Nabi es una escritora estancada que trabaja para una editorial a punto de despedirla, Minho el egocéntrico ex integrante de un grupo de K-pop.
¿Qué tienen en común?
-Nada. (Eso seguro)
Pero, Nabi debe tomar una dificil decisión si quiere conservar...
Llegamos a casa, me ofrecí a preparar la cena, pero oh sorpresa, alguien tenía otra idea en mente.
Sacó algunos ingredientes para cocinar, se puso un delantal, me empujó cuidadosamente a la silla donde tomé asiento para verlo cocinar.
Mientras cocinaba no desaprovechaba la oportunidad para sonreírme o "coquetearme" por ejemplo cuando me guiñaba un ojo. Lo más divertido era verlo arrepentirse de eso a los dos segundos pues se avergonzaba de sí mismo y sus orejas se ponían rojas.
Después de un rato la comida estaba lista, fui a lavar mis manos y cuando regresé Minho ya tenía todo servido en la mesa.
Después de cenar, se nos ocurrió ver una película juntos.
Así que preparé todo para hacerlo.
La película llevaba cuando mucho 15 minutos desde que había empezado.
-Nabi..- Susurró en mi oído.
-Mhm.- Contesté sin despegar mi vista de la película.
-Me aburro..- Volvió a susurrar.
-¿Quieres ver otra cosa?- Susurré igual mientras lo volteaba a ver.
-Si. -Se acercó a mi. -A ti. -Luego sonrió de forma coqueta.
Me reí por su comentario.-¿Minho desde cuándo te volviste tan desvergonzado?- Le di un golpe en el pecho pero, éste sostuvo mi brazo en su pecho y me besó de pronto.
El beso me tomó por sorpresa así que tardé unos segundos en cerrar mis ojos y seguirle el juego.
Esta vez el beso era mucho menos tímido.
Tomó mi rostro en sus manos como si no quisiera que me apartarán de él, luego bajó una mano hasta mi cintura, mientras me besaba como si su vida dependiera de eso, yo seguía su beso sin poner resistencia alguna y es que no había necesidad, había algo en su forma de besarme que me hacía querer más, mucho más..
*Celular sonando* De pronto a alguien se le ocurrió llamarme.. Maldita sea.
-Minho..- Trataba de hablar mientras seguía besándome.-Debo.. contestar..-Se quejó un poco y luego se separó de mi, de mala gana soltandome de su agarre para poder hacerlo.
*Llamada en curso*
-¿Si?-Contesté tratando de normalizar mi respiración.
-Nabi, soy Seungmin.- Escuché del otro lado.
-¿Seungmin? ¿Pasa algo?-Pregunté, volteé a ver a Minho y puso los ojos en blanco al darse cuenta de que era Seungmin.
-No realmente no, mm... Bueno, tal vez si, la cosa es que.. Sé que mañana es domingo y acabas de regresar de tus 3 días de vacaciones.. Pero.. Me gustaría que pasaras un momento a mi casa.. Hay unas cosas que quisiera revisar contigo antes del lunes, y mañana la oficina estará cerrada.. Entonces..- Se quedó esperando mi respuesta.
-¿Mañana?- Volteé a ver a Minho quien se dedicaba a fulminarme con la mirada. -Si claro, mañana esta bien, estaré ahí.
-Bien- Dijo animado.-¿Te parece bien a las 2?
-Si perfecto, hasta mañana.- Dije sonriente luego colgué.
-Vaya.. Deberías ver como se te iluminan los ojos cuando hablas con él.- Dijo Minho mientras volvía a torcer los ojos y se levantaba del sofá para ir a la cocina.
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-Por favor, Minho..- Dije mientras lo seguía.-¿No me digas que estás celoso?- Me burlé de él.
-Si, si lo estoy.- Contestó serio mientras le daba un trago a su vaso.
-No deberías estarlo..- Fui hacía el y lo abracé.
Se resistía a abrazarme de vuelta.
-Minho.. mirame.- Seguía ignorando mi mirada y mi abrazo. -Minho.. Seungmin no me interesa en ese sentido.. Tú sí, tu eres mi novio.- Solté de repente mientras lo seguía abrazando.
Luego de escuchar eso, volteó a verme y sonrió con incredibilidad.
-¿Soy tú qué?- Preguntó sonriente.
-No, ya lo dije y no lo volveré a decir por que estás molesto conmigo.- Me di media vuelta "indignada" pero me detuvo y me acorraló en la barra de la cocina.
-¿Soy tú qué?- Volvió a preguntar, pero ahora más serio y con cierta perversión en la mirada.
-Tú, eres mi novio.-Le dije más seria, la situación me tenía ansiosa..
Luego me volvió a besar.
Se separó y dijo.
-Sí, si lo soy, ylo seré por mucho tiempo, el resto de tu vida para ser exactos.. Así que espero que por su propio bien, no se haga ilusiones contigo.
-Bien.- Sonreí, luego dejó un pequeño beso en mis labios y otro en mi frente.
Nos despedimos ya que mañana teníamos cosas que hacer, me decía que tal vez podía quedarse a dormir.. Era más una suplica que una petición. Pero claramente eso no pasó.
Se fue y al cerrar la puerta me quedé en un trance de 10 minutos, donde tenía que ayudar a mi cabeza a entender que todo ésto que estaba pasando era real y no sólo algún descabellado sueño donde conocí a un Idol nefasto y al final terminé cayendo perdidamente por él..