1. Un rescate desde las profundidades.

97 10 2
                                    

Cerca del lugar el sonido de las olas era casi como si se encontraran encima de todo el pueblo, algo bastante típico para aquellos habitantes que han pasado toda su vida entre la arena y el olor a mandarinas frescas mezclado con intestinos de pescado que parecían incluso traer cierto toque en la brisa único del lugar; a pesar de que la vida en Numazu usualmente es tranquila la calle se encontraba más vacía de lo usual mientras un par de piernas la transitaban dando pasos entre saltos y pequeños movimientos que parecían imitar una coreografía o más bien el intento de una, esas piernas adornadas con unas medias negras hasta los muslos pertenecían a no otra que a la intrépida chica peliazulada con su uniforme escolar ya conocido entre la gente y aquella bolita de cabello en su lado derecho que tanto la caracteriza, se trataba de Yoshiko Tsushima quien parecía haber recién salido de los entrenamientos de su grupo y estar dándole una última práctica a los pasos de baile que más se le dificultan mientras camina a casa como todos los días por la misma ruta. Tarareando la melodía que Riko había compuesto no estaba prestando demasiada atención a sus alrededores cosa que le podría terminar costando caro pues desde que el grupo se había estado haciendo más popular con ello los fanáticos habían ido en aumento y eso podría significar malas noticias cuando parecía que un grupo de jóvenes había notado la presencia de la chica, reconociéndola de inmediato...

Mientras tanto no muy lejos de ahí se encontraba otra chica caminando con pasos elegantes que se oponían por completo a los de Yoshiko, traía su mochila bajo el brazo notoriamente más llena pues traía algo de papeleo extra que tuvo que llevar a casa por parte del consejo estudiantil y esa misma fue la razón por la que Dia tuvo que quedarse algunas horas extra en la escuela dejando a Ruby irse junto a Hanamaru hacía casa aún si no le agradaba demasiado el que anduviera sola; al final esto le permitió pasearse un poco por la ciudad para relajarse y organizar un poco sus pensamientos turbulentos del día causados como usualmente por la misma razón que la había estado afligiendo. Parece que iba a continuar en ese estado de ánimo durante el camino a casa al menos hasta que sus ojos verdes esmeralda se plantaron en una peculiar escena que estaba ocurriendo en uno de los callejones estrechos cercanos, una escena que de inmediato le hicieron comenzar a acercarse con un porte agresivo, defensor, incluso posesivo hasta cierto nivel.

- ¡Oigan! Si no se alejan y continúan su camino, la Gran Yohane les hará pagar muy caro! -. La voz gritona y algo chillona trataba de alzarse entre las pequeñas risas del grupo que ya la tenían rodeada, acorralada contra uno de los muros y sin demasiadas formas de defenderse más que acudir a su juego usual y amenazar con poderosas hechicerías, claro que esto no estaba siendo efectivo dejándola únicamente con la opción de darse media vuelta e intentar subirse a uno de los contenedores de basura para escalar y salir de un salto hacia el otro lado, pero su mala suerte le jugó en contra cuando un mal paso solo la volvió una víctima más fácil haciendo que uno de los tipos la tomara de la cintura y la cargara para que sus compañeros pudieran comenzar a espiar debajo de su falda gris. - ¡No, suéltame! Juro que voy a maldecirlos a todos! -. Lo que en un principio parecían meros vistazos comenzaron a volverse toqueteos cuando las piernas pataleantes a modo de intento de defensa fueron neutralizadas por un par de manos y esto solo activó con mayor fuerza la furia de aquella que se dirigía hacia la escena a paso más rápido hasta que finalmente llegó al alcance donde pudo tomar una roca cercana y lanzarla hacia uno de los chicos, golpeando su espalda.

- ¡Aléjense de esa chica en este instante, o me las van a pagar! -. Dia se presentó al rescate, acercándose aún más hasta que casi estaba frente a ellos, sin mostrar alguna pizca de miedo sino expresando nada más que ira, cosa que hasta a la víctima le pareció extraño, mirando desconcertada junto a los demás del grupo la nueva presencia. - ¡Se los estoy advirtiendo! ¡Patanes! ¡No tengo miedo de pelear con ustedes! -. Incluso adoptó una posición defensiva típica del judo solo que alzando ligeramente sus manos para demostrar que estaba lista para un combate. Esto fue tomado por los chicos como un reto haciendo que uno de ellos tomara un paso al frente para colocarse frente a la chica pelinegra, mirándola a los ojos con una sonrisa engreída. - ¿Crees que no podría golpear a una chica? -. Apenas había dicho esto tomó desprevenida a Dia lanzándole un primer puñetazo bastante fuerte al rostro que le abrió el labio justo por encima de donde se encuentra su lunar, a ello los enemigos comenzaron a reír en burla con una celebración que les duró apenas unos segundos antes de que la samurái, sintiéndose retada, contrarrestara con una buena patada que incluso impulsó a su enemigo hacia atrás sacándole el aire, plantando el silencio entre el grupo que ya soltaron a Yoshiko dejándola caer de rodillas al suelo, esto porque su objetivo ahora era otro y querían darle el mismo tratamiento. Estando ahí en el suelo, el ángel caído pudo ser testigo de como los chicos comenzaron a intentar abalanzarse sobre Dia y a pesar de que en algunas ocasiones lograban sostenerla ella no retrocedía soltando patadas y demás técnicas del arte marcial que conocía para quitárselos de encima y hacerlos retroceder, causando un intercambio de golpes entre ambas partes donde, por suerte, el conocimiento parecía estarle jugando a su favor contrario a sus rivales que solo trataban de meter golpes sin técnica ni disciplina. - Esperen... reconozco su rostro, ella es una Kurosawa... -. Finalmente uno de ellos habló y la presencia de ese apellido importante junto a la chica que no desistía a pesar de los golpes hizo que el grupo optara por la retirada, levantándose para correr del lado contrario huyendo entre las calles y perdiéndose lo que le permitió a Dia bajar la guardia para arreglarse un poco el cabello y el uniforme ante la vista aún sorprendida de Yoshiko.

