Un maldito defecto.

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Un rubio se encontraba fumando en un esquina fría y deshabitada, hasta que llego el chico con el que habitualmente peleaba.

-¿Que quieres Marimo?-

-Quien diría que serías un lloron- Decía en tono de burla, para iniciar unas de sus clásicas peleas.

-Tsk, No estoy de humor para pelear-

-Me sorprende- Y de echo si, le sorprendió que el de ojos azul marino no quisiera pelear.

-Como sea, ¿a solo eso vienés?-

-Luffy está confundido, le extraño que le mintieras-

-Entiendo, hablare luego con el, si a solo eso venías... te puedes largar.-

-Okay.- En realidad Zoro estaba un poco preocupado por el rubio, su objetivo de aquella conversación era iniciar una pelea para poder hacer que el rubio dejara de estar tan serio... le parecía raro.

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-Con que el defecto sigue vivo- Decía un peli-azul.

-Que planean hacer- Contesto un preocupado peli-verde limón.

-Divertirnos.-

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Los sombrero de paja llegaron a una isla maravillosa, cada uno se fue por su lado, Nami de compras, Robin a la biblioteca, Luffy y Zoro a un restaurante y Sanji por recursos, los demás se quedaron ah cuidar su amado barco.

El rubio ya con todo comprado, fue a un lugar soleado, calmado y cubierto de césped, se sentó y prendió uno de sus cigarros.

Ya pasaron unos 10 minutos, se iba a ir, algo lo detuvo, un fuerte golpe en su espalda, le hizo estremecer todo su cuerpo... dio la vuelta y su rostro se oscureció... no eran nadie más que sus hermanos, bueno no todos...

-agh... ¿¡Que quiere!?-

-JAJAJA divertirnos- Dijo un Peli-azul.

Después de unas pequeñas palabras, Niji pisó con gran fuerza los dedos de el rubio, haciendo que este dejara escapar un grito de dolor, sus manos de cocinero estaba siendo destrozadas por su supuesta "familia"

Después de dejar en terrible estado las manos de el rubio, empezaron a golpear todo su cuerpo, haciendo que perdiera una gran cantidad de sangre.

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Los dos hermanos mayores se aburrieron, decidieron dejar a el menor tirado y desangrándose en el frío césped, que ahora era de color rojo.

Pasaron unos minutos, el rubio se arrastraba hacía el barco, ya llegando a tal lugar, sus compañeros pudieron ver aquella horrorosa imagen, se quedaron en shock por unos segundos, hasta que corrieron a ayudar, le preguntaron en distintas ocasiones al rubio ¿que ocurrió? Pero se negaba a contestar.

Pasaron las semanas, el oji-azul no entro ni un momento a la cocina, y todos su amigos-... intentaron animarlo, unos más que otros.

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¿Que cosas le habrán dicho sus hermanos al rubio?

Publicado:

23/09/23

1:19 pm en Chile

Palabras:

440

𝖴𝗇 𝖺𝗅𝗆𝖺 𝗌𝗂𝗇 𝖺𝗆𝗈𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora