Capítulo 1

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Iba volando en mi animal místico, una serpiente emplumada blanca con alas y, al igual que yo, llevaba armadura. Shield iba a toda velocidad. El viento acariciaba mi rostro y su cabeza con tal fuerza que casi salgo volando del lomo de el animal. Hacia donde iba? no lo sé, a lo lejos se podía divisar una torre como si fuera una pincelada negra en este inhóspito y rojo paisaje.

Esa torre cada vez se iba haciendo más grande hasta que logré distinguir la estructura de donde salía ésta y una masa de personas y cosas voladoras que... luchaban? entre si.

A medida que me acercaba pude ver que lo que había en el cielo no eran nada más ni nada menos que dragones y en la tierra personas con alas, orcos, golems de todo tipo, lo que parecían ser vampiros, hombres lobo, gigantes y muchas cosas más, y, lo más extraño, es que no me sorprendió ni un poco.

-Shield, elevate.

-Si amo- se escuchó en mi mente con voz grave y solemne e inmediatamente la serpiente empezó a cobrar mucha altura, tanta, que los grandes dragones parecían personas y mi cabeza me daba vueltas por la presión.

Íbamos volando a una gran velocidad por encima de las blancas nubes hasta que un chorro de fuego nos cortó al paso y nos hizo parar súbitamente; de ese agujero en el esponjoso suelo de nubes surgió un enorme y amenazante dragón negro que nos miraba como si fuéramos su almuerzo.

-Rindete elegido,- ¿elegido?- sublimate al poder de Los Exiliados- siguió hablando en mi mente el dragón, sin dejar de mirarme fijamente con sus hipnóticos ojos amarillos- comandado por nuestro amo y señor, y su reina, la segunda elegida.- no sé por que, pero lo ultimo que dijo hizo que a mi pecho le diera una puntada de dolor- Sus tropas no podrán contra nuestro poder-rió- solo mírate.- no lo dejé seguir ya que salté con cólera de la espalda de Shield. Desplegué mis hermosas alas azules y, a toda velocidad e invocando al fuego divino que me cubrió completamente haciéndome parecer una bola de fuego blanco, desenvainé mi espada y la clavé en el dragón que explotó inmediatamente en un haz de luz lastimándome más de lo que ya estaba.

Mis alas dejaron de funcionar debido a la explosión y empece a caer - Shield.- grité y mi animal místico me atrapó al vuelo- Rápido, al campanario.- y esta vez sin responder, el animal llegó al su punto máximo de velocidad haciéndonos llegar al campanario al cabo de unos minutos. Entramos por la ventana, que daba a un enorme salón donde una enorme campana se situaba en el fondo.

-Shield- llamé con la voz rota- vete.

-Pero amo, mi deber es protegerlo.- replicó la serpiente con desesperación.

Me bajé de su lomo y me acerqué a su cara, la cual agarré, y uní nuestras frentes sintiendo el fuerte lazo que nos unía.

-Adiós Shield.- la serpiente desapareció por la ventana y antes de poder hacer cualquier cosa escuché como alguien me llamaba y como mi corazón se contraía con solo escuchar su voz.

-Luke...

Abrí mis ojos súbitamente y me tranquilicé al ver que estaba en mi habitación, traté de recordar lo que había soñado pero no recordaba absolutamente nada. Me estiré y permanecí unos minutos allí hasta que escuché unos suaves golpecitos en mi puerta.
-Luke levántate, que se nos hace tarde para la mudanza- gritó mamá del otro lado de la puerta. Si, hoy me voy a mudar, pues mi madre logró conseguir el dinero para la casa, y al fin alejarnos de mi padre.

Tras hacer las maletas, ducharme y vestirme, bajé a desayunar en el momento en que Paula, mi mejor amiga, entraba a la cocina. Es una suerte que, luego de haber tenido una larga conversación con sus padres, la dejaran mudarse con nosotros a otra ciudad; es raro pues parece que ella no le importa nada a sus padres, supongo que nunca los comprenderé.

Conexión (Cónicas del Angel 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora