El clan | JUJUTSU KAISEN | GOYUU (Gojo x Yuuji) [Wang_Puppy7]

01

Wasuke Itadori miraba con la frialdad que había ganado en todos esos años siendo la cabecilla del clan Itadori, un grupo de las cuatro más grandes familias Yakuza de Japón. Sus ojos estaban fijos a cada movimiento de quien tenía frente, después de todo se trataba del joven y prodigio líder del grupo Gojo.

En Japón convivían las cuatro grandes familias, siendo estas: Gojo, Kamo, Zenin y Itadori.
Con convivir se refería a que pese a que tenían roce de vez en cuando, mantenían un viejo pacto de caballeros y dama, porque ahora con que el clan Zenin había sido tomado por la joven Maki algunas cosas habían cambiado pero casi todo seguia igual.

La más pequeña sin embargo era su familia, los Itadori no contaban con tanta gente como se imaginaba. Wasuke mismo esperaba que después de que él falleciera sus nietos estén por fin en paz sin que ninguno tomara el mando a futuro porque se había encargado de reducir el numero de peones a cero. Los únicos en aquella casa eran, sus nietos y él. Claro que también presentía que Sukuna tomaría su lugar puesto que era muy leal a su apellido, pero con Yuji a su lado no esperaba preocuparse mucho.

Con eso informado incluso a las otras familias, se sorprendia al tener a tal grupo en su casa. ¿Qué era tan importante para que él mismísimo Gojo Satoru estuviera en su posada a sabiendas de que su clan estaba a nada de ser disuelto?

¿Tal vez su nieto se había metido en algún problema?

Miro por su rabillo izquierdo intentado ver a su nieto que estaba a sus espaldas, Sukuna no tenía una personalidad precisamente pacífica como lo era su gemelo Yuji.

—¿A qué se debe esta repentina visita? —Empezó de una vez. Era viejo y no tenía la fuerza ni energía de seguir esperando a que el muchacho empezará a hablar.—, ¿Qué es lo que este joven líder busca con este anciano?

—¿Por qué tan cuidadoso? Como era de esperarse de un hombre tan respetado como lo es usted, demonio de las montañas, Itadori Wasuke.

—Tu padre solía llamarme así. —Wasuke le da un sorbo a su té.—, Mi familia se disolverá en poco tiempo, ya estoy viejo y no quiero que mis nietos vivan la vida que yo viví. Ya lo había informado a las familias, que en caso de que yo muriera-

—Abuelo, no digas esas cosas. —Yuji, quien estaba junto a Sukuna lo regaña. Escuchar que su abuelo hablara tan a la ligera de su muerte le molestaba y lo ponía triste.

—Deja de cantar tu muerte, viejo dramático. —Sukuna chasquea molesto.

—Ustedes dos dejen que el abuelo termine de hablar. —Choso, el nieto mayor, los manda a callar. A su lado Kugisaki, joven que Wasuke había adoptado desde que era una niña, mantenía la compostura mirándolos de mala gana.

Wasuke sonrie hacia sus nietos y continúa.—, Como decía, en caso de que eso pase y ellos quieran continuar con el grupo, cosa que yo no deseo, por favor no sean tan duros porque yo los deje si nadie más que ellos mismos para retomar la familia.

—Soy más que suficiente. —Sukuna vuelve a hacer presencia.

Wasuke suspira a sabiendas de que ese mocoso movería cielo y tierra con tal de que su apellido siga siendo una de las cuatro cabecillas de Japón.

—En fin, no teniendo absolutamente nada para ofrecerte y no ser una amenaza. ¿Qué es lo que vino a hacer aquí en primer lugar? No creo que este viejo tenga algo que ustedes no puedan conseguir, ¿O si?

Satoru ríe con sorna y Wasuke le sigue al ver que se trataba de eso.

—Vaya, quien lo diría. ¿Tengo algo de su interés? Has ganado, tienes toda mi atención. ¿Qué es aquello que el grupo Gojo no puede conseguir con dinero o a la fuerza como para venir a hablar conmigo tan formalmente?