Closer || Jeonghyo (G!P) [Omegaverse]

11

Al llegar a la universidad, estacionó su motocicleta y bajó de ella. Hoy no se encontraba la alfa Jeongyeon.

Inevitablemente pensó en las palabras de ayer. Ahora se acordaría de eso cada vez que estacionara. 

Podía estar equivocada, pero habían señales. 

—Dedo estar loca... 

Caminó hacia la entrada, yendo despacio para poder entender todo lo que pasó en unos segundos. 

Paró en seco cuando vio a Mina con Sana compartiendo un beso... íntimo. Se sonrojó por ver aquello, así que decidió ir más rápido. Justo cuando estaba al lado de aquellas, siente su cuerpo ser llevado a algún lado y acorralado contra el muro. 

Al notar quién es, empieza a sentir todo su cuerpo caliente y su loba saltar feliz. 

—¿Q-Qué haces? —Ni se iba a esforzar en ocultar sus nervios y sorpresa. 

—Cumpliendo mi promesa. —La voz profunda de Jeongyeon la hizo volar. 

La mano de la alfa en su barbilla la obligó a voltear su rostro y darle espacio a acercarse a su cuello. La respiración caliente y pesada chocó contra su piel, calentándola aun más.

La grande mano de la castaña seguía en su barbilla, pero ahora con su dedo pulgar dar suaves caricias. 

Estaba en el cielo. 

Jeongyeon olfateó todo lo que quiso, cubriendo su mente con el enloquecedor aroma de Jihyo. Se acercó a la piel de su cuello y con su nariz rozó. Sintió a la alfa contraria moverse algo inquieta, así que decidió aproximarse a lo siguiente. 

Sus manos fueron a parar en la cadera de la alfa. A pesar de haber quitado su mano de la barbilla, Jihyo siguió permitiéndole la piel expuesta de su cuello.

Con un brazo se apoyó en el muro, y el otro siguió en la cadera. Su rostro volvió al cuello, pero esta vez optó por lamer la zona. 

El cuerpo de Jihyo se tensó y esta cerró sus ojos con fuerza.

Se sentía muy bien... 

Al no ver negación por parte de la rubia, Jeongyeon dio otra lamida. La alfa al frente de ella abrió su boca y jadeó. 

A favor de la cercanía, sintió que el miembro de Jihyo empezó a despertarse. Sonrió victoriosa. 

—¿Te gusta? —Le susurró al oído. 

Gruñó por el dolor ante tener su miembro guardado. Ella ya lo tenía erecto. 

Jihyo asintió. 

El agarre en las caderas de Jihyo se intensificó. La alfa abrió sus ojos por primera vez, sorprendida por la nueva cercanía que creó Jeongyeon. Nunca había hecho esto. 

Los dos miembros erectos se rozaron, ya que la alfa castaña acercó sus caderas a las de ella. La rubia jadeó de nuevo. 

La ropa estaba de por medio, y comenzaba a sobrar, pero Jeongyeon decidió darle un merecido a la alfa, por lo que lo dejó así. 

Echó su cabeza hacia adelante cuando los movimientos fueron más fuertes y rápidos. Con su frente en el muro, aprovechó y mordió el lóbulo de la contraria. 

Por primera vez escuchó el gemido reprimido de Jihyo. Provocó que su cuerpo se calentara mucho más, por lo que empezó a dar estocadas que hacía a Jihyo subir un poco su cuerpo. 

Se sentía maravilloso. 

Y es que, en el camino, justamente su celo llegó. Se había olvidado completamente de este, por lo que no lo predijo. 

Jeongyeon cambió los movimientos rápido, ahora volviéndolos lentos y duraderos. Las estocadas eran más precisas, logrando que Jihyo gimiera sin reprimirse. La rubia se sostuvo de los hombros anchos de la alfa. 

—¿Jeongyeon?, ¿Jihyo? 

Ambas se sobresaltaron por escuchar una nueva voz. Jihyo se separó con esfuerzo del cuerpo de la alfa.

Vio a Sana, Mina y una chica pelinegra observándolas con la boca abierta. La pelinegra, aparentemente omega, estaba levemente ruborizada y por su frente bajaban gotas de sudor. 

—¿Qué acabo de ver? —Pronunció Mina.