Noche de té (Anakin x Obi-Wan x Cody)

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Durante la sangrienta batalla de Geonosis, Cody recibió el triste recordatorio de que podía perder al general Kenobi en cualquier momento.

Teniéndolo herido frente a él, lo rodeó con lo que quedaba de sus hombres y se dijo a sí mismo que lo defendería hasta el final. Afortunadamente los refuerzos llegando para ayudarlos le devolvió el alma al cuerpo. Un día más.

Un día más para ambos.

Cody miró a su alrededor y sus ojos se detuvieron en el General Skywalker que hacía acto de presencia junto a su padawan. Cientos de muertos, miles de heridos y naves completamente destruidas, había sido una masacre...y sin embargo ese Jedi seguía allí, sin ningún rasguño.

El comandante clon no sabría explicar desde cuándo empezó a desear que el Jedi oscuro no volviera del frente. Pero sí el porqué.

Cody estaba enamorado de Obi-Wan. Y Anakin era un obstáculo para llegar a él.
Rex le había confiado bajo un máximo juramento de confianza que el "elegido" había contraído matrimonio en secreto con cierta senadora de Naboo y si eso era cierto, ¿Porqué se comportaba tan posesivo con Kenobi?
Cada vez que él intentaba acercarse a su general, era imposible porque Skywalker siempre estaba cerca.
Cuidando, acechando.

Pero Cody no se daría por vencido.

Siguió al general Kenobi cuando lo llevaron al área de sanaciones. Ignorando sus propias heridas, estuvo pendiente del otro.

El Jedi se recuperaba favorablemente de sus lesiones pero en un estado de inconsciencia. Cody se sentó al lado de su camilla y lo observó. La tranquilidad en el rostro del rubio logró sumirlo a él mismo en un estado de paz.

Sintió el deseo de tocarlo. Estaba solo en esa sala y podía hacerlo.
Tomó su mano con suavidad. La textura de su piel fría y nívea le hizo desear nunca soltarla.

"Fragilidad" fue la palabra que cruzó su mente y "Amor".

- Ojalá pudiera liberarte de esta guerra...- le dijo en un susurro - Quisiera darte tantas cosas.

Supo que era momento de retirarse. Cubrió bien a su general para que no sintiera frío y se fue cojeando por los pasillos. Los dolores de la batalla recién hacían presencia en él.

*******

El gusto de Obi-Wan por el té, no era un secreto para nadie.
El corazón de Cody latía un poco más rápido de lo normal mientras se dirigía al camarote de su general a través de los largos pasillos de la nave.
Llevaba una pequeña caja dorada con él, la había conseguido con todos los créditos que le quedaban. Era té de muy buena calidad.

Tocó la puerta con determinación, ése era el día. Le diría a Kenobi lo que sentía.

Obi Wan se hizo presente, su cabello mojado delataba que acaba de bañarse.

- Comandante Cody - dijo un poco sorprendido - ¿Pasó algo malo?

El clon se paró firme.

- General Kenobi, perdón por molestarlo señor. Pero simplemente pasaba por aquí y aproveché la ocasión para entregarle esto - dijo un poco nervioso extendiendo la cajita hacia Obi-Wan.

Cuando el Jedi tomó el paquete y vió lo que había dentro, sonrió.

Cody sintió que perdía el equilibrio ante ese gesto.

- Pasa por favor- le dijo mientras se hacía a un lado - Vamos a disfrutar esto juntos.

Mientras se sentaba, miró con disimulo el camarote de su general. Era simple, pero estaba todo muy limpio y ordenado. Todo olía a él.
Su mente divagó en la imagen de Obi Wan preparando el té en una pequeña casa de campo, lejos de la guerra.

Volvió en sí cuando el Jedi puso frente a él una humeante taza de té.

- No tuve la oportunidad de agradecerte por lo de Geonosis, Cody. Los soldados me dijeron lo que hiciste por mi. Te debo tanto.

- No me lo agradezca General - Cody sonrió y reunió todo el valor que pudo para tomar la mano de Obi-Wan que descansaba sobre la mesa. El Jedi se sobresaltó un poco pero no la alejó - Yo lo protegeré siempre, Obi-Wan.

Ambos se miraron en silencio. El Jedi analizando la situación y Cody esperando una respuesta.
Obi Wan estaba a punto de hablar cuando escuchó un portazo.

El clon supo que no necesitaba el poder de la Fuerza para sentir toda la energía oscura y sombría que invadió el lugar.

Anakin estaba parado frente a ellos con un semblante hostil. Su mirada paseó entre Obi Wan y Cody y se quedó fija en las manos de su maestro.

Obi-Wan se puso de pie con serenidad  y habló.

- Anakin, ¿ Una taza de té? Cody me trajo un regalo. Tienes que probarlo- mientras lo decía se dirigió a traer una taza vacía.

En ese momento Anakin y Cody aprovecharon para matarse con la mirada.

- Maestro hay algo de lo que deseo hablar con usted - agregó fingiendo tranquilidad - En privado.

- ¿Y no puede esperar? Estoy con el comandante Cody...

La ira de Anakin se hizo palpable.

- Me temo que no, maestro.

- No se preocupe, General - Cody se puso de pie - Volveré en otro momento para terminar nuestra conversación.

- Gracias, Cody - Obi-Wan asintió.

Cuando el comandante se retiró Anakin no dejaba de dar vueltas por la habitación.

- ¿ Qué demonios fue eso, Obi-Wan?- gritó exasperado - ¿Qué hacía Cody aquí y encima tocándote?

- ¿De qué hablas Anakin? - el rubio puso los ojos en blanco - ¿Qué no ves que estábamos tomando el té?

Anakin se acercó con furia e hizo volar la caja dorada de un manotazo.

Obi-Wan respiró tratando de controlarse y cerró los ojos.

- Si viniste a hacer un escándalo por tus celos enfermizos, sal de aquí. No estoy de humor.

- Me perteneces, Obi-Wan.

Anakin se acercó para intentar besarlo, pero el rubio ladeó su rostro sin mirarlo. Eso pareció enfurecerlo aún más y salió iracundo de la habitación.

Una vez solo, suspiró.
Esperaría a que su intenso compañero se tranquilizara para ponerlo en su lugar. 

Recogió cada uno de los sobrecitos de té que yacían en el piso. Pensó en Cody y sus extrañas palabras.
"Un momento de debilidad" se dijo a sí mismo y guardó la cajita con cariño.






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