- ¿No te hicieron nada más? -. Tras unos segundos de silencio finalmente habló aunque estando aún de espaldas a la contraria.

- No... Estoy bien -. Respondió el ángel caído para finalmente ponerse de pie y sacudirse el polvo aunque sus rodillas parecían haberse raspado ligeramente por la caída arruinando un poco sus medias.

- Bien. Voy a acompañarte hasta tú hogar. Asi me aseguraré de que esos idiotas no te sigan de nuevo -. Su tono serio como es usual servía para reafirmar que no iba a desistir a esa idea aún si Yoshiko se negaba, lo sabía bastante bien y por lo mismo hizo un gesto de molestia.

- ¿En verdad es necesario...? -.Sus intentos de negarse le fueron aplastados por completo cuando Dia la miró de reojo por encima de su hombro, revelándole las heridas que le quedaron por la pelea especialmente aquella de su labio. Solo comenzó su caminata esperando que Yoshiko la siguiera y que le indicara el camino que debían seguir hasta aquél lugar. - Supongo que si... -. Se redujo a contestar en voz baja para caminar junto a la hermana de su amiga en silencio y manteniendo cierta distancia a ella, era un tanto incómodo que le protegiera asi cuando ambas usualmente se llevan muy mal y varias considerarían que incluso tienen cierta tensión desde esa vez que se encararon con palabras, que en cualquier momento iban a estallar y a agarrarse del cabello entre rasguños de no ser porque ambas tienen relación con Ruby y a la pequeña Kurosawa no le gustaría mirar una escena asi. Al menos de parte de la infectada con Chuunibyou habían veces en las que no quería verle la cara ni en foto a Dia, le parecía alguien sumamente insufrible por su obsesión con lo estricto, reglas, orden, todos esos obstáculos que como presidenta del consejo estudiantil les había puesto uno tras otro, en verdad hacía ver como si las odiara en un aspecto personal y especialmente hacía esos ojos púrpuras que usualmente le miraban de la misma forma, sin tener idea del cómo eran las cosas desde la perspectiva de la otra...

Así tras varios minutos que parecieron horas por culpa del silencio, las miradas y la situación embarazosa en general parece que finalmente llegaron al departamento específico, subiendo las escaleras hasta donde Yoshiko sacó sus llaves y abrió la puerta dejando ver un típico hogar de la zona solo que se encontraba completamente solitario, solo había una nota sobre la mesa de parte de la señora Tsushima advirtiendo que una vez más llegaría tarde a casa, ya era hasta costumbre y aunque el rostro de la hija única se notaba triste, intentaba disimularlo lo mejor que podía para que no pudiera notársele. - Bien, estos son los aposentos de La Gran Yohane. Te agradezco, mortal enemiga, por haberme traído hasta aquí, el sacrificio que has realizado el día de hoy no será en vano y siempre serás recordada p-. 

- Como sea -. Respondió Dia interrumpiéndola de forma brusca y ganándose una mirada molesta. - Espero que la próxima vez te encuentres más consiente de tus alrededores y que evites tomar las mismas rutas todos los días -. Fría como el hielo, así de rápido terminó la conversación entre ambas solo dándole un último vistazo con su rostro herido antes de darse la media vuelta y dirigirse a las escaleras para irse. En una ocasión normal Yoshiko simplemente la dejaría ir para poder quedarse sola y hacer sus rituales a gusto, mientras más lejos de ella estaría mejor, no necesitaba a una tonta dictadora que tener gritándole al oído y presionándola a casa segundo, mucho menos en casa después de haber tenido que soportarla en la escuela. Sin embargo, hubo un cierto sentimiento en ella de responsabilidad por lo que había sucedido, el que Dia saltara a ayudarla de esa forma que hasta terminó recibiendo golpes, que ahora tuviera ese feo corte en su labio que aún no se había tratado, el que básicamente haya llegado justo a tiempo para salvarla de que ese grupo de chicos pudieran descubrir su secreto si subían más la mano...

- ¡Espera! -. Gritó algo alto, arrojando su orgullo a la basura. - Ya que protegiste a Yohane, creo que lo mínimo que podría hacer para agradecerte es darte alguna de mis sorprendentes pociones curativas y ayudar a sanar tus heridas de batalla... ¿Aceptas esta paga por tú rescate, Dia Kurosawa? -. 

De mí propiedad [Love Live! Sunshine!] (Futanari +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora