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Pulso el timbre de la otra suit del lujoso hotel en el que nos estábamos alojando. Paso mi mano por mi vestido mientras sostenía mi bolso sobre mi hombro.

Ayer llegamos de madrugada, por lo que fuimos directamente a dormir. Esta mañana sonó el teléfono de Jungkook, despertándolo. Él solo contestó y comenzó a vestirse; se despidió, mientras yo no podía abrir mis ojos, besando mi cabeza, y se marchó por la puerta.

Cuando conseguí despertar varias horas después, vi un mensaje suyo diciendo que se había ido temprano con Goyul a ver a un señor por trabajo.

Se suponía que eran vacaciones, pero no descansaba.

La puerta de la habitación de Hawoo y Goyul se abre mostrándome a esa mujer que sostenía su teléfono en su oreja y parecía apurada.

— Buenos días —sonríe nerviosa.

— Un segundo —dice al teléfono. Tapa el altavoz— Que suerte que hayas llegado... ¿Podrías ir a la primera habitación? Hayul está ahí, y yo estoy en un asunto importante.

— Sí, claro —ella cierra la puerta a mi espalda y corre hacia otra habitación apresurada.

Camino hacia donde me había señalado y asomo la mirada antes de entrar. Sonrío escuchando los balbuceos y gritos agudos de la bebé. La veo en una cuna blanca mientras movía sus brazos y piernas, y portaba un bonito vestido de flores naranjas.

Al verme abre su boca en una sonrisa mientras gritaba.

— Hola, Hayul... —hablo con ternura inclinándome para cargarla. Sonrío tirando de su vestido para acomodarlo— ¿Cómo puedes verte tan bonita desde por la mañana? —sigue abriendo su boca en sonrisas amigables.

Tomo asiento sobre la cama perfectamente arreglada para mirarla sin dejar de sonreír. Era una bebé muy bonita y feliz. No sabía que Goyul tenía una familia cuando estuvo ayudándome mientras era engañada por Beomjun. La bebé se parecía mucho a él, y era adorable que siempre sonriera a todo el mundo.

Menos a Jungkook.

La dejo sobre la cama para mirarla con una mueca triste.

— ¿No puedes darle una sola sonrisa a él? —susurro dando toquecitos en su barriga— Le haría sentir mejor... —suspiro— Yo también quiero uno como tú, ¿sabes?... un bebé gordito que llore y sonría —sonrío yo— Y que le guste que su padre esté cerca...

Paso mi mano por su mejilla mirándola. Yo quería uno, no, yo quería seis o siete.

— Discúlpame —vuelvo a cargarla mientras veía a su madre entrar. Ella toma asiento a mi lado en la cama y sonríe hacia su hija— Le dije a mi hermano que me llamara si había problemas en la escuela.

— ¿Trabajas con tu hermano? —asiente.

— Yo soy profesora de matemáticas, y él profesor de inglés, somos los opuestos de la broma —sonrío— Trabajamos en nuestra propia academia de apoyo extraescolar —me explica— Siempre quisimos ser profesores autónomos, y Goyul nos prestó el dinero para hacerlo —sonrío con amabilidad mientras Hayul tomaba asiento en mis piernas y agarraba la tela de mi vestido para mirar las flores— Se lo debo todo a él —ríe.

— Hawoo... ¿Tú tuviste problemas para estar con Goyul? —me mira fijamente.

— Debo admitir que le rechacé cuando supe que era de la mafia... incluso amenazó a mi hermano creyendo que era mi novio —abro mi boca— Goyul solía ser un poco agresivo con mi entorno.

— Ya, te entiendo... —ella sonríe.

Jungkook siempre parecía estudiar detenidamente las acciones de Goyul. Yo siempre tuve una imagen de él como alguien tranquilo y maduro, pero parecía que en algún momento, fue parecido a Jungkook.

Obsesivo +18  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora