El Secreto de Padme

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Sí, ella tenía la dignidad de una Reina.
Por eso nunca le contaría a nadie que se había enamorado de aquel joven Jedi, tan apuesto y educado que seguía con fidelidad a su maestro.

Trataba de entrar en un estado de negación, pero en cuanto tuvo que dejarlo frente a ese Lord Sith que parecía el mismísimo demonio en Naboo, supo que aquello era genuino amor.

Cuando llegó la noticia que aquella batalla había terminado con la muerte de uno de los Jedis, su cuerpo se estremeció pensando en que había sido el Padawan.
Sufrió hasta que lo vió regresar...
Sentía mucha pena por el destino de Qui-Gon, pero no podía contener el alivio de ver a salvo al joven rubio.
A Obi-Wan.

Sin embargo, el nisiquiera reparó en ella ni le preguntó si estaba bien. Sólo caminó como un espectro en silencio a través del palacio y tampoco se despidió cuando se fué.

Los años de su juventud pasaron envueltos en la política. Mantenía su mente ocupada y esperaba que el tiempo lograra robarle el recuerdo de ese hombre prohibido.
No esperaba volverlo a ver y que las mariposas aún hicieran un festín en su interior.

Pero allí estaba él, destinado a protegerla junto al pequeño Anakin convertido en todo un hombre ya.
Obi-Wan lucia algo mayor, pero la senadora pensó discretamente que su cabello largo y esa barba sólo realzaban su ya conocida belleza.

¿Porqué los Jedis tenían que prohibir el apego? ¿La consideraría Obi-Wan bonita ahora?
En sus momentos de soledad, se imaginaba a sí misma caminando del brazo de Obi-Wan por las calles de Naboo y yendo con él al lago. Dónde él juraría amarla y protegerla siempre.

Pero Obi-Wan era tan fiel a su código que la belleza de la senadora no lograba intimidarlo siquiera un poco.
Pero no así a su padawan.

"Ojalá él me mirara aunque fuera una sola vez como lo hace Anakin" - pensó.
Si fuera así, ella dejaría de morir un poco cada día y no pensar en conformarse con el aprendiz.

No era lo correcto.
Pero ambos estaban tan faltos de amor que se aferraron a las migajas que el otro le ofrecía.

Padme vé su reflejo de novia en los ojos de Anakin, indecisa por lo que acaba de acontecer.
Acaban de dar sus votos, en el lago donde soñaba con otro.

Cierra los ojos e imagina que va a besar a Obi-Wan.
Sin sospechar siquiera que Anakin, su esposo está imaginando exactamente lo mismo...











Hola!
Con este capítulo doy por finalizada la primera parte de Anécdotas Espaciales. Les agradezco muchísimo por leer y dejar sus comentarios que son el alimento para el alma de cualquier escritor.
Un abrazo! *.*




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⏰ Última actualización: Dec 02, 2023 ⏰

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