6. Sombras de duda

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Luken

Me quedo solo en el hotel, sorprendido por lo que había sucedido con Asher. ¿Por qué me había expuesto así? Mi comportamiento había sido muy descuidado. Perder el control ante él me obsesiona, y su constante manipulación me enfurece, tanto como para haberme descuidado más de lo que debería haberlo hecho. Pero, sea como fuere, aún sigo excitado, aunque Asher ya no está aquí. Me arrepiento de mis palabras y ni siquiera entiendo cuándo tomé la impulsiva decisión de abrirme en canal y exponerme tan abiertamente ante él. Ahora que había sacado mi verdadera personalidad a la fuerza, ya no podré volver a fingir delante de él, aunque haya sido divertido.

Me siento al borde de la cama y me llevo las manos a la cara. Mis manos todavía desprenden el calor de tocar el cuerpo de Asher.

«¿Siento algo por él?», me pregunto en voz baja, recordando cómo mi plan cuidadosamente trazado se desmoronó en cuanto Asher me tocó. «No puedo sentir algo por él».

La llamada sigue rondando mi mente. ¿Qué podría ser tan importante como para interrumpir el momento y Asher se fuera sin más? ¿Quién es tan importante? La curiosidad y la rabia se mezclan y forman un nudo en mi estómago. Me levanto y empiezo a pasear por la habitación, tratando de calmarme.

De repente, mi móvil vibra en el bolsillo de mi pantalón, que aún sigue en el suelo. Lo saco y leo los mensajes de Ginna.

GINNA (9:00) ¿Todo salió según el plan?

GINNA (9:01) Necesito saber qué hacer a continuación.

Suelto una carcajada amarga. «Plan», murmuro para mí mismo.

LUKEN (9:03) Las cosas no salieron como esperábamos.

LUKEN (9:04) Hablamos más tarde.

Después de responder los mensajes, me desplomo en la silla junto a la ventana, observando el ajetreo de la ciudad por la mañana. La tensión en mi cuerpo no disminuye y mis pensamientos vuelven una y otra vez a Asher. ¿Por qué pierdo la compostura cuando está cerca de mí? ¿Por qué me resulta tan difícil mantener el control?

Un golpe en la puerta me sobresalta. Me levanto con cautela y la abro, esperando ver a alguien del servicio del hotel. Para mi sorpresa, es Ginna, con una expresión de preocupación dibujada en la cara.

—¿Qué haces aquí? —pregunto, sin poder ocultar mi sorpresa.

—Ver si necesitas algo —responde, entrando en la habitación sin esperar una invitación—. Tengo que asegurarme de que estás bien.

Cierro la puerta y me vuelvo hacia ella, sintiendo que la tensión en mi cuerpo aumenta aún más.

—Nada salió como planeamos —admito, pasándome una mano por el pelo—. Todo se fue a la mierda en cuanto él...

Ginna suspira, visiblemente frustrada.

—Luken —su gesto preocupado cambia a uno más gélido—, a veces se te olvida que en nuestro mundo no hay amigos, solo intereses —añade con un tono tan frío como el hielo—. No puedes permitir que esto te altere o afectará al plan.

Una mezcla de desconsuelo e irritación se me arremolina en el pecho.

—Tienes razón —las palabras saben amargas en mi boca.

Ginna se acerca y pone una mano en mi hombro; su gesto es inesperadamente reconfortante.

—Lo lograremos, Luken. Solo necesitamos ser más inteligentes y estar un paso por delante —dice; su tono es más suave ahora.

La Habitación Oscura [+18] (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora