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NARRADOR.
Uno de los aviones privados de la más famosa cadena televisiva de Corea del Sur acababa de aterrizar en el aeropuerto privado de los Lim.

Goyul ve como las escaleras bajan de ese avión a unos metros de él. No sabía cómo había podido haberse enterado, pero su esposa le llamó a toda velocidad advirtiéndole de que no había podido pararla, y que ambas habían subido al avión dejándolo todo atrás.

Sus ojos chocan con ____________ bajando las escaleras a toda velocidad mientras millones de lágrimas resbalaban por sus mejillas. Detrás, bajaba su esposa cargando a su hija totalmente dormida.

____________ corre hacia Goyul y sin esperarlo agarra su chaqueta con fuerza.

— ¿¡Dónde mierda está!? —grita con desesperación.

— ___________, cálmate, no...

— ¿¡Qué me calme!? —sigue gritando y apretando su chaqueta— ¿¡Cómo voy a calmarme si el amor de mi vida puede morir en cualquier momento por un puto desquiciado!? —ni siquiera pensaba antes de gritar— ¡Y yo no sabía nada!

Goyul mira a su esposa, la que se quedaba apartada sosteniendo a la hija de ambos. Hawoo asiente, no podían dejarla desesperada aquí. Jungkook ya llevaba un tiempo dentro de aquel edificio con Beomjun y aún nadie sabía noticias sobre el jefe del mayor núcleo de la mafia.

Pero ___________ tenía que llegar hasta allí como fuera.

— Quédate en la cafetería del aeropuerto —su esposa asiente— Te enviaré guardas —agarra el brazo de __________— Vamos.

— ¡Tened cuidado! —grita Hawoo girándose hacia el edificio privado.

Goyul escuchaba el llanto de la mujer a su lado mientras corrían hacia el vehículo estacionado en el exterior. No es que ella no confiara en Jungkook, ella no confiaba en Beomjun y sus juegos sucios.

Goyul comienza a conducir a toda velocidad hacia el lugar, pero la realidad es que había mucho tránsito hacia el lugar, y el tráfico no ayudaba a que los minutos fueran más lentos.

— P-Por favor... —susurra ___________ muerta de nervios— ¿Por qué no nos movemos, Goyul? —solloza mirándole.

— El tráfico es horrible —hace sonar el claxon varias veces— ¡Vamos, joder!

— ¿D-Dónde queda ese edificio? —la mira.

— Hay que pasar esta calle por completo —señala la avenida— Y luego girar a la derecha... es el edificio de atrás del centro de celebraciones de la cadena Luck... —él se sobresalta al ver como ella abría la puerta— ¡__________!

— No puedo esperar tanto... —cierra la puerta.

___________ echa a correr pasando por el estrecho hueco entre los vehículos. Algunos frenaban al verla, y otros hacían sonar los cláxones por su imprudencia. Cuando llega a la acera, no le importa chocar con otras personas, o ser un estorbo produciendo que algunas cosas cayeran al suelo.

Su atención estaba fija en correr, era lo único que podía hacer para llegar hasta Jungkook.

Seguía llorando y no se detenía aunque sus piernas dolieran de cansancio, y su pecho fuera tan acelerado por aquella carrera. Tras unos minutos consigue salir de la avenida, pero se detiene recuperando la respiración mientras se apoyaba en la pared. Su boca estaba seca, y todo su cuerpo dolía por el estrés, el miedo y el cansancio de correr sin parar.

Pero no podía, no podía detenerse ahora que estaba tan cerca.

Vuelve a echar a correr, esta vez más lenta, hasta llegar a las indicaciones de Goyul. En el exterior esperaban los que ella sabía que eran amigos de Jungkook, y algunas personas de su núcleo, todas parecían esperar a que él saliera por la puerta.

Obsesivo +18  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora