Prólogo.

1.7K 207 40
                                    

El matrimonio de Park Jimin y Lee Joonho distaba mucho de ser una historia idílica. En sus primeros años, todo parecía perfecto, un auténtico cuento de hadas. Se habían casado a los 25 años, compartiendo la misma edad, y en aquel momento, habían creído ser almas gemelas destinadas a estar juntas. Tomaron la valiente decisión de unirse en matrimonio tan pronto como la ley permitió las uniones del mismo sexo en su país.

Sin embargo, en la actualidad, con ambos a punto de cumplir los 28 años, el arrepentimiento había llegado a sus vidas. Las expectativas iniciales se habían desvanecido, y enfrentaban una realidad mucho más compleja de lo que habían imaginado en un principio. Estaban a nada de firmar el divorcio, pero lo estaban intentando por el bien de sus familias, que no querían que el matrimonio se desvaneciera de esa forma.

Se mudaron a una inmensa residencia en un antiguo vecindario. La zona tenía un aire de decadencia, pero para Jimin, esa atmósfera misteriosa resultaba fascinante. Como artista dedicado al dibujo, creaba hermosas ilustraciones, pero su verdadera pasión residía en el terror. Plasmaba en sus obras monstruos escalofriantes que asomaban sus horripilantes figuras por ventanas diminutas, con ojos centelleantes y formas grotescas.

Joonho no podía evitar sentir aversión por cada uno de los dibujos que Jimin creaba. Anhelaba que Jimin cambiara su enfoque y comenzara a realizar obras normales, aquellas que no lo hicieran sentir incómodo cada vez que las miraba. A pesar de ser consciente de la pasión de Jimin por el género de terror, Joonho odiaba la idea de tener que seguir mirando sus perturbadores dibujos.

Cuando se instalaron en su nueva casa, Jimin de inmediato comenzó a bromear sobre la apariencia tan anticuada que tenía.

— Demonios, luce como el tipo de casa donde un loco mató a toda su familia con un hacha. — Murmuró Jimin, sosteniendo una caja repleta de sus obras. Tendría que llevarla al segundo piso, donde estaba planeando instalar su estudio.

— ¡No bromees sobre eso, Jimin! — Replicó Joonho indignado. Se había cortado el pelo de tal manera que ya no lo podía reconocer cuando lo miraba de reojo. Siempre le gustó su cabello largo.

— Bueno, bueno, lo que sea.

Subió las escaleras de dos en dos, y de inmediato percibió un cambio en la temperatura al alcanzar el segundo piso; era notablemente más frío que el primero. Los pasillos se extendían largos y anchos, evocando recuerdos de la casa de su abuela cuando era pequeño. Le resultaba difícil de creer que Joonho no se hubiese negado a vivir ahí, considerando lo paranoico que solía ser. No obstante, también era innegablemente ambicioso, para él, una casa de aquel tamaño era un sueño hecho realidad.

Caminó hasta el extremo del pasillo, llegando finalmente a la habitación que había seleccionado para convertirla en su estudio. La estancia era modesta en tamaño, cuidadosamente elegida para no invadir el espacio de Joonho y asegurarse de no hacerlo sentir incómodo en ningún aspecto. A pesar de que tenía plena conciencia de su talento como artista, tendía a minimizarse y subestimarse a sí mismo. Lo irónico era que la razón por la que habían adquirido esa casa en primer lugar era gracias a sus obras, que se habían vuelto increíblemente populares y habían sido la base de su nuevo hogar.

Dejó la caja en el suelo y echó un vistazo por la ventana polvorienta. El barrio se notaba tranquilo y los vecinos estaban lo suficientemente lejos para no molestarlo.

La historia de la casa no estaba envuelta en un pasado oscuro; antes de su llegada, había sido hogar de una apacible pareja de ancianos. Decidieron mudarse a la ciudad para estar más cerca de sus hijos. Todo parecía estar en perfecto orden, y no se ajustaba al cliché terrorífico que había mencionado en tono de broma apenas unos minutos antes. Sin embargo, no podía ignorar la inquietante sensación que le invadía. No comprendía por qué, pero parecía como si algo estuviera acechándolo constantemente, como si una presencia invisible se posara en su cuello y no lo soltara.

Mientras miraba hacia afuera, sintió a Joonho entrar a la habitación, probablemente para evaluar si el tamaño de su estudio era comprensible o necesitaba algo incluso más pequeño. En ese momento, no tenía ganas de seguir discutiendo con él. La fatiga lo invadía y su capacidad de respuesta se limitaba a monosílabos.

Afortunadamente, Joonho solamente lo abrazó por la espalda. Jimin suspiró, sintiendo como el peso se escapaba de sus hombros. Un Joonho contento por la nueva casa significaba poder dibujar tranquilo.

— ¿No te recuerda a aquella casa de Beetlejuice? — Preguntó riéndose suavemente.

Jimin se giró y, en ese mismo instante, se percató de que la habitación estaba completamente desierta.



〜♡

Nota: Holensss mi gente bella y saludos especiales a mis seguidores que siempre votan ❤️ este es un minific, son 10 capítulos en total, contando el prólogo y el epílogo, o sino serían 8 nada más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota: Holensss mi gente bella y saludos especiales a mis seguidores que siempre votan ❤️ este es un minific, son 10 capítulos en total, contando el prólogo y el epílogo, o sino serían 8 nada más. Estas historias las prometí ir subiendo cuando les pregunté en mi instagram @lemur.aristocrata que me dieran una palabra y yo les armaba una historia con la palabra. Esta es la segunda que mandaron recuerdo, la primera era ambrosía que también pueden leer. Espero les guste y eso. Se les quiere muxo, estoy tratando de llenar de historias este perfil aunque está difícil jdjdd. Besitos. Carlitos fuerans.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
EPÍGRAFE お化け KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora