Butterflies

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¡Qué lindo! ¿Puedo darte un beso? – Había preguntado Minho después de escuchar a Felix hacer un falsete durante un programa Japonés.

¿Ahora, aquí? – Preguntaron Chan y Felix al unísono, a lo que Minho respondió que lo harían al “llegar a casa”.

Eso había quedado allí. Ellos siguieron grabando más videos que luego serían editados para subir al canal japonés y al de youtube de su grupo.

Esa noche, subieron al avión de nuevo hacia Corea. Iban cansados así que fueron acomodándose como pudieron y se rindieron al sueño rápidamente. Minho, a un costado del pasillo, podía ver a Felix babeando el hombro de HAN. Esos dos un día de esto lo matarían de ternura. Sonrió y volvió a acomodarse sobre su butaca, acomodándose y rindiéndose al sueño, él también.

Horas más tarde, llegaron al fin a suelo coreano. Antes de bajar del avión, intentaron acomodarse o taparse un poco para no mostrar lo tan abatidos que estaban por el cansancio. Saludaron a sus fans luego de haber atravesado la puerta que daba al lado de la prensa, y después de unos minutos, entre charlas entre ellos, se dirigieron a las camionetas a las que el staff les pidió que subieran. Minho vio con ojos pacientes como Felix iba con Seungmin y Changbin. Está bien, se dijo a sí mismo, el staff  siempre hacía lo que quería.

El trayecto fue de poco tiempo. Llegando al edificio donde vivían subieron al ascensor y de a poco fueron bajando para dirigirse a sus departamentos. En cada uno de ellos, fueron los más grandes los últimos en entrar. En el dorm de la maknae line, fueron Jeongin y Seungmin los primeros en pasar al toillete, darse una ducha rápida y volverse a las habitaciones a dormir, llevando sus equipajes a sus habitaciones con ellos.
Cuando entraron Minho y Felix, fue el mayor quien dejó su equipaje en medio de la sala para salir corriendo hacia una de las duchas.  Felix esperó los diez minutos que sabía que su hyung se tomaría antes de salir. Ya lo conocía.

Cuando Minho salió de la ducha, Felix se metió distraído, bastante cansado como para recordar lo que había pasado en el programa japonés y acostumbrado a las bromas que solían hacerse entre todos en general. Al salir, con el pijamas ya puesto y secándose el cabello, Minho aguardaba sentado en el sofá de la sala, y veía a Felix moverse por la sala, yendo a la cocina a buscar agua y volver con una botellita. Parecía que se dirigiría hacia su habitación.

- Yongbok-aaaaaaah. – Lo llamó Minho. Felix detuvo su andar y se volvió a su hyung.

- Dime, hyung. – La mirada de Felix, suave, se dirigió hacia Minho y este sonrió con un cariño que desbordaba por los poros.

- Vení acá, Yongbokie. – Habló Minho, con voz suave, sin perder un solo movimiento del chico en su andar camino a su hyung.

– Ooouh – La sonrisita de Minho se mantuvo al ver como Felix, bonito y dócil se movía en torno a lo que él le pidiera. – Sentate, Yongbok.- Volvió a decir, sin dejar de mirarlo. Y Felix sólo se sentó a su lado, esperando a que su hyung hablase.

Sin esperas, Minho llevó ambas manos a las mejillas de Felix y las acarició con cariño. Felix sonrió, creyendo que le diría que lo hizo bien, o algo bonito como siempre lo hacían finalizado cada deber dentro de su agenda, pero simplemente se acercó a él, sopló suavemente su boca y se acercó y lo besó. Fue un beso con la boca cerrada, corto. Felix además de sentir algo bonito revoloteando dentro de sí, sintió los labios suaves de Minho. Este sonreía y lo miraba encantado y contento. Por unos segundos más, hasta que volvió a acercarse entendiendo que el segundo beso ya no sería una sorpresa para Lix. Y así fue. Feliz correspondió al beso, aún con las manos quietas, dejándose guía por el beso cargado de cariño y tan significativo. Sonrió en medio del beso con su hyung.

- Ooouh, Yongbok, te dije que nos besaríamos en casa. – Dijo Minho, en su habituada suave manera de hablar, sonriendo con sus ojos mientras recorría con la mirada las facciones de su dosaeng. Volvió a acercarse, buscando un beso un poco más profundo. Chupó apenas su labio inferior. – Tan lindo, mi Yongbokkie. Mi lindo Yongbokkie – Minho no podía soltar su sonrisa ni el rostro de Felix, que lo veía entre avergonzado y encantado.

Poniéndose de puntitas de pié, Minho besó la frente de Felix. Minho era este gato, algo arisco, que odiaba el contacto físico con quienes no sentía pertenencia. Y Felix era el gato habituado a los mimos, que buscaba la mano de Minho para que acariciara su cabeza, le hiciera “pat pat” y lo abrazara por la espalda haciéndolo casi ronronear. Pero juntos eran gatitos que buscaban el calor del otro y se lamían la frente entre ellos para tenerla limpia. Para Minho, Felix era su cuarto gato y para Felix… Minho era un refugio que había construido sin quererlo.

Las manos de Felix se apoyaron sobe su estómago, donde un nudo anidó cuando vio a Minho alejarse e ir en busca de algo. Felix se quedó quieto, esperándolo. Cuando Minho volvió con la manta que solían usar para taparse en sus noches de películas, Felix liberó sus manos soltando sus mariposas.

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N/A: Hola! Ando inspiradx (?) Les cuento que ví una captura de una transcripción de un programa japonés, de una interacción Minlix y mi mente voló. Eso.

Seguramente cada vez que vea algo que me inspira a escribir Minlix, lo ponga acá. Sino voy a llenar mi perfil de OS independientes jajaja

Es cortito, chiquito y con mucho cariño bien soft, si les gustó porfa voten con estrellitas que ayudan un montón.

Besitos 🐌

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