Bienvenida
Al saber que tendría que entrar en uno de esos salones, sola. Sintió desesperación. No sabía cómo reaccionar, su cuerpo estaba sudando frío y los nervios estaban hasta en el aire.
Estaba fuera de la puerta de clases, esperando a que la llamarán y así poder entrar. Miraba a todos lados, espectando mientras veía algún tipo de escapatoria.
Empezó a mirarse a sí misma, sentía que la ropa no era adecuada. Sus joyas, su forma de dirigirse a la gente, su hablar, absolutamente todo. Pensaba que todo estaba mal, demasiado mal.
Se quedó completamente paralizada al escuchar su nombre, ahora tendría que entrar a aquel salón y que muchos estudiantes la examinarán de arriba hacia abajo. Estaba completamente perdida.
Empezó a hacer algunos ejercicios de respiración, haciendo lo posible para calmarse en ese momento. Dió un último suspiro y se adentró a su salón de clase.
Se paró al lado de su profesor, colocando sus manos detrás de su espalda. Sin darse cuenta puso aquel semblante serio el cual con tan solo mirarlo, pensarías que te tenía demasiado odio. No era a propósito, simplemente era su forma de ver a la gente o cuando estaba completamente relajada.
A lo lejos pudo observar a uno de los chicos que se encontró fuera anteriormente, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Efectivamente se divertiría mucho. Aunque sea tan tímida, tenía su carácter.
Finalmente cuando el profesor le dió palabra, esta se aclaró la garganta y suspiró cuidadosamente. Mirando al frente con atención.
– Hola, soy Tokio Volkov. Una estudiante de intercambio fuera del país. – sin más que decir, se quedó allí. Mirando al frente esperando a que preguntarán su edad y así.
Y lo hicieron, un alumno levantó la mano y preguntó con cierta curiosidad. – ¿Se podría saber de dónde eres? es raro que alguien se llame Tokio y que no sea de Japón.
– Soy de Rusia, y también de Alemania. Y, no sé por qué me llamo Tokio. Simplemente me pusieron así y ya. – respondió, con cierto tono seco.
Otro estudiante levantó la mano, preguntando nuevamente. – ¿Cuál es tu edad? por tu apariencia juraría que eres menor que nosotros. Pero tú rostro demuestra que hasta puedes llegar más años que nosotros.
Suspiró profundamente, nunca le habían dicho eso por su vestimenta. Odiaba que opinaran sobre ella. – Tengo 18 años, supongo que la misma edad que ustedes. ¿No?
Este simplemente asintió, mirándola con atención. – ¿Cuándo cumples los 19 entonces? – sus ojos se pusieron en blanco, soltando un pequeño quejido.
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Pretty Foreigner || Rindou Haitani
RandomAunque simplemente estés en tu mundo, no importa cuanto lo ignores. El sentimiento sigue allí, en busca de apaciguar su dolor. Aunque no sepas el sentido de otro lugar, siendo una completa desconocida allí. Simplemente lo sientes, pero no lo ves. L...