esta oportunidad. No pasó nada ese día después de eso, no nos dirigimos la palabra pero yo estaba feliz de saber que no era un sueño.