Amigos con derechos

Capítulo 6

Le obedezco a tal punto que parezco una asistente sexual y aunque le he sacado conversación fuera del tema para que pueda notar un poco más, él simplemente evade la pregunta o deja de escribir, hasta que volvamos estar horny.

O a veces mantiene la conversación respondiendo mi pregunta, recuerdo que una vez le pregunté sobre su color favorito y dijo que era el color de mi vagina, claro que me hizo sentir deseada.

Pero desde que estoy en ese grupo hot, él ha estado más distante, me sentí y me siento una más, un poco especial que las otras, pero sigo siendo del montón.

[16:37] Samantha: Aún no...

[16:39] Alessandro: Ah ok.

[16:39] Alessandro: Creí que me complacerías, no es tan difícil.

[16:40] Alessandro: Pero ya veo que no te importa.

Hago una mueca y ruedo mis ojos, ya conozco su táctica de manipulación, estoy cansada, pero una vez que decido ignorarlo, vuelve a escribirme muy tierno y yo nuevamente caí, creyendo que ha cambiado, pero para él solo soy un juguete.

Miro al vacío pensativa y alguien me arrebata el teléfono llamando mi atención, me volteo enojada y es Lourdes, ella retrocede divertida y yo me levanto de la silla para quitárselo, pero ella comienza a correr por mi habitación y la persigo.

—Devuélvemelo —le exijo.

—¿Qué beneficios tendría? La tecnología te tiene consumida —dice divertida.

—Hablo en serio Lou.

Ella se une en la cama y me coloco al frente de ella posando mis manos en la caderas, me sentía como mamá cuando me regañaba.

—Si no fuera por esta cosa, me hubieras saludado —me reclama.

—No dijiste nada, ni siquiera tocaste. —me defiendo.

—¿Estas segura de que no lo hice? —frunce el ceño y me hace dudar—. No me escuchaste por estar pendiente de esta cosa.

—Tu también lo usas y a mi no me molesta.

—Pero hay límites… ¿Hace cuanto no debiste terminar esa tarea? Se supone que hoy vamos a salir a divertirnos después de que terminarás, pero aún estás haciendo tarea, ¿Y por que? Porque esta cosa te tiene distraída e irresponsable —me mueve el celular en la cara.

—¿Y de dónde crees que sacó la información de la tarea?

—Ay Sam, ambas sabemos que no sabes mentir con facilidad, sobre todo porque te pones a la defensiva, eso te delata más. —se cruza de brazos.

—De acuerdo, me estaba leyendo un libro nuevo —bufe.

—¿Libro nuevo o una nueva conversación con el idiota de Alessandro? —insinúa arqueando una ceja.

Lourdes y yo hemos sido muy unidas, tanto que en poco tiempo nos conocemos bien o al menos la mayoría de las cosas, y más porque ella está de vacaciones, tiene mucho tiempo libre y se la pasa en casa cuando regreso de la universidad.

Si no fuera por ella, no saldría a fiestas o no me hubiera motivado a dejar de hablarle a Alessandro, pero se descuida y caigo nuevamente en sus palabras engañadoras.

No es que me haya dicho que no le hablara, sabe la historia porque me desahogue con ella y aunque me aconsejó una vez, no le hice caso, luego me invitaba a salir de fiestas

Y gracias a esas fiestas que me hacen disfrutar de la soltería, me hizo darme cuenta que merezco más o que no necesito ese tipo de complicaciones en mi vida si realmente quiero divertirme.