Closer || Jeonghyo (G!P) [Omegaverse]

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Nota de autor:

¡Antes de empezar! 

En este fanfic los deltas solo existirán cuando un alfa es obligado a tener relaciones sexuales con otro. Así que Jihyo, Sana u otro alfa que mantenga una relación alfa x alfa en esta historia no se convertirá en delta al ser marcado. Pero este tipo de relaciones sí serán juzgadas por la sociedad. 

Eso es todo. Les mando besos a mis homosexuales.

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—¡Unnie, muévete! —Gritó exasperada Soyeon desde el primer piso. 

Estaba esperando que su hermana la llevara a la secundaria, pero la alfa hoy se estaba tardando mucho. 

La alfa bufó mientras bajaba las escaleras. Su hermana era muy molesta.

—Deja de gritar, Soyeon. —Regañó. 

—No entiendo porqué no me compran un auto. —Dijo la menor. —Cada día que voy en tu auto es un castigo. 

—¿Tal vez porque eres una cría sin responsabilidades? 

—¡Claro que no!, estoy por salir de la secundaria. 

—Si es que pasas. —Reprochó. 

—Claro que voy a pasar. A diferencia de ti, yo sí voy a pasar con honores. —Recriminó y la alfa rio. 

—Ya lo veremos, enana. 

Al terminar su estúpida pelea que demoró más de lo pensado, salieron de su grande casa (mansión) hasta llegar al lujoso auto de Jeongyeon. Ambas se montaron en él, mandándose miradas de odio antes de entrar.  

El padre de las hermanas Yoo es un reconocido cantante, y su madre una hermosa omega modelo también bastante reconocida. Los señores Yoo, por sus ganancias, decidieron crear una agencia de entretenimiento donde le dan oportunidades artísticamente a jóvenes. La empresa ganó reconocimiento, siendo así una empresa reconocida mundialmente. 

Todo este dinero hizo que los padres se alejaran de sus vidas, restándole importancia a su maternidad y paternidad. Los hermanos Yoo fueron criados por su abuelita, quien les enseñó lo más que pudo. Los señores Yoo, para no sentirse deficientes como padres, les dan todo lo que quieran económicamente. Ellos solo piden y sus padres se lo conceden.

El hogar Yoo está prácticamente habitado por Soyeon y Jeongyeon, ya que el hermano mayor se la pasa en fiestas y su abuelita decidió vivir en una cabaña sin muchos lujos. 

La relación con el mayor jamás fue buena, pues es un inmaduro caprichoso que no puede siquiera cuidarse a sí mismo. Sumando que el hombre no trataba bien a Soyeon y con Jeongyeon siempre trataba de quitarle lo suyo, envidiándole todo lo que ella lograba o rebajándola. 

Jeongyeon y Soyeon, a pesar de sus peleas matutinas, se quieren mucho.

—Unnie, ¿puedo preguntarle algo? —Habló Soyeon. 

—¿Desde cuándo pides permiso para preguntarme algo? —Se burló. —Siempre me preguntas directamente. 

La omega giró sus ojos. 

—Ya no se puede ser respetuosa, después no te quejes. —Jeongyeon elevó su hombros. —Anoche escuché una conversación de Kai con sus amigos... —Empezó. —y escuché que papá le fue infiel a nuestra madre...—Jeongyeon abrió sus ojos sorprendida. No se esperaba para nada escuchar esto. —Él dijo que fue hace años, dos años antes de mi nacimiento. Dijo que le había sido infiel a mamá con una modelo, justo amiga de ella. También aseguró que puede que tengamos otro hermano o hermana el cual papá no se quiso hacer cargo. 

La alfa detuvo el auto al estar frente a la secundaria de su hermana. La miró serenamente. 

—El mismo años que sucedió, mamá y él empezaron a pelear todos los días. —Empezó Jeongyeon. —Abuelo decidió enviarlos a un viaje en forma de reconciliación, ya que no le convenía que se separaran. Al viejo siempre le importó las opiniones. En el viaje lograron reconciliarse y naciste tú. Sin embargo, nunca escuché que hay otro Yoo. Supongo que Kai, al ser el primogénito, entendía más la situación que yo. —Explicó con total calma. —Padre nunca confirmó su infidelidad, pero sí había pruebas que afirmaban aquello. Era obvio que le fue infiel. Nuestros padres cortaron cualquier contacto con la amante. —Terminó. —¿A qué viene todo esto? 

—¿No te da curiosidad conocer al otro hermano?

—Ni siquiera sabemos si hay otro, Soyeon. Y si así fuera el caso, es mejor dejar las cosas como están. 

La omega bajó su cabeza confusa ante las palabras rígidas de la alfa. 

—Lo siento, Unnie...

Jeongyeon la miró y se regañó por comportarse de esa manera. 

—Está bien, enana. —Sonrió. —¡Oh, mira!, Yuqi acaba de llegar. 

Los ojos de la menor se iluminaron, y como pudo salió del auto.

—¡Adiós, Unnie! —Se despidió al bajar. 

Cuando Jeongyeon estuvo sola, gruñó enfurecida. Por culpa de su idiota hermano ahora Soyeon sabía todo, y estaba segura que la omega no iba a descansar hasta dar con la amante de Wooyoung.

Condujo hasta su universidad, ya más tranquila. Cuando llegó, aparcó el auto y bajó de él. A sus fosas nasales llegó el rico olor de sidra y laurel. Lo reconocía. Se detuvo y miró a su alrededor, sonrió cuando vio la figura de la alfa rubia. 

Ella estaba bajando su moto, concentrada en ello.

Sonrió y decidió acercarse a ella. Utilizaría la excusa de exigir disculpas.

Cuando la rubia estaba agarrando sus llaves, saltó al sentir el aliento caliente de alguien chocar en su nuca. 

Se molestó cuando percibió el maravilloso aroma de aquella alfa. 

—¿Te asustas así de rápido? —Rio. —¿En serio eres alfa?

Frunció el ceño y resopló.

—Solo me asusté. —Hizo a un lado a su contraria y caminó hacia la entrada. 

—Hubiera sido mejor si saltabas en mí. 

La rubia se detuvo y miró sorprendida a Jeongyeon. 

—¿Qué dijiste? 

—Nada. 

Jihyo corrió a ella, olvidándose del espacio entre las dos. 

—¿Acaso me estás coqueteando? —Cuestionó.

—¿Yo?, já, nunca lo haría. Solo quiero escuchar tus disculpas. 

Jihyo resopló y se separó un poco.

—Olvídate de eso. 

—Nah, me las pedirás. En cualquier situación lo harás, e incluso te haré gritarlo.

¿Jihyo había escuchado bien?

Justo cuando iba a responder, la alfa ya se había ido. Se le estaba haciendo costumbre dejarla con las palabras en la boca.