El egocentrico y la declaracion

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Desde que llegamos había notado como Tiago estaba nervioso, se ponía histérico por cada detalle, se paseaba por los pasillos con escobas, trapos y todo tipo de artículos para limpieza, y eso que yo pensaba que el departamento ya estaba limpio.

-quieres que ponga Lana del Rey para que te tranquilices y puedas respirar - Pensaba que se iba a tranquilizar, pero apenas me vio, su mirada me recorrió mi ser y puso una de sus caras de desaprobación.

- pero que haces vestida así, ya viste la hora - mire hacia abajo, estaba descalza y seguía con el pijama.

- pero así luzco fantástica - dije poniendo mis manos en mi cabeza y cintura como si estuviera posando. Pensaba que se reiría o algo, pero no, en cambio, me dio una mirada, que prácticamente decía "no me molestes ahora y has lo que te digo".

-Si viene mi primo y te ve así, después no quiero quejas, aparte ahorita estoy en medio de una crisis existencial, mejor ve y cámbiate como una reina
 -Me sentí un poco regañada, pero lo entendía y tenía razón si lo quería ver más tranquilo debía de ayudarlo.

-Solo respira quieres tiago - y me di vuelta para ir a mi cuarto -
-Por cierto, solo por hoy, no quiero peleas con mi primo - grito 
-No prometo nada - y aun de espaldas le saque el dedo del medio, sabía que podía verme en cuando empezó a reír.
-Madura jory, eres una futura doctora --Que se jodan, ahora deja cambiarme - y cerré la puerta de mi habitación.

 El olor a mar llegaba a mis fosas nasales. Amaba mi habitación, sin duda era de mis lugares favoritos, no se diga mi cama, con su colchón esponjoso y fresco, amaba el color blanco, así que las sabanas, mi tocador y varias cosas las tenía de ese color, esta vez mi escritorio estaba muy ordenado, casi todo estaba en su lugar, a excepción de mis maletas las cuales estaban tiradas en el piso con ropa a su alrededor.

Qué pena que solo duraría un rato ordenado .

Me tomé mi tiempo para bañarme, pero sin duda entré en colapso al elegir que ponerme, hasta que encontré una falda de mezclilla, y un suéter negro, se veía lindo hacía que me resaltara el tono bronceado que tome en las vacaciones, lo complemente con mis converse y mis aretes dorados, me arregle un poco mi cabello y rizos rojos caían tras mi espalda, un poco de labial y rimel, me puse perfume y me sentía lista para salir.

Salí de mi habitación, Tiago se había cambiado, ahora traía unos pantalones negros con una sudadera blanca, su cabello estaba totalmente revuelto y mojado.
Apenas iba a decir algo cuando el timbre empezó a sonar.

Por la puerta entro un chico un poco más bajo que tiago, jamás en mi vida lo había visto, pero se veía bastante buena onda. 
-Jory te presento a Fabricio - El chico se acercó a mí y me sonrió tendiéndome su mano y gustosa lo saludé, ya me caía bien.

-Jory mejor amiga de tiago - dije y el rápido respondió 
- si él me contó mucho de ti, espero conocernos mucho más - 

Poco a poco fueron llegando más personas 

-Que hay jory, ya nos extrañabas - Dijo el chico más alto Ramsés, pasando su brazo por mi espalda -

-Crees que nos extraña si apenas nos habla - Dijo Julián, mejor amigo de Ramsés 

- Chicos por dios déjenla hablar - Dijo esta vez la chica con el cabello negro llamada Silvana.

En esta habitación había 9 personas: Ramsés , Julián , Silvana , Delia , Darían ,Cristian , Carson y su novia, Amelia , Tiago , su amigo y yo 

-Quieren chismear un rato - dijo tiago y todos accedimos , eso era nuestra pasión 

Las horas estaban pasando y el chisme con los chicos era buenísimo, como el saber qué había rechazado a Julián después de confundir a su chica con otra .

Mi única condición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora