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El lugar era justo como Hyunjin se lo imaginó. Estantes inmensos repletos de trajes de gala que lucían exactamente igual pero en realidad tenían detalles que marcaban la diferencia y los distinguian unos de otros. Ya fuera la marca, los botones, la tela e incluso el color, aunque siendo honesto, Hyunjin seguía sin notar el cambio entre el color negro carbón y el negro noche.

—Jeongin, debes usar vestido de novia, simplemente es lo lógico– decía Minsok desde su asiento leyendo los catálogos de moños para caballero. —Así Chan podrá arrojar la liga a la multitud de solteros– asintió Minho. —Puedo usar traje y llevar liga– comentó Jeongin, asomando la cabeza desde detrás de la cortina que cubría el cubículo del vestidor donde se medía el traje que usaría para la boda.

Los gemelos Lee felicitaron su forma atrevida de pensar mientras Hyunjin vigilaba a Felix quien al parecer planeaba algo para dañar el traje o quizás algo peor. Le preocupaba verlo deambular sin rumbo entre los aparadores muy serio, como si tramara algo.

Solo ellos cuatro habían acompañado a Jeongin mientras que Changbin y Jisung habían ido con Chan.

Habían pasado dos días desde aquel extraño evento semi traumatico cuando Hyunjin estuvo cerca de perder la virginidad no solo de su pene sino de su boca también. Felix y Jisung siguieron adelante con su vida como si nada hubiera ocurrido pero Hyunjin aún despertaba a mitad de la noche con una erección recordando el momento.

Haber estado a punto de tener un trío con los ex novios de su ex novio no debería ser tan excitante.

—¿Listos?– Jeongin sonaba ansioso y feliz al otro lado de la cortina. Hyunjin se acercó más hasta donde los gemelos Lee esperaban ocupando un elegante sillón de terciopelo frente al vestidor. Felix también se acercó, su gesto era serio hasta que la cortina se abrió y Jeongin apareció ante sus ojos.

Se veía precioso. El traje era de un color blanco perlado con detalles en hilo rosa. La corbata era brillante, casi tanto como la mirada de Jeongin cuando veía a Chan y la camisa era de un color rosa muy ligero que hacía juego con los labios finos y perfectos del futuro novio.

Hyunjin sonrió amplio, los gemelos aplaudieron a su amigo al tiempo que se incorporaban y lo rodeaban acomodando un poco el traje. Felix perdió el aliento por unos segundos, dudando.

Se suponía que su trabajo ahí era poner indeciso e inseguro a Jeongin haciendo comentarios sobre lo feo que era el traje o lo mal que le quedaba. Pero no podía, no mientras luciera tan hermoso y feliz. Su corazón estaba dividido. No quería esa unión pero tampoco quería herir a Jeongin soltando frases que en realidad no sentía.

—¿Llevarás ropa interior de encaje abajo?– Minho sonreía maliciosamente.

—Eso guárdalo para la luna de miel– Minsok agitó las pestañas. —¿Y bien? ¿Qué opinan, Hyunjin , Felix?– Jeongin giró hacia los nombrados sin dejar de sonreír.

—Te queda perfecto– el pelinegro asintió de inmediato.

Felix no respondió tan rápido. Su lengua se hacia nudos a la hora de intentar soltar algún comentario mordaz.

—Te ves impecable...– dijo al fin, sintiendo un extraño nudo en su garganta.

—¡Entonces éste será!– anunció Jeongin, dando una vuelta para observarse desde todos los ángulos posibles en el espejo de cuerpo entero. Hyunjin creyó que la respuesta de Felix había sido extraña pero no le dio mayor importancia cuando Yang sonreía de aquella manera tan bella. —¡Ya llegue!– Jisung se aproximó a ellos agitando la mano con gesto de molestia pero se detuvo de golpe y jadeó al ver a Jeongin. —Wow, tú... Te ves... Wow–.

Jeongin sonrió aún mas amplio. Los labios de Han temblaron y sus ojos se humedecieron ligeramente pero casi nadie lo notó. Felix desvió la mirada de forma abrupta y se movió hacia otra parte mientras Hyunjin observaba en silencio el brillo en la mirada del recién llegado. De todos ellos, quizás era Jisung a quien más le había dolido la ruptura con Jeongin. Siempre lo amó, lo suyo era un amor parecido al de el mejor amigo de la infancia. Conocía a Jeongin y Changbin desde pequeños y su relación con él había sido efímera pero no por eso menos real.

Jeongin tenía solo quince años cuando aceptó salir con Jisung quien tenía dieciséis. Han había sido el primer amor de Jeongin y viceversa, lo suyo fue lo mas honesto del mundo.

Pero eran jóvenes, cometieron errores, no supieron manejar sus emociones y antes de que su amistad de toda la vida se fracturara, Jisung terminó la relación. En aquel entonces lo hizo pensando en el bien de Jeongin pero jamás se detuvo a pensar en su propio corazón. Al final lo dejó ir y cuando quiso recuperarlo, Jeongin ya estaba con Hyunjin.

Ahora en ese momento mientras lo veía brillando con luz propia frente a sus ojos deseaba en silencio haber sido mas valiente pero al mismo tiempo se felicitaba por dejarlo vivir y ser feliz de esa manera.

—Ahora– Jeongin giró hacia ellos de nuevo —es su turno, chicos–. Los tres se lanzaron miradas.

—Los trajes serán negros ya que Chan usará rosa pero las corbatas serán de colores diferentes– explicó. —Roja para Lix, naranja para Jisung, negra para Hyunjin, verde para Changbin, amarilla para Minsok y...–

—Color caca para mi– interrumpió Minho, rodando los ojos —¿no pudiste haber elegido un color mas aburrido?–.

Jeongin sonrió ladino.

—No podía ser rosa como tu cabello, el único que puede ir de rosa ese día es mi Channie– apuntó —tendrás que teñirte el cabello color caca como la corbata–.

Minho se llevó las manos a la cabeza.

—¡No!– se negó.

—Por favor, por favor, por favor. Solo esta vez, es mi boda, luego podrás volver al rosa. Será solo por esta semana. ¿Puedes, puedes, puedes?– empezó a pedir Jeongin de manera infantil.

Minho apretó los labios y giró la mirada a otra parte.

—Pues ya que– dijo y Jeongin chilló feliz.

Hyunjin ladeó la cabeza mientras las señoritas de la tienda de ropa se aproximaban con los trajes que usarían. Las voces de Changbin y Chan llegaron desde cerca, los gemelos Lee gritaron antes de empujar a Jeongin dentro del vestidor de forma brusca.

—¡No veas, Bang!– advirtió Minho—¡es de mala suerte!–. El nombrado se detuvo y arqueó una ceja.

—Yo no creo en eso de la mala...–

—¡QUE NO VEAS TE DIGO!– insistió Minho, haciendo su voz mas gruesa, como el rugido de una bestia.

Chan se dio la vuelta y caminó en otra dirección en lo que hacían los ajustes al traje de Jeongin y el resto de chicos se median los que usarían. —Changbin sunbae que bueno que llegas, no logro comunicarme con ésta mujer, no sé si me esta maldiciendo o pidiendo que eliga un color– Minsok esbozó un puchero.

Changbin sonrió y se acercó para hablar con las encargadas pues al parecer era el único que hablaba inglés fluidamente, aunque Minsok soltaba algunas palabras básicas mientras Minho utilizaba el traductor de su celular el cual parecía no ser confiable.

Hyunjin tomó el traje de tres piezas color negro que le dieron junto con la corbata igualmente negra, una camisa blanca y unos zapatos de su medida antes de ser empujado al interior de otro vestidor.

Se detuvo frente al espejo que había en el interior sintiéndose incómodo al tener que desnudarse frente a su propio reflejo.

Se sacó la playera dando vueltas sobre su propio eje intentando no enfocar su cuerpo semi desnudo en el espejo hasta que sus ojos captaron un movimiento en la cortina que cubría la entrada del cubículo. Dejó de moverse y centró su mirada en el par de gemelos que lo espiaban nada disimuladamente.

—Tú sigue en lo tuyo– sonrió Minsok.

Hyunjin intentó esbozar una sonrisa pero falló. Changbin apareció tomando a ambos chicos por la oreja y los llevó lejos de allí en medio de quejas y maldiciones.

... 

El Club de los Ex Novios || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora