Keraunofilia || Raiden

Especial Armageddon

Raiden solía ir a Fengjian para saber de la familia de Kung lao. Normalmente esperaba a que hubiese un miembro en el bar, pero solo estaba el cantinero y una mujer que llevaba una chaqueta verde, abrigo con capucha blanca y pantalones verdes, su blanco cabello estaba recogido en una cola y había un par de mechones en su rostro.

Admitía que se veía hermosa, estaba hablando con el cantinero y este le daba información sobre alguien.

—Un hombre rubio, una vez estuvo aqui con una mujer rubia y junto a él —Señaló a Raiden.

La chica miró extrañada al hombre que estaba parado cerca de ambos, la capucha y el sombrero casi cubrían su rostro.

—Lord Raiden, paso mucho tiempo... —Dijo el hombre para retirarse después.

—¿Necesita ayuda, señorita? —Preguntó a la joven.

—Conoces a Stryker —Se levantó del banco, la diferencia de altura era clara—. Sólo quiero saber si esta bien, no ha aparecido en mucho tiempo... —dijo preocupada.

No sabía cómo decirle que Stryker había muerto hace tiempo, en aquella batalla contra la alianza mortal, se nota que había viajado desde muy lejos para saber de él. La oscuridad en él casi no sentía remordimiento en decírselo, sin embargo, romperle esa ilusión de que su amigo estaba bien.

—Se ve que has viajado desde muy lejos para saber de él —Dijo mirándola—. Él está bien, ha estado ayudándome con una situación urgente —Respondió y vio como ella llevaba una de sus manos al dije en su collar.

—¿Podría saber de que se trata? —Cuestionó, ella ya tenía una mala espina de ese hombre, todo vestido de negro y algo en el fondo le decía que le estaba mintiendo.

—No, es algo que los humanos no entenderían —Dijo dándose la vuelta caminando hacia la entrada.

—¿Humanos? ¿Y qué eres tu entonces? Dime que le sucedió a Stryker —Exigió yendo hacia el.

—Soy el Dios del trueno y protector de la tierra, Stryker murió como un guerrero, tal vez todos tengamos la misma suerte —Mencionó mirándola, eso la hizo hervir en ira y se lanzó a él en combate.

Lo arrojó fuera del establecimiento.

—Pues veremos si un Dios puede ser derrotado —Un aura verde comenzó a rodeará y sus ojos verdosos brillaban con gran intensidad.

Raiden se sorprendió al ver la energía que emanaba, por lo que decidió contenerse en el combate evaluando sus movimientos y su habilidad, la joven tenía un poder ancestral.

Ella esquivaba la mayoría de sus ataques y resistía bien muchos de ellos. Cuando saco una daga e hizo uso de telequinesis para atacarlo libero más poder.

Tal vez se contuvo demasiado, la forma en que la chica empleaba la daga le recordaba a Fujin y no tardo en darle un golpe que lo derribó.

—No somos nada para los dioses —Espetó y cuando iba a marcharse Raiden habló apareciendo frente a ella

—¿Quien eres? ¿Acaso sabes algo del mundo exterior? —Cuestionó.

—Sé mucho del mundo exterior —lo rodeó y se alejó, pero él Dios la siguió.

—¿Cuál es tu nombre? —Insistió

—Eso no importa, "Lord" Raiden —dijo con cierta burla.

Él la agarro del brazo y la atrapó sosteniendo sus muñecas cruzando ambas.

—Tu nombre —Insistió esta vez más enojado, apretó su agarre.

—Dime que le sucedió a Stryker —también Insistió.

—Murió en la batalla contra la alianza mortal de Shang Tsung y Quan Chi —Respondió—. Quizás esos nombres los conoces.

—Al último no —Lo miró a lo ojos y lo paralizó, sintió el agarre de Raiden más flojo y por su rostro este parecía estar forcejeando para liberarse, ella se liberó y lo empujó suavemente dejándolo caer en el suelo—. No pienso acercarme a Shang Tsung, sería peligroso para mi encontrarme con él —Dijo.

Raiden con mucho esfuerzo, levantó la cabeza para mirarla.

—¿Qué es esto? —Cuestionó, acto seguido la mujer abrió un portal.

—Descuida, la parálisis ya pasará —Volteo a verlo—. Mi nombre no importa, solo herede un poder de una tribu que desconozco su apellido y ubicación —Se metió en el portal.

El Dios logro liberarse de la parálisis y se levantó con furia, con su poder no podía ver a donde fue, entró en el bar y le exigio al dueño el nombre de la chica.

—No sé si su nombre sea real, pero cuando me mostró su placa decía Rein Fischer —Respondió asustado, todos en Fengjian ya sabían del cambio de Raiden.

—Rein Fischer... —Repitió, el apellido se le hacia familiar—. ¿Dijo algo más?

—Solo es miembro de la Swat al igual que Stryker, no dio más información.

Se retiró del lugar al tiempo del cielo a meditar la situación.

El tiempo había pasado y Raiden no pudo averiguar más que su familia, sus padres Marie y Viktor Fischer habían fallecido, según los documentos que encontró al ir en la casa de sus padres en Ruinas, ella fue adoptada, pero era obvio que la ubicación y toda la información era falsa. Reconoció que Viktor oculto muy bien la información de la niña, incluso se atrevio a interrogar al dragón negro, pero tampoco consiguió nada, Viktor hacia muchos trabajos en solitario.

Esto lo frustró aún más. Había perdido a una potencial aliada, jamás encontró rastro alguno de la chica en ningún reino. Hubo un punto en el que apenas recordaba su rostro, solo seguía grabado en su memoria sus ojos verdes que le recuerda a los bosques y su blanco cabello como la nieve. De haberla conocido antes, ¿Qué pudo haber pasado?

Por tanto Rein, admite que aquel dios tenía un aura que la atraía, quizás porque le recordaba a su padre en cuanto a su carácter sombrío. Su energía era distinta, pero no parecía haber sido así siempre.

Ella había descubierto un punto en el espacio-tiempo donde los dioses no estaban presentes, ahí residía ella, donde jamás nadie la encontraría.

No era cobarde, era por el bien de los demás, Shang tsung no debía saber de ella y el Dios Raiden la guiaría directo a la boca del lobo. 

Estos sucesos habían ocurrido en la línea temporal anterior, pero como no era algo que modificará el destino de la tierra, esa parte nunca llego a Raiden, sin embargo, habían preguntas...