[01]

54 3 4
                                    

Nos habíamos mudado de Busan hacia Seúl, papá había sido reasignado en su puesto de trabajo; por lo que nos tocó mudarnos. Dejé todo atrás, mis amigos, mis lugares y escondites cuando quería escapar de la horripilante realidad en la que vivía.
Me sentía tan solo y era que, ¿qué podría hacer un chico de 16 años sin amigos, sin el apoyo de sus padres?

Mamá y papá peleaban constantemente, no había día en el que no discutieran. Eran como dos extraños viviendo bajo el mismo techo; luego estaba yo. Supongo que la historia de mi vida no es tan agradable que se diga. Luego de mudarnos, me la pasaba solo la mayor parte del tiempo; escuchando las discusiones y reproches de mis padres. Era un ambiente tan tóxico, nocivo y enfermizo.

El dolor y el sufrimiento son inevitables.

Las discusiones, los regaños, los golpes y la soledad seguían presentes. Mamá enfermó, tenía cáncer avanzado; pasados unos 4 meses murió. Papá estaba más violento que nunca, sacaba sus enojos y frustraciones conmigo. Insultos diarios, golpes cuando quería.
Me sentía más solo que nunca, hasta que llegó él.

── Hola, ¿quién eres? ─ me preguntó aquel chico mientras me mecía en los columpios de un parque cerca de mi casa.

── Jeon JungKook, ¿y tú eres?

── Kim TaeHyung ─ sonrió ─ Nunca te había visto por aquí, y eso que vengo seguido.

── Es primera vez que vengo por aquí, me mudé hace algunos meses pero no había tenido ganas de salir y explorar. Y no es que tenga amigos con los cuales salir.

Me dio una sonrisa cuadrada, era bastante lindo. Se sentó en el columpio que se encontraba a mi lado.

── Ahora ya tienes un amigo, yo también me mudé aquí hace algunos años. Vivía en Daegu, pero por cuestiones de economía y mejor futuro mi madre y yo vinimos aquí.

Esa fue la primera vez que hablamos, nos quedamos toda la tarde platicando, jugando y contando un poco de nuestras vidas; claro que omití los constantes maltratos de mi padre, me daba vergüenza hablar de eso. Y peor con alguien que acababa de conocer.
Perdimos la noción del tiempo, ya había oscurecido, papá iba a matarme; me despedí de Taehyung y me dijo que nos viéramos al día siguiente. Acepté.

── ¡¿Qué son estas horas de llegar, imbécil?! ─ gritó mi padre.

── Lo siento, padre, me quedé habla...

Sentí mi mejilla arder, me había dado una cachetada.

── Me importa una mierda lo que estuvieras haciendo, pero bien sabes que tienes que estar aquí para darme de comer. Pequeño inútil.

Una pequeña lágrima bajó por mi caliente y rojiza mejilla, asentí y me fui directo a la cocina. ¿Qué más podía hacer? El hombre me ganaba en fuerza y tamaño, además, no tenía a nadie y tampoco otro lugar para ir. Luego de que terminé de preparar la comida, me fui de inmediato a mi habitación a llorar como si no hubiera mañana.
Mis ojos rojos, hinchados, al ánimo y ganas de vivir por los suelos. ¿Qué estaba haciendo?

                                        
[...]

Ya habían pasado 3 meses, todos los días eran iguales, misma rutina, mismos insultos. Era demasiado frustrante, logré convencer a mi padre para que me dejara terminar la secundaria; no quería perder la oportunidad de graduarme. Quería ir a la universidad y ser alguien, no necesariamente ir a la universidad me haría "alguien" pero quería sentirme orgulloso de mí mismo, quería demostrarme a mí mismo que podía salir adelante aun viviendo en esa mierda. Como pude, me gradué, con todo el sacrificio, sacar fuerzas y motivación de donde no las tenía. Me había graduado justo en la fecha en que mamá había fallecido.

TaeHyung era mi único amigo, no veía la hora para que el reloj marcara las 3:00 p.m ya que a esa hora nos veíamos en el parque todos los días. Me encantaba pasar tiempo con él, me hacía olvidarme de todos mis problemas, nos divertíamos mucho. Logré sentirme a gusto, en confianza o... él me hizo sentir cómodo con su presencia. Finalmente tomé el valor de contarle todo lo que pasaba con mi padre, que mi madre no estaba conmigo hacía tiempo.
Al principio no supo qué decirme, era normal, ¿qué podría decirme un dulce chico de 16 años que nunca en su vida había pasado por algo similar? Sin embargo, siempre trató de ser empático con lo que me decía.

Kim TaeHyung lograba hacer que mi vida fuera un poco menos monótona.

Ese día que decidí contarle todo, me sentí un poco mejor. Sentí como si me hubiera quitado un gran peso de encima, había callado por tantos años. Le agradecí por escucharme, por haber estado ahí para mí, por ser mi amigo.
Eran las 7:30 p.m aproximadamente, regresé a casa con una sonrisa; no pasó mucho tiempo para que esa sonrisa desapareciera de mi rostro. Todo estaba tirado, vidrio esparcido por el suelo; cientos de botellas de alcohol vacías, papá había tomado, no era bueno.

Lo busqué pero no lo encontraba, hasta que escuché un fuerte estruendo que provenía de la cocina. Cuando entré, estaba tirando todos los platos, vasos, cada cosa que tuviera enfrente.

── ¡Padre, ¿qué haces?! ─ pregunté entre lágrimas.

── Hasta q-que te dignas a aparecer, pequeño idiota.

No pude articular palabra porque ya me tenía en el suelo, sus manos rodeando mi cuello; mi respiración entrecortada, me gritaba cosas, que por mi culpa empezaron los problemas entre mi madre y él, que nunca me quiso, que estaba avergonzado de ser mi padre.
Mi vista comenzó a nublarse un poco, ya estaba por darme por vencido; hasta que vi que a mi lado estaba un vaso, con la poca o nada de fuerza que me quedaba, lo tomé y lo estrellé en su cabeza. Se quitó de encima mío y pude recuperar el aliento, me levanté y me fui corriendo a mi habitación. Comencé a meter cosas a lo estúpido dentro de una mochila, estaba decidido a irme; ya no podía seguir viviendo en en ese infierno, en ese maldito bucle que nunca tendría fin.

Me importó poco como estuviera mi padre, ¿cómo podría importarme un hombre que estuvo a punto de matarme? Me salí, dejando todo atrás una vez más; con la diferencia de que esta vez no tenía donde ir, no tenía nada.
Deambulé por las calles, sin tener un rumbo fijo, sin tener ningún plan; tenía que irme lejos por si a mi padre se le ocurría salir y buscarme. Caminé y caminé hasta que mis pies dolieran, había llegado a otro parque, me recosté en una banca. Con frío, miedo, preocupación e impotencia.

Solo pude pensar en que dejaba atrás aquel chico que había sido mi soporte por tanto tiempo, perdóname, Kim Taehyung.

Drᥱᥲmιᥒg of ყoᥙ || 𝑇𝑎𝑒𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora