Anécdotas Espaciales

La Visita I (VaderWan)

Habían pasado pocas semanas desde su encuentro con Anakin.
No... él ya no era Anakin.
Esa cosa, ese hombre, esa máquina o lo que fuera que quedaba de él.

La batalla que habían tenido había dejado profundas huellas en su mente, en su corazón y en su cuerpo. Cuando lo había dejado en Mustafar quemándose, Obi-Wan pensó que en ese horrible planeta había terminado su historia con aquel hombre que tantas marcas había dejado en su vida.

Y volverlo a ver cubierto en ese traje oscuro que no dejaba ver nada de él, había sido terrible. Su viejo aprendiz no había tenido la suerte de conservar siquiera su voz. Decidido a terminar lo que había empezado, Obi-Wan dió todo de sí para ganar lo que consideraba sería la batalla final.

Hasta que su sable penetró el oscuro casco y pudo ver una fracción de su rostro...

Ese fue el momento de quiebre para el Jedi.

Todo lo que habían vivido juntos hizo eco en su corazón. Y se derrumbó. Dejando a su contrincante herido y sin poder terminar con él.

Ahora sumido en su meditación, volvía a vivir cada segundo de su encuentro. ¿Porqué no lo había matado? ¿Porqué fallaba por segunda vez? ¿Porqué era tan difícil?

La respuesta latía en su mente, pero él no quería escuchar.

Darth Vader y los Inquisidores habían llegado muy lejos. Y él apenas había podido escapar de ellos. La situación se le estaba saliendo de control.

Tattoine ya no era un lugar seguro para el pequeño Luke.
Ya no era un lugar seguro para cuidar de su niño.
Tenían que marcharse.

Owen y Beru, no querían aceptarlo pero sabían que el Jedi tenía razón. Con mucha tristeza se despidieron, entregando al pequeño Luke.

Mientras empacaba sus escasas pertenencias, Obi-Wan se dió cuenta de algo; los años pasados en el desierto, la falta de agua y la escasez de alimentos habían cobrado una fuerte factura en él. Sentía que no había rastro del hombre que solía ser.

"Estoy cansado, siento que no puedo más" pensó para si mismo mientras acariciaba sus ásperas manos. "Pero debo continuar por Luke, él es más importante que mi vanal existencia"

Había analizado todas sus posibilidades y todos los posibles caminos que podía tomar. Y todo tenía un sólo fin en su cabeza.
El mejor sitio para esconderse, era en la propia guarida del lobo.

Así que Obi-Wan, llevando de la mano a Luke pagó por los boletos hacia Coruscant.

Muy arreglado, con sus vestimentas oscuras y su rostro perfectamente afeitado y perfumado, partió hacia su antiguo hogar.

Todos buscaban a un Jedi.

No a un padre turista que viajaba con su pequeño hijo.

- Tío Ben - la voz de Luke lo sacó de su ensoñación - ¿Es bonito dónde vamos?
- Es hermoso, te encantará - le dijo mientras lo abrazaba. La calidez de Luke siempre lograba reconfortarlo. Agradecía cada momento que podía compartir con él.

"Al menos lo era cuando lo dejé"

- El viaje será un poco largo, duerme querido.

- Está bien, tío Ben. - Luke se acomodó en el regazo de Obi-Wan y se durmió rápidamente, soñando con la ciudad de las luces mientras Obi-Wan se dormía también, lleno de esperanza por el futuro.

****

La imagen de Obi-Wan dormido con un pequeño niño, se reproducía en holograma en las manos enguantadas del Lord Sith.

- Serán nuestros en cuanto el crucero aterrice en Coruscant - la voz de un oficial retumbó en la amplia sala de Darth Vader - Sólo denos la orden, mi Lord.

- Me haré cargo de esto, personalmente. - la voz mecánica se hizo presente - Debemos darle una bienvenida apropiada a nuestros visitantes.

Hola! Tengo muchísimas ideas para esta historia, así que no continuará como historia corta.
La continuación la pueden encontrar en mi perfil, agradezco mucho sus comentarios y sus votos. Un abrazo!