𝔾𝕠 𝕠𝕦𝕥 𝕨𝕚𝕥𝕙 𝕞𝕘𝕠 𝕠𝕦𝕥 𝕨𝕚𝕥𝕔𝕙 𝕄𝕖 [ℝ𝕒𝕟 𝕩 ℕ𝕒𝕙𝕠𝕪𝕒]ℝ𝕚𝕟𝕕

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Después de la pelea de TouMan vs Walhalla, Nahoya Kawata se había sentido, por así decirlo, acosado, y era extraño, muy extraño, que esa sensación de ser observando a toda hora, le gustaba.

Su hermano menor, bueno quince minutos menor, le comento también sentirse observando, diciendo que era agradable aún que eso no tenía ni una pizca de sentido, muchas veces incómoda a las personas las intensas miradas del resto, eso no viene mucho al caso.

Souya había decidido ir a divertirse con sus amigos, últimamente, si prestaba atención a su otra mitad, el peli-turquesa se la pasaba más tiempo en el celular, salía más que antes, con la excusa de salir con sus amigos, pero Nahoya no era tonto, seguramente su hermanito tenía a alguien ya ocupando su corazón.

Estaba demasiado metido pensando en que estaría pasando estos últimos por la vida más privada, o amorosa de su gemelo, que no escucho el timbre del departamento sonar, a la segunda tocada, se levantó del sofá solitario en el que estaba, una alfombra roja, paredes blancas, muebles de madera, como mesas, estantes y alguna cosa más, los sillones al rededor de la mesita, cerca de la pared uno grande, por dónde la puerta y escaleras uno solitario, para ir a la cocina, cerca de la otra punta de la mesa otro, los tres color blanco elegido por ellos, al frente una televisión de pocos años que había sobrevivido mucho.

Dejo de observar como lo estaba haciendo y fue hasta la entrada, piso de madera, regalos de su madre ya fallecida. . .adornos cómo dardos, o cintas de distintos colores. Quitó el seguro de la puerta y la abrió sin temer a algo.

??–hola algodón de azúcar—el extraño sonrio, amable, brusco, el peli-melocotón lo miró e hizo una mueca al no saber quién era, lo reconocía brevemente después cayó en quien era.

Nahoya–¿Q-que hacés aquí Haitani?—sabia quien era, pero no que buscaba, tal vez quería pelear.

Ran–quiero que aceptes una cita conmigo Nahoya—lo miro de manera algo,¿Suplicante? O eso veía el más bajo de ambos—acepta con una basta.

El menor lo penso más o menos veinte minutos, los cuál el Haitani juraría que fueron como dos horas.

Nahoya–esta bien, voy a salir contigo—suspiro con pesadez.

Ya era sabido que los Haitani no pasaban de una noche en la misma cama, y eso no le gustaba, seguramente le iba a encantar lo que había en el mayor, no solo músculo y una sonrisa, tal vez había otra cosa que el mundo no sabía de ninguno de ambos Haitani, pero no debía ilusionarse, debía meterse eso bien, muy bien en la cabeza para no tener esperanzas que luego serían arrebatadas por ese chico casi hombre, alto, corpulento y. . .guapo.

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No sabía cómo había terminado en esa situación, montando al mayor de los Haitani entre gimoteos y sollozos.

Ran mantenía una mano en la cadera del menor, se encontraba en la habitación de un hotel cualquiera.

El Kawata poso ambas manos en el torso fornido de su mayor, tanto el como el miembro que se encontraba cabalgando sin vergüenza eran grandes, no solo de edad.

Se escucho un fuerte"¡Ah!", había encontrado su punto dulce.

El choque de pieles se escuchaba por toda la habitación, tal vez incluso en otras habitaciones, poco importaba.

Ambos se sentían en el cielo, era fantástico, gemidos dulces y agudos, jadeos, suspiros de excitación, eso por parte de Nahoya, hacia que creciera un poco dentro del peli-melocotón, de solo escuchar sus gemidos se hacía un poco más grande, estaba recién alcanzando todo lo que erecto.

Nahoya solo podía emitir toda clase de sonidos obscenos, de un momento a otro el estaba abajo del rubio teñido mientras el le embestía con rudeza haciendo poco a poco cuando la intensidad, la brusquedad de unas deliciosas embestidas que lo llevaban a la gloria, eso subía haciendo rechinar la cama tanto como moverse al son de las embestidas del mayor.

Ran–mierda, esto es delicioso. . .~—susurro agitado, el interior apretado, y bizcoso se sentía de una manera inigualable—soñe tantas veces con esto pero es mejor de lo que esperaba.

Decía toda clase de cosas entre jadeos y gemidos roncos, las embestidas no iban a parar eso seguro.

El mayor miro el miembro algo palpitante de quien estaba profanando en estos momentos, antes de que llevará su mano cerca de su boca para escupir en ella, su teléfono sono, contesto sin ánimos y puso el altavoz sabiendo que solo su hermano sería quien lo estaba llamando.

Ran–hola hermanito—solto una pequeña risa mientras escuchaba los gemidos del Kawata menor detrás del teléfono, si efectivamente eran de Souya, reconocía esa vos— asi que no soy el único que se divierte ¿Eh? —dio una embestida lenta pero fuerte, por ello Nahoya gimoteo fuerte.

Así fueron las embestidas desde ahí, lentas pero tan fuertes que te volvían loco y más aún por el grosor y centímetros que tenía el de ojos color amatista

Rindou–por supuesto que no eres el único que se divierte—detras del teléfono sonrió, teniendo sujetadas las muñecas de Angry teniéndolo en cuatro casi pegando el pecho del peli-turquesa a la pared de dónde se encontraban—el desastre que haré te va a encantar Ran—rio, sonó un azote, había dado una cachetada a las nalgas redondas y de por si gordas de Souya—disfruta hermano mayor.

Ran sonrió burlesco, sabía a qué se refería con todo lo que dijo, unos segundos después volvió a subir la intensidad de las embestidas llevando por fin la mano libre al miembro de su algodón melocotón.

Este fue estimulado con mucho cariño algo que no le molestaba, minutos y minutos después la velocidad de la paja que le hacía Ran, subió arrancándole más sollozos, gemidos altos, jadeos y suspiros sonoros.

El rato paso y por fin llegaron al más delicioso orgasmo de sus vidas.

Ran–lo siento algodón pero créeme, eres el mejor chico que conocí—rio acomodando al menor y este se dejó acomodar, ambos cayeron dormidos.

¿Que paso con los menores? . .pues bueno, no se les pasaron las ganas hasta después de las 7 de la mañana, larga noche para Souya.

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Aaaaaaah, dios, lo siento, un voto se agradece. . .