"¡Sean todos muy bienvenidos al Circo de Peculiaridades del famoso paraíso tropical la Isla Quesadilla! En este circo encontrarás todo tipo de criaturas grandiosas y nunca antes vistas en otro lado, así que por favor, entra a nuestro circo y disfrut...
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Viernes por la tarde, el circo siempre es un caos durante la que será su primera noche de presentación, después de todo solo tienen un par de horas para arreglar los últimos detalles antes de que la gente comience a llegar.
Los artistas del circo se preparan con sus ropas llenas de colores llamativos y brillos, algunos de ellos se maquillan y pintan su piel para resaltar los aspectos de su cuerpo, aunque saben bien en que se fijará toda la gente y eso no serían los llamativos colores de su rostro.
Missa estaba sentado en un banco alto mientras dejaba a las manos expertas de su amigo Roier trabajar en su maquillaje, como siempre lo hacía antes de un show pues después no tendría tiempo para arreglarlo. La gente pasaba a su alrededor apurada, otros monstruos estaban practicando un poco lo que sería su espectáculo para poder dejar una buena impresión a ojos de la Federación, a nadie le gustaba ser castigado.
Entre tanta gente pudo ver al hombre de blanco, el que siempre los acompañaba y les daba las noticias de parte de La Federación, aquel que nombraron como "Cucurucho" al notar que no sabían su nombre real y que este mismo se negaba a dárselos, él era el que siempre hacía promoción de su circo y cumplía con el papel de ser el director del mismo.
—Cucurucho me da cosita— soltó en un suave murmuro para apartar la mirada, enfocándose en su amigo nuevamente —No habla mucho con nosotros pero siempre está ahí ¿No se te hace raro?
—A veces— Roier se apartó un momento para confirmar que su trabajo estaba saliendo bien —Pero también es muy amable de repente, convence a la federación para darnos nuestros caprichos y nos sigue el juego ¿Recuerdas la carrera de barcos de papel? Incluso él participó.
—Lo sé, a veces es divertido estar con él pero sigue siendo lo mismo— después de un suspiro cerró sus ojos, dejando que la araña se acercara para hacer un delgado delineado de color lila sobre sus ojos —Sigue siendo raro, ya va a ser un año de que comenzamos a presentarnos en shows pero nunca he visto su rostro.
—Nadie realmente lo ha hecho, pero ya sabes, igual y no le gusta su cara por feo.
—¡Roier!
—Ots, como si no lo hubieras pensado tú también.
Entre risas ambos se separaron, Missa se levantó del banco para acercarse a un espejo y sonreír, Roier podía hacer un increíble trabajo con el maquillaje, tal vez era por su experiencia en su antiguo trabajo antes de llegar al circo.
—Gracias por la ayuda Ro, algún día tendré que aprender a hacerlo yo también.
—Nanana, mamadas Missa— Roier se acercó detrás de él en el espejo, poniendo sus manos en sus hombros como apoyo —Te lo debo después de como nos ayudaste a Cellbo y a mi con los anillos, además de que eres un buen amigo.
