⋆⭒˚。⋆ 𝘙𝘰𝘮𝘢, 𝘉𝘦𝘳𝘭í𝘯, 𝘛𝘰𝘬𝘪𝘰
📍 :: ROMA, italia.
🗓️ :: 12 junio, 2017.Taylor, Rob y yo habíamos tenido un par de semanas bastante estresantes. Parecía que la película de Robert iba a ser un fracaso, Jack y yo teníamos problemas con el copyright de Barbie y Taylor seguía preocupándose por su reputación. Todo iba en declive para los tres. Un día, leyendo El Hollywood Post, hablaron sobre un hotel en Roma, que parecía quitar todo estrés que pudieras tener como por arte de magia. Siempre he sido víctima de la publicidad y tenía el dinero, por lo que se me hizo demasiado sencillo tomar mi teléfono y hacer una reservación.
Fue así que ahora nos encontrábamos en el jet de Taylor camino a Roma, la ciudad de historia, pizza y según el periódico, la tercera en liberación de preocupaciones.
Recliné mi asiento —Dios, estos asientos son comodísimos. —cerré los ojos —Tan solo podría...
—¡Rob! ¡Que no se duerma! —gritó Taylor— Si no vas a caer en la descompensación horaria y vas a dormir todas las vacaciones.
Me quejé —¿Saben lo temprano que me tuve que levantar? Es como si no hubiera dormido en años.
—Es tu culpa por no revisar que el check in del hotel fuera a una hora razonable.
—¡Mira a la ventana, Taylor! Ni siquiera el sol ha salido.
—Lo siento, Dayse. Pero me lo vas a agradecer.
Suspiré con frustración mientras abría los ojos de nuevo —Bien. Pero no te quejes cuando el no dormir comience a hacerme enojar.
Rob puso su mano en mi muslo y lo apretó ligeramente, sonriéndome de manera cariñosa, gesto que se vió refeljado en mi.
—¿Qué nos llevarás a hacer a Roma? —preguntó mi novio.
—Pensaba llevarlos a pasear a esas calles que tienen como doscientos años, hay museos lindísimos también y restaurantes que según mis contactos, están para chuparse los dedos.
Taylor sonrió —Mientras haya lugar para Mer y Olivia todos estaremos bien.
Las gatitas iban sentadas en el lugar a lado de Taylor, llevaban una manta morada bajo ellas y dormían plácidamente, como si la única mareada por el avión fuera yo.
Taylor tomó su celular y nos pidió que sonriéramos, puse mi cabeza en la clavícula de Rob y mi mejor amiga tomó la foto con una gran sonrisa en la cara, según ella Robert era la mejor opción para mí —porque era el que más le había agradado de todas mis ex-parejas—.
—Qué bonitos. —dijo ella mirando la foto antes de enseñarnosla.
—Mira— dije a Rob pasándole el teléfono de Taylor, él tenía problemas con la vista y se había quitado los contactos para el vuelo, pero desafortunadamente no llevaba los lentes. Ofrecí prestarle los míos, que estaban casi igual de graduados que los de él, sin embargo dijo aue no me molestara, que estaba bien.
—Nos vemos increíblemente guapos para llevar ocho horas sin dormir. —agregó él con una sonrisa mientras regresaba su celular a la rubia.
—¿Qué dices? Ni siquiera parece que hayan pasado seis horas. —bromeó.
Miré por la ventana a un lado de Rob. Según el capitán apenas sobrevolábamos el Atlántico Norte, por lo que no podía ver más que unas cuantas nubes y un oscuro océano bajo mis ojos.
—¿Dayse? —dijo Taylor.
—¿Qué? —quité la mirada de la ventana para mirarla a ella.
—¿Quieres tomar algo?
—Solo un capuchino, por favor.
La azafata me sonrió con dulzura y se fue a preparar las bebidas. Robert me besó la frente y su mano izquierda comenzó a trazar figuras que no supe descifrar en mi cadera. En respuesta puse mi cabeza en su hombro y seguí viendo por la vemtana en busca de ver algo más que no fuera solo agua.
Al final Rob terminó durmiéndose en mi hombro y aunque sabía que probablemente debería despertarlo, se veía tan tierno que no podía ni atreverme a moverme.
—Me cae bien. —comentó Taylor cuando Robert se quedó perdidamente dormido.
Sonreí —También le caes bien.
—¿Crees que sea el indicado?
Fruncí el ceño y algo dentro de mí pareció afligirse por la pregunta —Yo... no lo sé.
Las cejas de Taylor se alzaron y sus pestañas revolotearon un par de veces —¿Te... gustaría que lo fuera?
—No lo sé.
La rubia me sonrió con cariño —Está bien no saberlo. —acarició mi mano con sus dedos y un escalofrío me recorrió cuando lo frío de sus anillos me rosó.
Miré a Rob y traté de imaginarnos en nuestra boda, tal vez sería en un lugar elegante. Intenté visualizarnos con un hijo o tal vez un perro y por más que quise... no pude.
Yo lo amaba. Muchísimo. Desde el día que se presentó conmigo en una de las fiestas de Taylor Lautner habíamos hecho click y no había dudado una sola vez de mis sentimientos por él. Tal vez no era Rob, tal vez era yo y mi miedo al compromiso. Respiré ondo y me recosté en mi asiento.
La azafata me puso el capuchino frente a mí y tomé la taza con mi mano derecha antes de darle un sorbo.
⋆⭒˚。⋆
El hotel era precioso, se veía incluso mejor que en las fotos. Las habitaciones eran gigantes e incluso habíamos conseguido usar el jardín privado para toda nuestra estadía. Tenía un asador, un par de mesas y muchísimas plantas que a Taylor le encantaron. Tenían varios juegos de mesa y lo que para mí era maaa importante, una guitarra.
En cuanto llegué sentí la necesidad de escribir algo para dejar ir toda esa duda del matrimonio y lo demás. Me senté en uno de los sillones y tomé la guitarra entre mis manos. Las cuerdas resbalaban bajo mis dedos, los acordes sonaban perfectos en mis oídos y mis ojos cerrados sabían perfectamente que nota tocar después.
Comencé a tararear algo lo suficientemente bajo para que nadie más que yo entendiera lo que estaba pasando. Entonces un par de minutos pasaron y de repente ya tenía la canción que sería el siguiente single del disco, el track número 8, una pequeña parte de mi mente hecha una canción de tres minutos y medio, tenía a 'Walking on my tiptoes'.
Sería una canción lenta, casi romántica pero la letra era todo lo contrario. Hablaba del cuidado que tienes que tener al estar con alguien que tal vez no quiere lo mismo que tú, el tener que caminar de puntitas para no decir algo que haga a la persona querer irse, la ansiedad de quedarte con alguien que muy probablemente quiera algo que tú no pero te quedas porque lo amas más de lo que amas tu voluntad. Eso sentía yo por Rob. Era complicado, pero, ¿a quién no le gusta un pequeño reto?
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new year's day, 𝘵𝘢𝘺𝘭𝘰𝘳 𝘴𝘸𝘪𝘧𝘵
Fanfictionthere's glitter on the floor after the party. ⋆⭒˚。⋆ Taylor y Daisy son las mejores amigas de la Industria Musical. Van juntas a todas partes y se entregan completamente la una a la otra. Cuando la reputación de Taylor comienza a sufrir un rápido dec...